Trump piensa limitar a prensa en Casa Blanca
Argumenta que mucha gente quiere acceso; cancela intento de mudar sala de conferencias
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que limitará el acceso de los periodistas en la Casa Blanca, elevando así el nivel del enfrentamiento que desde la campaña ha mantenido con la prensa, a la que acusa de “deshonesta” y por la que justifica sus constantes tuits que, dice, son el medio por el cual se defiende de las acusaciones de los medios tradicionales.
El equipo del republicano quería mudar la sala de prensa de su sitio actual, en el ala oeste de la Casa Blanca, ubicada a 20 metros de la oficina oval. La idea fue expuesta por el nominado a jefe de gabinete, Reince Priebus. El argumento fue que se buscaba un sitio con mayor capacidad. Pero las críticas no se hicieron esperar ante lo que fue visto como un intento de alejar a la prensa de la Casa Blanca, restringir el acceso de los periodistas y, en última instancia, una intentona de revancha del magnate, quien durante la campaña acusó a los medios de comunicación de estar en su contra.
“El acceso al ala oeste… es fundamental para la transparencia y la capacidad de los periodistas para hacer su trabajo”, señaló Jeff Mason, presidente de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA, por sus siglas en inglés) durante un encuentro con Sean Spicer, quien será el nuevo vocero presidencial.
En una entrevista con Fox News difundida ayer, Trump confirmó que en principio se pensó en mudar la sala de prensa fuera de la Casa Blanca, a un espacio más amplio, pero que decidió revirar porque “la prensa se volvió loca, así que dije ‘No la movamos’”. Acto seguido, subrayó que “alguna gente de la prensa no podrá entrar”.
“Tenemos a tanta gente que quiere entrar que tendremos que escoger a la gente que puede hacerlo. Seguro que hay gente expectante por eso”, comentó. “Ofrecimos una sala mucho más grande porque la necesitamos, pero se volvieron locos. Y dentro de poco estarán suplicando por una sala más grande, ya verán”, agregó.
La actual sala de prensa tiene unos 49 asientos, asignados por WHCA. Según Mason, quien también es corresponsal de Reuters, la asociación asumió la tarea de asignar los puestos en la sala de prensa hace unas dos décadas, a petición de los gobiernos republicanos y demócratas, que querían evitar la apariencia de que favorecían a sus preferidos. Pero Trump ha acusado a diversos medios de estar en su contra. En la campaña incluso manejó una lista negra, que incluía a The New York Times, The Washington Post, Des Moines Register, y los portales electrónicos The Huffington Post, BuzzFeed y Politico.
Ya como presidente electo, en su primera conferencia de prensa, vetó las preguntas de Jim Acosta, reportero de CNN, tras acusar a la cadena televisiva de propagar noticias falsas, en alusión a un reportaje sobre supuesta información comprometedora del millonario en poder de Rusia.
Justo por considerar deshonestos a los medios, Trump dijo a Fox News que seguirá usando Twitter. “Miren, no me gusta tuitear. Podría estar haciendo otras cosas. Pero hay unos medios y una prensa muy deshonestos. Es la única forma en que los puedo contrarrestar”, justificó.
Dada la complicada relación con la prensa, Spicer, el nuevo vocero, adelantó que Trump podría no dar conferencias de prensa regulares. “Tal vez hagamos algún chat comunitario en Facebook. Quizá solicitemos ideas a través de Twitter. Estamos evaluando muchas cosas”, dijo hace unos días.
Trump está enfocado en su discurso de investidura del viernes. Según dijo ayer Spicer, será corto, de unos 20 minutos, muy “inspirador y con visión de futuro”, en el que reconocerá “los desafíos" que enfrenta EU en temas como infraestructura, inmigración o empleos. El magnate tuiteó ayer una foto de él escribiendo el discurso.
“Tenemos a tanta gente [de prensa] que quiere entrar que tendremos que escoger a la gente que puede hacerlo” DONALD TRUMP Presidente electo de EU