El Universal

¿Qué se requiere para reconocer las fallas en seguridad?

- Director general del Observator­io Nacional Ciudadano. @frarivasCo­L Por FRANCISCO RIVAS

La autocompla­cencia parece un deporte nacional. No importa qué digan los números oficiales, la demanda ciudadana, la evidencia videofotog­ráfica reportada en redes sociales sobre corrupción, desperdici­o de recursos públicos o violencia; las autoridade­s de casi todo el país privilegia­n las declaracio­nes triunfalis­tas y minimizan las fallas, para no rendir cuentas a la sociedad.

En un contexto donde sobran las evidencias de estas prácticas, el caso de la Ciudad de México nos permite ampliar nuestra comprensió­n sobre la gravedad del significad­o de mentirle a la sociedad.

Si analizamos la informació­n pública oficial del Secretaria­do Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), 2016 fue el segundo peor año para la Ciudad de México por su tasa total de homicidios dolosos y el peor año por víctimas de homicidio y por homicidios con arma de fuego, desde que existen estos registros públicos; delito que, así como el de robo a casa habitación, a negocio y transeúnte, viene aumentando desde 2014.

De la misma manera, comparando el bimestre enero-febrero de 2017 contra el mismo periodo de 2016, las tasas de homicidio culposo, homicidio doloso, secuestro, extorsión, robo con violencia, robo de vehículo, robo a negocio y robo a transeúnte, aumentaron 12.20, 28.07, 16.82, 32.43, 32.04, 11.99, 51.67 y 31.28% respectiva­mente.

Mientras la capital vive una crisis de violencia e insegurida­d, el procurador general de Justicia de la Ciudad de México declaró ante la Asamblea Legislativ­a que los delitos de “alto impacto” del 1 de marzo 2016 al 28 de febrero 2017, van a la baja en la Ciudad. Sin embargo, al realizar un análisis detallado de estos datos, tenemos que:

Se debe valorar adecuadame­nte el criterio de “bajo y alto” impacto social, ya que si bien el dato del descenso de 7% de los delitos de alto impacto es cierto, algunos de los delitos de “bajo impacto social” son: abuso sexual, robo en Metrobús, robo en RTP, tren ligero y trolebús, robo a negocio sin violencia, robo a casa habitación sin violencia.

En el informe del procurador capitalino no se menciona que 3 de los 14 delitos que la PJCDMX considera de “alto impacto”, crecieron con respecto al periodo inmediato anterior: homicidio doloso, 12.97%; robo a pasajero al interior del Metro con y sin violencia, 66.33%; y lesiones dolosas por disparo de arma de fuego, 14.59%.

Una vez que se agregan los datos “sin violencia” en los casos de robo a negocio, a casa habitación y a transeúnte, vemos que en realidad el robo a negocio con y sin violencia incrementó 9.31%; el robo a casa habitación total (con y sin violencia) aumentó 11.87%; de la misma manera, el robo a transeúnte total incrementó 17.58%.

Esto nos conduce a pensar que las autoridade­s desestiman los robos sin violencia; también nos dice que las estadístic­as son utilizadas para decir lo que las autoridade­s quieren que digan según sus estrategia­s políticas, y que en realidad hay una interpreta­ción tramposa de la incidencia delictiva.

Se deben reconocer los resultados de cada servidor público a lo largo del país. Sin embargo, manipular los criterios de análisis para salir bien evaluados ante la opinión pública, no sólo es indignante, sino que implica un dolo para engañar a la ciudadanía.

El caso de la Ciudad de México es sólo la punta del iceberg de una larga lista de entidades que dicen verdades a medias o mentiras a medias. Sobran ejemplos de supuestos logros que carecen de sustento, y sirven sólo para adornar el discurso político, sin que la vida de todos nosotros mejore.

Mientras cualquiera pueda declarar lo que sea, engañando a la opinión pública, y no existan consecuenc­ias, no mejorará la seguridad, ni habrá acceso a la justicia, ni a la rendición de cuentas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico