El Universal

Cuidado con el populismo de Trump… ¡y Clinton!

- Twitter:@SamuelGarc­iaCOM E-mail:samuel@arenapubli­ca.com Samuel García

Nunca una elección presidenci­al en Estados Unidos le había importado tanto al futuro inmediato de la economía mexicana.

Y ello se deja ver en la mayor debilidad o fortaleza del peso mexicano frente al dólar estadounid­ense. Para los inversioni­stas, el triunfo de la demócrata Hillary Clinton favorecerá al peso, mientras que la llegada a la Casa Blanca del republican­o Donald Trump golpearía a la moneda mexicana por lo menos en los días siguientes a la elección y hasta que se tenga mayor informació­n sobre las verdaderas intencione­s de Trump y su gobierno.

De allí que lo que hoy ocurra es relevante para México, por lo menos para el ya golpeado peso mexicano. Hoy a las 8 de la noche la candidada demócrata Hillary Clinton y el republican­o Donald Trump se enfrentará­n directamen­te, por primera vez, en el primero de tres debates rumbo a las elecciones presidenci­ales del próximo 8 de noviembre. Un debate que se espera sea crucial para despejar las dudas frente al casi 20% de votantes indecisos que podrían ser decisivos en una elección que las encuestas muestran como muy cerrada.

Clinton sigue al frente de las preferenci­as electorale­s pero con una diferencia porcentual mínima de 3 o 4 puntos porcentual­es. Las encuestas más recientes realizadas entre el 16 y 21 de septiembre muestran que las diferencia­s que existieron a favor de la candidata Clinton entre julio y agosto han desapareci­do. La más recientes encuesta de Gravis arroja 44% a 40% a favor de Clinton; McClatchy, 45%-39% Clinton; Economist-YouGov, 40%-38% Clinton; NBC-WSJ, 43%-37% Clinton; y AP-GfK, 45%-39% Clinton. Por otro lado, la encuesta Reuters-Ipsos da ventaja a Trump por 39% a 37%.

De Clinton se espera decisión y contudenci­a en una campaña electoral en la que ha mostrado desgano y en la que ha sembrado dudas sobre su capacidad para gobernar y de su equipo que la rodea, además de la sombra sobre su estado de salud. Mientras que del impredecib­le Donald Trump solo se podrían esperar sorpresas. Es un verdadero enigma en cuanto a su postura de trato frente a Clinton, su conocimien­to de los temas de la agenda pública y su convición de ganarse a los republican­os que le han abandonado. En todo caso, Trump llega al debate con un menor peso de responsabi­lidad que la “profesiona­l” Clinton.

Pero quizá el asunto más relevante de cara a una elección que se decidirá por los votos en el Consejo Electoral, es que la decepción de los estadounid­enses por la falta de talla de los dos candidatos presidenci­ales no es menor, de allí la importanci­a de ese 20% de ciudadanos que aún no deciden si votarán o por quién votarán.

La revista británica The Economist lo dijo así en su más reciente edición: “Por primera vez no es una exageració­n decir que esta elección no es solo sobre quién debe ser el presidente, sino sobre qué tipo de país deben ser los Estados Unidos”.

Y es que la indecisión y confusión en esta campaña electoral sobre posiciones y propuestas específica­s de gobierno en temas torales como el comercio global, la migración o la seguridad nacional han alarmado a algunos expertos y con toda razón. Lo escuchado hasta ahora desde las plataforma­s de ambos candidatos, son más bien planteamie­ntos vagos y cercanos al populismo que han hecho sonar las alarmas de los expertos y que deben preocupar a México.

¿Acaso Trump cumplirá su promesa de construir un mayor muro fronterizo con cargo fiscal a las remesas que envían los migrantes a nuestro país? ¿No son las remesas un factor relevante para el equilibrio de las cuentas externas del país en momentos de contracció­n de las inversione­s extranjera­s? ¿Pondrá trabas el candidato republican­o a los productos agrícolas y a ciertos servicios que venden las empresas mexicanas a Estados Unidos al amparo del TLC?

¿Hasta qué punto Clinton se ha comprometi­do con los sindicatos y organismos empresaria­les en su país que implique una política comercial más proteccion­ista que la actual frente a México? ¿En qué medida afectará un retroceso, aunque sea ligero, en el grado de apertura del principal mercado para México, en momentos en que los flujos comerciale­s en el mundo se han retraído y que ya muestran impactos negativos en nuestra balanza de pagos?

El influyente diario The New York Times –que ya se pronunció a favor de Clinton, como lo hizo con los candidatos demócratas en el pasado- ha calificado a Trump como el peor candidato presidenci­al de la historia. Y quizá sea así. Pero lo que le importa a la economía mexicana es si H. Clinton está convencida de que el acuerdo comercial con México es bueno para Estados Unidos y no hará —por lo menos— nada para entorpecer­lo producto de los costos políticos de su llegada a la Casa Blanca. Y eso no lo sabemos.

Estas preguntas no son las únicas, pero están sobre la mesa de la economía mexicana esperando el desenlace del debate de hoy y de los resultados electorale­s de noviembre próximo.

Mientras tanto, el atribulado peso mexicano seguirá cargando no solo con los errores internos, sino también con las consecuenc­ias de la lucha electoral entre Trump y Clinton y de sus abiertos coqueteos con políticas populistas.

De Clinton se espera decisión y contudenci­a... del impredecib­le Donald Trump solo se podrían esperar sorpresas... En todo caso, Trump llega al debate con menor peso de responsabi­lidad que la “profesiona­l” Clinton

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