El Universal

“No hay libertad de expresión en riesgo, ni veto”

Falta revisión exhaustiva de fuentes para evitar noticias falsas, critica

- ARIADNA GARCÍA —politica@eluniversa­l.com.mx

Larry Rubin Representa­nte del Partido Republican­o en México

La actual relación entre los medios de comunicaci­ón estadounid­enses y el presidente Donald Trump es complicada porque se basa en la desconfian­za entre las dos partes. Así lo considera el representa­nte del Partido Republican­o en México, Larry Rubin, quien en entrevista con EL UNIVERSAL resaltó que ambas partes deben encontrar un arreglo por su propia convenienc­ia. ¿Cómo describe la relación del presidente Donald Trump con los medios de comunicaci­ón? —Es una relación que desde el principio no marchó muy bien porque existió desconfian­za por ambos lados. Por parte de Trump, desconfian­za porque los medios, la mayoría de ellos, habían pronostica­do que él iba a perder, lo cual no fue el caso, y fue constante la estadístic­a que decía que él no iba a ganar. Para él, empezó a generar muchísima desconfian­za el hecho de que muchos medios —él sentía— no lo estaban cubriendo como deberían de cubrir.

Desde ese momento Trump decidió no trabajar con ellos como otros presidente­s y comenzó a darle mucha más fuerza a su cuenta de Twitter para poder él comunicar lo que él quiere con la ciudadanía, en vez de que fuera filtrado por los medios.

Él tiene una impresión no muy favorable de la mayoría de los medios y siente que se equivocan constantem­ente en cómo reportan las cosas y que mucho de ello tiene tintes políticos. Desde ese punto de vista él ha querido comunicar directo.

La Casa Blanca no ha vetado medios, simplement­e hubo una conferenci­a a la que no los dejaron entrar, pero ellos siguen yendo a la Casa Blanca, siguen siendo aceptados, Trump los seguirá viendo en las giras y demás eventos.

¿Los medios no querían que Donald Trump ganara?

—Creo que sí era un hecho porque muchos de los medios, a diferencia de aquí en México, pueden inclinarse y lo dicen públicamen­te. La mayoría de los medios lo dijeron: ‘Nosotros vamos a apoyar a la candidata Hillary Clinton’. Fueron pocos los medios que respaldaro­n a Trump. Creo que eso crea una situación difícil para los medios porque qué relación se va a tener con el que ganó si no lo apoyaron.

¿No hay borrón y cuenta nueva?

—Eso se trató de hacer, pero Trump volvió a sentir que los medios de comunicaci­ón lo estaban tratando injustamen­te, por diversos artículos.

No le gustan las notas en su contra. ¿Son falsas?

—Hay los dos [elementos]: a Trump no le gustan las noticias desfavorab­les, pero siento que sí ha habido y ha sido comprobado, informació­n falsa que genera y provoca angustia y otro tipo de sentimient­os inclusive en la relación bilateral. No se hace trabajo exhaustivo de checar fuentes.

Por eso él ha sido muy activo en tener su propia fuente de comunicaci­ón que se llama Twitter, es su contacto con el ciudadano y con el mundo, porque ahí no pueden tergiversa­r lo que dice porque ahí está plasmado.

Usar Twitter como medio oficial de difusión puede resultar confuso.

—Twitter tiene sus limitacion­es, en 140 caracteres no puedes explicar el contexto de algo. Creo que las ruedas de prensa que hace la Casa Blanca constantem­ente permiten a los periodista­s acreditado­s decir sus puntos de vista. Trump ha estado ahí.

Definitiva­mente es una relación que tanto para los medios como para el mandatario es importante arreglar, porque los medios van a seguir teniendo sus lectores que son norteameri­canos y con los que tienen credibilid­ad y Trump también, con sus electores y las personas que lo siguen. Nadie gana si los dos se sienten desacredit­ados.

Las notas que no favorecen al presidente son por filtracion­es que salen de la Casa Blanca.

—Las filtracion­es definitiva­mente han sido un problema muy grave, pero también entendiend­o que el gobierno es un organismo enorme en donde hay muchos intereses y muchos pensares. No te deshaces de todos los demócratas o de todos los republican­os, siempre va a haber gente que no esté de acuerdo, algunos se extralimit­an y pasan informació­n errónea o falsa o confidenci­al a los medios, tratando de generar confusión.

¿Se pone en riesgo la libertad de expresión?

—Definitiva­mente no se coarta la libertad de expresión, pero se busca aterrizar que de verdad sea libertad de expresión y que sea informació­n correcta porque el público no se merece informació­n falsa, el público no se merece mentiras. Se puede perjudicar no solamente a la administra­ción, sino a la población.

¿Los medios son injustos con el presidente Trump?

—No, creo que los medios, como la humanidad, tienen diferentes tintes... Tienen que hacer trabajo adicional para asegurarse de que su trabajo sea lo más objetivo.

¿Puede haber buen futuro inmediato entre los medios y Trump?

—Creo que sí. Va a llegar un punto en el que se van a poder arreglar por el bien de todos. A los medios no les conviene estar en desacuerdo con el presidente de EU —no me refiero a desacuerdo en la ideología, sino a que el mandatario se siente atacado— porque ya no va a querer hablar con ellos. A Trump le conviene tener unos medios que él sienta que lo cubren bien, y a los medios les conviene [que] él se sienta cómodo con ellos. Deberá llegar un periodo de ajuste en que las dos partes se sientan cómodas: cuando haya logros, temas propositiv­os para el mundo, para la relación México-Estados Unidos.

“A Trump le conviene tener unos medios que él sienta que lo cubren bien, y a los medios les conviene [que] él se sienta cómodo con ellos. Deberá llegar un periodo de ajuste en que las dos partes se sientan cómodas”

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