Arrogancia: Audi RS Q3 performance
Esta SUV compacta de lujo dispone de la más alta dosis de deportividad.
Es increíble cómo la moda de las SUV, que en los últimos años se ha vuelto mundial, ha provocado que los fabricantes, ademá de mejorar sus modelos existentes o entrar a la competencia, han ampliado el número de opciones hablando específicamente del tamaño. Esto ha originado que dentro del segmento existan diversas categorías en relación a las dimensiones de la carrocería. Al observar como los consumidores están inclinándose por las SUV compactas y subcompactas, hace seis años Audi decidió incrementar su gama de utilitarios reconocidos por la Q. Así la firma alemana desarrolló el Q3 para llegar a un público que no necesita una camioneta de tamaño medio, pero sí las prestaciones que encontramos en el Q7 y Q5.
Pero como sucede en la mayoría de los modelos de Audi, hace tres años surgió una versión destinada para aquellos clientes que buscan ir más allá de lo ordinario. Fue así que el sello RS (RennSport, que en inglés significa Racing Sport), que dota de deportividad pura a los modelos de la marca, fue llevado al Q3. Aunque las capacidades de este SUV fueron elevadas sustancialmente, la casa de Ingolstadt quiso ir más allá, así que meses después de actualizar la primera generación, lo mejorado fue perfeccionado con la creación del RS Q3 Performance, un vehículo que supera las prestaciones del ya de por sí rápido RS Q3 “a secas.”
Siguiendo los pasos modelos del RS7, uno de los sedanes más poderosos del planeta, el Q3 potencializado obtiene una imagen más agresiva y un desempeño fuera de serie. Basta decir que el 0 a 100 km/h, sin duda la referencia número uno para saber de qué está hecho un deportivo, lo hace en 4.4 segundos. Esto es apenas dos décimas de segundo más que el Porsche Cayman S dotado con 350 caballos de fuerza y claro menos kilógramos de que el Q3. Y, en efecto, una vez que se presiona el acelerador a fondo el cuerpo siente y escucha de inmediato esa capacidad que tiene el SUV de elevar la aguja del velocímetro a los primeros 100 km/h en menos de cuatro segundos y medio.
Como buen vehículo RS complementado con la designación Performance, la agilidad y arrogancia del Q3 no sólo parte del motor y la transmisión, sino que existen una serie de elementos que ponen su grano de arena como la suspensión con un trabajo más rígido, el chasis, la dirección y los frenos superiores al tamaño de un rin de 14 pulgadas.
Lo cierto es que con lo vale este RS Q3 Performance, no sería una idea descabellada tener en mente al RS3 que entrega capacidades de aceleración similares por un menor precio. Aunque eso sí, la balanza se inclina con la camioneta cuando hablamos de espacio en la zona de carga, en la segunda fila de asientos y la afamada elevada posición de manejo.
Dejando a un lado cuál cuesta menos dinero o quién ofrece el mayor volumen en la cabina, es un hecho que el desplante que ofrece el Q3 con las siglas RS en el interior y exterior es digno de un deportivo nato. Eso sí, en ningún momento se olvida de todo el confort y lujo que podemos encontrar en un modelo de Audi.
Estamos de acuerdo que este RS Q3 Performance es una SUV endemoniada, sin embargo, está la Q5, que si bien carece de ese nivel deportividad, sí tiene un interior más amplio. Aquí es donde entra la disyuntiva: ¿más poder sacrificando espacio o más espacio con menos potencia? Uf, decisiones.