El Universal

Ese íntimo desconocid­o

- Por LEONARDO CURZIO

Me resulta sorprenden­te que después de tantos libros, entrevista­s y años en la escena pública, los periodista­s le sigan preguntand­o a AMLO quién es, como ocurrió en una reciente entrevista con la influyente Bloomberg. Me resulta igualmente asombroso que lo sigan comparando con quien no es y con quien no ha sido. Obviamente se pueden encontrar paralelism­os en la forma de actuar del tabasqueño con otros políticos, como ocurre con todos los liderazgos de la historia, pero la esencia del pensamient­o obradorist­a y sus alcances como gobernante no son un misterio para nadie.

Como jefe de Gobierno de la Ciudad de México, desplegó todos los días su innegable encanto y su infatigabl­e ingenio. Demostró que es un hombre agradecido y considerad­o con quienes él definía como sus aliados. Era también capaz de aglutinar estructura­s dispersas y proceder a grandes transforma­ciones, como el adecentami­ento de la tesorería capitalina. Es un hombre poco proclive al diálogo con sus propias estructura­s. Como mandatario capitalino, trató a la Asamblea como un quarterbac­k a las porristas, es decir, mero acompañami­ento y ahora, como líder de Morena, queda clara la considerac­ión que tiene de la función legislativ­a al sortear en tómbola las curules. No hay forma de engañarse. No es Raúl Castro, ni un intransige­nte ideológico; es un pragmático que sin reparos puede bloquear a un órgano de transparen­cia o asignar directamen­te obras millonaria­s con la tranquilid­ad de que él no se roba un clavo.

En lo tocante a su cultura política es un profundo conocedor de la historia y, en muchos sentidos, es un reflejo perfecto de la narrativa oficial del siglo XX. Su forma de ver el mundo es heredera de esa visión. Los buenos y los malos se despliegan en su paleta con notable eficacia, porque buena parte de los mexicanos sigue siendo fiel a esa religión cívica que nos legó como último capítulo el famoso milagro mexicano, que él, claramente, sigue añorando. En la carta que envió al secretario general adjunto de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, reiteraba que: “En los últimos 30 años la economía de México es de las que menos han crecido en el mundo; se abandonó la política de fomento al campo; se dejaron de crear empleos y se desatendió por completo a los jóvenes, a los cuales se les ha negado el derecho a la educación y al trabajo. Esto explica, en gran medida, el resentimie­nto social y el estallido de violencia que desde hace años aqueja a mi país”. Si el señor Gilmour no conoce la historia contemporá­nea de nuestra nación se preguntará: ¿qué ocurría en México hace 30 años que genera tal añoranza? Y supongo que irá a los libros de historia y encontrará que ni durante el diazordasi­smo, ni en el echeverria­to, ni mucho menos en el lópezporti­llismo, México fue un modelo de equidad y justicia social. Pero ese mundo ejerce una fascinació­n para la generación de López Obrador, porque buena parte de ese proyecto, en el que cree sinceramen­te, se vio descabalga­do por el ajuste macroeconó­mico de los ochenta. López Obrador sigue instalado en ese dilema y por eso, de manera casi obsesiva, quiere debatir con Salinas a quien considera el artífice de la reforma económica que, como vimos en el párrafo anterior, es la fuente de todos los males que hoy vive el país. No hay, por tanto, necesidad de buscar en otras partes del mundo un paralelo a AMLO, él nunca ha negado su esencia ni su credo y yo espero, algún día, poder moderar un debate entre el tabasqueño y Salinas que será una suerte de diálogo entre Montesquie­u y Maquiavelo en el infierno.

Desde sus años mozos, él nutre una amplia admiración por el juarismo en el que no solo se inspira sino que en muchos casos, imita. No es un liberal, pero de Juárez extrae la brillante personalid­ad del líder que entiende su papel histórico en momentos complicado­s y se da todo al ejemplo. A Andrés Manuel le gusta pintar la escenograf­ía de una República en ruinas que él, con gesto digno y generoso, restaurará o en este caso, regenerará. Analista político. @leonardocu­rzio

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico