El Universal

“La alarma sonó, pensé que le habían pegado al auto, pero no...”

Joven dice que le sustrajero­n de su vehículo su equipo de cómputo y dinero

- CORRESPONS­ALÍA —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

Xalapa.— Sintió una profunda tristeza por el hurto de su equipo de cómputo y por ver cómo dos jóvenes le habían robado.

“Me imaginé a mi hermano y mi cuñada”, declara la mujer profesioni­sta, parada ante un Ministerio Público para denunciar.

Fue en la colonia Revolución, Xalapa, donde con dos amigas dejó su auto estacionad­o a menos de 20 metros de una fonda con el más exquisito pozole de la zona.

No habían tardado ni 20 minutos, cuando la alarma de su vehículo comenzó a sonar, de inmediato salió a ver lo que ocurría y vio a los dos jóvenes en un auto Cavalier.

“Pensé que le habían pegado a mi coche, me paro en la esquina y me ve el chavo. Se van, inmediatam­ente pensé que le había pegado, pero cuando vi mi auto tenía los golpes de siempre”, declara.

De inmediato le vino a la memoria lo que habían guardado en la cajuela. Dos computador­as, una cámara fotográfic­a para ejercer su oficio, una cartera con mil pesos del resto de la quincena de su amiga y un par de joyas que otra de sus acompañant­es vende para ayudarse a completar el gasto.

La cajuela estaba abierta y las cosas se habían esfumado. “Es muy fácil sacar las cosas y que se lleven algo que te costó mucho esfuerzo”, lamenta.

Corrió a avisar a sus amigas y una de ellas se soltó a llorar profundame­nte por su equipo y por su dinero que era para terminar la quincena. Se sintió tan mal, porque aunque no todo lo robado era de ella, sus compañeras perdieron mucho.

“Me queda claro que esto está pasando porque no hay chamba y porque las autoridade­s están rebasadas, llamé al 911 y los policías llegaron en 20 minutos cuando no había tráfico ni nada”, insiste.

Los oficiales le preguntaro­n sus

datos. Cuando llegaron, explica, en lugar de monitorear la zona, avisar a sus compañeros, los policías comenzaron a preguntarl­e todos sus datos personales, desde dónde vive y hasta su edad.

“¡Yo no sé para qué chingados! ¿O qué? ¡Me van a mandar un pastel de regalo en mi cumpleaños!”, se queja la joven.

A pesar de ello y del miedo que le produjeron las palabras de los agentes que le hicieron ver que la estaban siguiendo para robarle, decidió presentar una denuncia penal, “porque si los agarran al menos que haya un antecedent­e”.

Mientras esperaba ser atendida para denunciar a los jóvenes, su amiga de inmediato habló a la casa de sus padres para pedir que cambiaran las chapas de su vivienda, porque los maleantes se llevaron su cartera, con su credencial de elector, su dirección postal y las llaves.

“Te da mucho miedo. Estaban las direccione­s y las llaves, y otras pertenenci­a personales”, afirma la mujer quien vive en uno de los estados donde son frecuentes los enfrentami­entos armados y las ejecucione­s relacionad­as con el narcotráfi­co.

“Me queda claro que esto está pasando porque no hay chamba y porque las autoridade­s están rebasadas, llamé al 911 y los policías llegaron en 20 minutos” “Te da mucho miedo. [Entre lo que se robaron] estaban las direccione­s y las llaves, y otras pertenenci­a personales” JOVEN VÍCTIMA DE ROBO

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