El Universal

AMLO y las Fuerzas Armadas

- sgarciasot­o@hotmail.com Salvador García Soto

Primero fue Tepic y luego Nueva York. En un mes Andrés Manuel López Obrador se enredó con dos declaracio­nes públicas en las que cuestionó a las Fuerzas Armadas y su actuación en temas de seguridad pública.

Los dos señalamien­tos de Andrés Manuel calaron al interior de las institucio­nes castrenses. La Marina expresó su molestia en voz de su titular, almirante Vidal Francisco Soberón, quien salió personalme­nte a negar, “con informació­n al 100%”, la afirmación del precandida­to presidenci­al sobre la presencia de menores entre los fallecidos en aquel operativo y a aclarar que no hubo abuso de la fuerza. Y en el caso del Ejército, en una inusual y fuerte respuesta, el secretario de la Defensa mandó al director de Derechos Humanos de la institució­n, José Carlos Beltrán, a rechazar “injurias y ofensas provocadas” y a denunciar “señalamien­tos de diferentes orígenes” sobre violacione­s de derechos humanos. “Si hay alguien que tenga pruebas que las presente”, dijo el militar, en alusión al comentario de López Obrador sobre que debía cuestionar­se al Ejército sobre la desaparici­ón de los 43 normalista­s de Ayotzinapa.

En los dos casos, la Marina y la Defensa Nacional, no hizo falta que los mandos castrenses mencionara­n su nombre para que todos interpreta­ran que se trató de una respuesta directa y frontal al aspirante presidenci­al de Morena. Y fue evidente que los comentario­s y señalamien­tos públicos del tabasqueño causaron molestia e indignació­n dentro de las institucio­nes militares. Eso no quita que el tema haya sido aprovechad­o políticame­nte por los adversario­s del tabasqueño que, lo mismo desde el gobierno que desde otros partidos o desde los medios, aprovechar­on los resbalones declarativ­os —expresados con convicción por el declarante— para tundir con calificati­vos (“irresponsa­ble”, “intolerant­e”, “irrespetuo­so”, “mentiroso”) al puntero en las encuestas presidenci­ales.

AMLO no midió el impacto de dos señalamien­tos públicos que pretendían cuestionar de fondo la estrategia de combate al n arco tráfico,que él ofrece cambiar ,“porque ha fracasado”, y abrió un innegable frente político con las Fuerzas Armadas. De paso le dio a sus adversario­s, desde el secretario de Gobernació­n, Miguel Osorio, hasta otros contrincan­tes, un filón apetitoso para hacerlo ver como un candidato que se confronta con un poder real del Estado y una institució­n aún bien evaluada y apoyada por los mexicanos, a pesar de casos documentad­os de abusos y violacione­s. Si en 2006 Fox y sus estrategas lograron aprovechar las expresione­s del tabasqueño para confrontar­lo con los empresario­s —“el peligro para México”— hoy desde el gobierno peñist asees fuerza npormost rara AMLO como “enemigo del Ejército”.

López Obrador reaccionó con mensajes en redes pidiendo a sus detractore­s “serenarse” y asegurando que “los soldados van a votar por mí como lo hicieron en 2006 y 2012”. Y tal vez no le falte razón. Encuestas levantadas en las afueras de varios cuarteles militares arrojan simpatías del personal militar de hasta 65% hacia el tabasqueño. Por eso su declaració­n de que, de llegar al gobierno, “les vamos a aumentar el sueldo a los soldados”. Pero Andrés Manuel pierde de vista que, si bien puede tener apoyo de las tropas, a las que se refiere como “pueblo uniformado”, en las cúpulas castrenses, a nivel de generales, sus cuestionam­ientos sí han causado malestar. Y al final las Fuerzas Armadas son institucio­nes verticales, y un enfrentami­ento con los mandos castrenses no es algo que convenga a ningún aspirante a la Presidenci­a.

Todo esto podría resumirse en una conclusión para el adelantado aspirante de Morena que, al mismo tiempo que obtiene un guiño público de los banqueros que dicen que podrían “trabajar con él”, también se gana una reprimenda pública del Ejército. Y la conclusión es: están “cazando” al Pejelagart­o. Y reza el dicho popular que el pez por su boca muere. Y por ahí pueden agarrar a López Obrador. NOTAS INDISCRETA­S… Ya se supo quién le consiguió a Edgar Elías Azar el exilio dorado de la embajada en Países Bajos: el influyente consiglier­e de Los Pinos, Humberto Castillejo­s Cervantes. ¿Sería también él quien convenció al ex presidente del Tribunal capitalino de impugnar la Constituci­ón de la CDMX y traicionar al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera?... La declaració­n de Ricardo Monreal, en la que casi ora por sus adversario­s —“Que Dios los ayude porque les voy a ganar”— fue la respuesta del torpedeado jefe delegacion­al en Cuauhtémoc a todos los líderes y grupos de Morena que han operado en su contra. Así contestó el zacatecano al llamado Tucom (Todos Unidos contra Monreal) dentro de Morena. Y es que, aun violando los estatutos de su partido que prohíben expresione­s de “cargada” en favor de alguna persona, todos a los que alude Monreal apoyan a la autodestap­ada Claudia Sheinbaum que, sin haber hecho mucho en Tlalpan, ya suspira por el Palacio del Ayuntamien­to… Paran los dados. Escalera.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico