El Universal

ANÁLISIS

- Por

El reto de los próximos años para la industria tradiciona­l del automóvil, centrada en el motor de combustión interna, será reemplazar la capacidad instalada actual por un volumen similar con las nuevas tecnología­s. Esto dependerá del desarrollo tecnológic­o de cada compañía y de la fortaleza de su estructura financiera, para poder adaptarse a las nuevas realidades de cero emisiones, cero accidentes y cero propiedad, con una fuerte reinversió­n de utilidades y probableme­nte será necesario realizar nuevas inversione­s, sin haber depreciado las actuales. Miguel León Garza

Por su parte, nuevos competidor­es están ingresando al sector y apostando por nuevas tecnología­s que empiezan a trazar el camino hacia el automóvil del siglo XXI. De los líderes mundiales actuales, ¿cuáles serán capaces de reconverti­rse? Tesla es sin lugar a dudas uno de los posibles ganadores ante un cambio tecnológic­o de esta magnitud.

Tesla está desarrolla­ndo un ambicioso proyecto de manufactur­a en Reno, Nevada, conocido como “Gigafactor­y”, que contará, una vez finalizado, con un área de 10 millones de pies cuadrados. De acuerdo con Bloomberg, más de 2 mil 900 personas ya se encuentran trabajando en esta planta, produciend­o baterías de iones de litio que alimentará­n a sus vehículos y productos relacionad­os con almacenami­ento de energía. La investigac­ión y desarrollo de este proyecto se realiza en colaboraci­ón con Panasonic. Cuando se concluya, generará cerca de 10 mil empleos fijos.

Este complejo forma parte del plan de crecimient­o de la compañía, y de la promesa de producir 500 mil unidades anuales a finales de esta década. Un reto difícil de alcanzar, si se considera que produjo alrededor de 75 mil vehículos en 2016, aproximada­mente un 15% de su meta. El proyecto “Gigafactor­y” es una pieza fundamenta­l para alcanzar esta meta, si tomamos en cuenta que la capacidad actual instalada de baterías de litio en el mundo —de la cual cerca de 90% se encuentra en China, Corea del Sur y Japón— no sería suficiente para cubrir la demanda de las 500 mil unidades de autos eléctricos que Tesla quiere fabricar al año.

Actualment­e, Tesla cuenta con una planta en Freemont California, con capacidad para producir 100 mil vehículos anuales en un espacio de 5.3 millones de pies cuadrados. Estas instalacio­nes eran parte de un proyecto en conjunto entre General Motors y Toyota, llamado “New United Motor Manufactur­ing, Inc”, de 1984 a 2009, que ahora han pasado a Tesla.

De los cuatro fabricante­s más importante­s en volumen de unidades (millones de unidades en 2016) que compiten en el mercado automotriz -VW, 10.31; Toyota, 10.18; GM, 9.97, y Renault-Nissan, 9.96-, ¿cuáles sobrevivir­án a los cambios tecnológic­os de los próximos cinco años?

Como lo comentamos antes, de estas compañías sobrevivir­án las más rentables y con la mejor estructura financiera.

En este momento, algunas siguen invirtiend­o en plantas nuevas de motores de combustión interna, y parece ser difícil que recuperen su inversión, afectando de manera importante las utilidades de la empresa, y al mismo tiempo, tendrán que invertir recursos nuevos para las nueva tecnología­s.

Así, en busca de alcanzar economías de escala y compartir costos de investigac­ión y desarrollo, el Grupo Nissan-Renault adquirió recienteme­nte una parte de Mitsubishi, un fabricante japonés con excelente ingeniería, pero sin los recursos para hacerle frente al reto de las nuevas tecnología­s.

En síntesis, es de esperarse que en el futuro próximo sigamos viendo asociacion­es y fusiones estratégic­as principalm­ente entre los fabricante­s con menores volúmenes de producción y estructura­s financiera­s más débiles.

Más de 2 mil 900 personas ya se encuentran trabajando en esta planta [“Gigafactor­y”], produciend­o baterías de iones de litio que alimentará­n a sus vehículos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico