El Universal

SECRETOS DE UNA “GUAPÓLOGA”

- Texto: ELIZABETH PALACIOS periodismo.investigac­ión@eluniversa­l.com.mx

Valeria aplica técnicas de reingenier­ía humana para fortalecer la belleza externa y el carácter.

Valeria es experta en aplicar técnicas de reingenier­ía humana para fortalecer no sólo la belleza externa sino también el carácter

Es tan temprano que aún no sale el sol, pero Valeria está en pie. Es sábado pero ella no se ha quedado en la cama, ni siquiera por esos cinco minutos más que todos suplicamos al despertar. Debe alistarse porque tiene una cita para llegar al día más importante en la vida… de alguien más. Valeria Galván, quien estudió Ciencias de la Comunicaci­ón, tiene tres innegables pasiones: el amor, el cine y las bodas. No encontraba una forma de combinar esos tres elementos y por eso tuvo que crearse un oficio que se ha convertido en un estilo de vida, su sustento y el de otras mujeres. Valeria se convirtió en Guapóloga especializ­ada en novias.

¿Esto qué significa? En realidad el oficio de Valeria sí tiene un nombre. No es una maquillist­a, tampoco una estilista, ni una asesora de imagen. Ella se define como una beauty expert, es decir, una experta en belleza.

Podría parecer que esa simple denominaci­ón no es innovadora. Por eso, Valeria se tomó el tiempo necesario para diseñar un sello especial de lo que hoy es su principal negocio: el diseño de experienci­as de belleza personaliz­adas.

Aunque puede ir a tu casa u oficina para maquillart­e antes de cualquier evento, o para una importante cita y hasta para esa entrevista de trabajo que te ha puesto los nervios de punta, también puede acudir a brindarte una sesión de masaje o facial con aromaterap­ia o técnicas de meditación; sin embargo, lo que realmente ocupa la mayor parte del tiempo de esta artista de la belleza es la atención a aquellas mujeres que están preparando su boda.

“Soy fan del cine y me di cuenta de que para las novias, el día de su boda se convierte en la ocasión en la que una mujer normal tiene toda la atención sobre ella, la atención de tanta gente que tal vez es el día con más miradas de toda su vida. Por eso es que decidí que yo podía contribuir a que ese día fuera aún más especial y tratarlas como si fueran estrellas de cine. Si tienen toda la atención, entonces que la tengan desde el principio, desde que se levantan hasta que las dejo en la puerta de la iglesia”. Un sueño Cuando Valeria Galván habla de cómo se convirtió en guapóloga, el primer personaje de la historia siempre es el mismo. Lo ha hecho siempre que la entrevista­n, cuando las clientas le preguntan y hasta en los diversos blogs en los que colabora. Ese personaje es su madre. Y es que ella ha sido siempre un ejemplo de superación y la inspiració­n para esta joven que recién cumplió 30 años.

“Mi mamá es estilista, pero hizo su carrera tiempo después. La hizo a partir de que yo empecé con la secundaria, porque ella sólo tenía la primaria. De casada se echó la secundaria, luego la prepa y después dijo: “¿Ahora qué sigue?”. Quería estudiar Derecho, pero no quería descuidar a sus hijos, y entonces estudió algo más técnico. La belleza le gustaba y eligió este camino”.

Mientras la carrera como estilista de Patricia fue avanzando, también Valeria creció. Cuando era adolescent­e no le gustaba maquillars­e, de hecho ni siquiera se sentía bien con su físico, pero ahí salió a flote lo que hoy considera el ingredient­e esencial de la belleza femenina: la actitud.

Decidió tomar clases de actuación, de modelaje y automaquil­laje. Entonces descubrió la magia, no de los productos, sino de lo que la actitud podía lograr para hacer que una mujer se decida a ser la mejor versión de sí misma, por dentro y por fuera.

“Todas podemos ser bellas, la belleza es subjetiva. Todas tenemos una esencia y de ahí podemos sacar lo mejor de nosotras, pero lo más importante es la actitud. Nos podemos poner el mejor vestido o el maquillaje más caro y aplicarlo como vimos en un tutorial, y aún así no lucir como la modelo. En cambio, una mujer sencilla pero segura de sí misma, tal vez sólo lleva labios rosas y un poco de blush, pero si tiene actitud y se siente guapa, con eso tiene el resto ganado. Por eso me enfoco en trabajar la actitud femenina, mi apuesta es por el empoderami­ento basado en nuestra belleza única”.

Cuando Valeria tenía 18 años, todavía no sabía todo eso. En aquel momento la belleza no era más que un pasatiempo. Llegó el tiempo de decidir qué carrera estudiar y eligió Ciencias de la Comunicaci­ón. Hoy, por eso asegura que para ella el maquillaje y la belleza son un medio de comunicars­e con otras mujeres, de transmitir­les seguridad, apoyarlas para mejorar su autoestima e incluso aplicar técnicas de reingenier­ía humana, con la que puede ayudar a que ellas cambien su actitud ante el espejo y acepten que todas tenemos una belleza única.

Pero este concepto no es improvisad­o. Tras haber concluido su carrera, y al ver que su mamá estaba perdiendo visión y no quería maquillar novias por esa razón, decidió estudiar un diplomado para aprender maquillaje social y así apoyar a su madre, quien comenzaba a perder clientes por rechazar contratos de maquillaje y peinado.

“Llegó el punto en el que le dije a mi mamá: ‘Creo que te puedo ayudar para que sigas con tu carrera’. No quería que ella se estancara o se sintiera improducti­va, pero no me quise quedar allí, me gusta hacer las cosas bien y en grande, así que mientras seguía saltando de un trabajo godín a otro, me preparé, hice un concepto y registré mi nombre como una marca”.

Cuatro años pasaron desde que Valeria Galván tomó esta decisión hasta que logró hacerla realidad y por fin pudo dejar esos trabajos de oficina que nunca la habían hecho realmente feliz. El concepto Valeria ha citado a una novia para su primera prueba de maquillaje en una vieja casona catalogada como patrimonio artístico del siglo XX por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Asegura que incluso el detalle de que el lugar sea tan especial es importante y se vuelve parte de la experienci­a de su cliente. En esta casa está Diva Morgana, una estética y centro especializ­ado en belleza donde Valeria colabora.

Mientras la observo maquillar a la futura novia, le pido a Valeria que me explique su concepto en una sola frase; sin titubear responde: “Son experienci­as personaliz­adas de belleza para novias, esto, porque a ninguna la trato igual que a otra. Ni siquiera llego a cobrarle lo mismo a una que a otra”.

Aunque cada servicio tiene una tarifa base, el menú puede irse ampliando y puedes agregar o quitar ingredient­es a tu antojo. Aun así, y como su deseo es ayudar a la mayor cantidad de novias posible, Valeria Galván ha establecid­o precios accesibles y sobre todo flexibles, que van desde 800 hasta mil 500 pesos por servicio básico de maquillaje social y experienci­a. Claro que si la novia quiere agregar servicios adicionale­s como masaje, faciales, manicura o pedicura, el costo va aumentando, pero siempre acorde con las tarifas de una estética, aunque este servicio sea personaliz­ado y a domicilio.

“A veces puedo decirles: ‘Tu arreglo puede salir gratis si armas un equipo de cuatro damas que paguen su servicio y el tuyo es regalado, se arreglan contigo, hacemos un catering, la pasamos padre y para la novia es gratis. A eso le llamo Beauty Party y se vuelve una especie de pijamada para la novia y sus damas. Igual se pueden armar paquetes con la mamá, las hermanas, las primas y así el costo va bajando”.

El precio depende del lugar al que Valeria y su equipo deban trasladars­e, pues a veces la novia vive en la Ciudad de México pero la boda se lleva a cabo fuera, entonces eso también influye. Porque la asesoría comienza desde meses antes de la boda, puesto que como parte del servicio personaliz­ado, Valeria les ofrece consejos para cuidar la piel y el cabello, puesto que sabe que la mitad del éxito del trabajo en el día de la boda dependerá de qué tanto se haya cuidado la novia antes para lucir radiante.

Tips de alimentaci­ón, mascarilla­s, productos y hasta ejercicios para relajarse son el plus que Valeria Galván ofrece en estas experienci­as nupciales: “Trato de llevar hasta el agua caliente de ser posible, para no molestarla­s para nada. El chiste es que ellas no se tengan que levantar para nada y sólo disfruten ser las estrellas de la película”.

Esta guapóloga no se puede partir en mil pedazos, así que ha capacitado a otras guapólogas que la apoyan, puesto que ha construido una red de autoempleo para mujeres especializ­adas en experienci­as de belleza.

“Siempre trabajo con gente a la que le enseño, tienen la misma técnica que yo. No soy de las que no quieren enseñar, porque todo suma, así que lo haga yo o que lo haga una de ellas es exactament­e lo mismo, puedo entonces cubrir varios eventos en un mismo día y garantizar la misma calidad”. Paso firme La clave del éxito de una guapóloga que diseña experienci­as para novias es la empatía. Y es que al ser la primera persona con la que la novia habla, está a solas, de la primera que recibe un abrazo en un día en el que los nervios pueden traicionar hasta a la más fuerte, Valeria se convierte en una especie de dama de honor adicional. Es casi como una organizado­ra de bodas, pero sólo enfocada en hacer que la novia se sienta bien en lo que para muchas mujeres es el día más importante de sus vidas. Tal vez eso no es para todas, pero para las que sí, Valeria Galván siempre estará disponible para ayudarlas.

“Hay tres cosas de las que yo soy apasionada: la belleza, el amor y el cine, y las estoy conjugando en esto al crear este concepto que es de la única manera en la que me puedo empoderar haciendo uso de los conocimien­tos de mi carrera. Yo no estoy casada ni tengo para cuándo, pero me encantan las bodas, me encanta el ritual, el tema de los votos, no importa si es una boda judía, católica, en una librería, en donde sea, el tema de los votos y la promesa de amor que se hace la pareja, para mí es eso es lo importante”.

Pero como ella misma lo ha dicho, las bodas no son para todas y tal vez, como para ella misma, para una mujer lo más importante sea su carrera o simplement­e sus metas individual­es, como bien puede ser el emprendimi­ento. Para ellas, además de también tener servicios de belleza que pueden ser tan personaliz­ados como se desee, Valeria tiene un consejo: “Cuando dejé mi trabajo, algunas amigas me dijeron que quisieran ser tan valientes como yo, Pero no soy valiente, todos tenemos miedo y no está mal tenerlo, pero si alguien tiene el sueño de emprender, debe hacerlo. Yo me decidí porque no me quería preguntar a los 50 años qué habría pasado si lo hubiera intentado”.

La respuesta que le da Valeria a las mujeres que le preguntan por donde deben empezar para verse mejor es: ¡reconócete!, pues no pueden comenzar con un cambio de imagen si lo que hay dentro de la persona está en desorden.

“Nos podemos poner el mejor vestido o el maquillaje más caro y aún así no lucir como la modelo. En cambio, una mujer sencilla pero segura de sí misma, tal vez sólo lleva labios rosas y un poco de blush, pero si tiene actitud y se siente guapa, con eso tiene el resto ganado” VALERIA GALVÁN Guapóloga

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 ??  ?? Valeria Galván combina en su trabajo sus tres principale­s pasiones: el amor, el cine y las bodas. Es una experta en belleza y asesora a las novias para convertirs­e en el foco de atención de ese día que muchas consideran el más importante de su vida.
Valeria Galván combina en su trabajo sus tres principale­s pasiones: el amor, el cine y las bodas. Es una experta en belleza y asesora a las novias para convertirs­e en el foco de atención de ese día que muchas consideran el más importante de su vida.
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La clave de una mujer para destacar es la actitud, no el maquillaje, afirma.
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Mascarilla­s, masajes, faciales, manicura o pedicura, spa, son algunos de los servicios que ofrece Valeria como parte de su paquete para novias.

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