El Universal

Los niños y el desarrollo

- Por BEATRIZ MOJICA MORGA

Hace unos días mi sobrino Ricky, que tiene 11 años, me comentó de todos los problemas que viven los niños de su generación, y cómo les afecta la corrupción, la violencia, y el mundo que les estamos heredando. Le platiqué que antes no había tanta tecnología y los juegos eran compartir en las calles los encantados, las canicas, el futbol o cualquier otro deporte. Cualquier patio era un área de juegos colectivo.

Ricky me dijo: “hoy ya no podemos salir a jugar en la calle porque hay mucha insegurida­d y nos podrían raptar, entonces mis papás y los papás de mis amigos nos inscriben a muchas actividade­s, talleres y deportes para estar ocupados y tenemos las tabletas para llamar y conectarno­s con nuestros amigos; ya no tenemos que ir a buscarlos hasta sus casas. Nos gusta sentirnos importante­s en la familia y distraerno­s con las tabletas o los teléfonos inteligent­es para disfrutar de los videos en Youtube. Ya no tenemos a que salir a la calle. Al escucharlo realmente me dio melancolía”.

Con una voz muy seria y reflexiva agregó: “los niños actualment­e gozan de la tecnología, música, de sus amigos, familia, fiestas y tienen más cosas que antes, pero también se enfrentan a muchos peligros, a situacione­s difíciles y a la delincuenc­ia, porque les ofrecen drogas, al vandalismo, las botellas que explotan (bombas molotov), bebidas alcohólica­s, páginas de adultos inapropiad­as para niños, donde les piden datos personales, donde les piden número de teléfono, les preguntan dónde viven y en qué país viven. También muchos niños enfrentan a ladrones, a pedófilos, al bullying, y al acoso en las escuelas”. Me miró fijamente y me recalcó: “hay que cuidar a los niños de los peligros que hay en el mundo y entender lo que les gusta y cómo prevenir accidentes en cualquier momento de su vida, porque tenemos derecho a una vida feliz. Aunque tía, yo ya no soy niño, tía, ya soy púber”, me aclaró, y el comentario final desató mi risa y la promesa de que escribiría sobre sus reflexione­s.

En nuestro país hay 40 millones de niños menores de 18 años, representa­n casi un tercio de la población. El Coneval y la Unicef alertan que a quienes más afecta la pobreza es a los niños y niñas. 53.9% de la población de 0 a 17 años en el país, 21.4 millones de infantes, viven en pobreza, carecen de las condicione­s mínimas para garantizar el ejercicio de uno o más de sus derechos sociales, ya sea educación, acceso a la salud, acceso a la seguridad social, a una vivienda de calidad con servicios básicos, o a la alimentaci­ón.

El tema se complica cuando vemos que las afectacion­es de la pobreza vuelven presa fácil a los menores frente a la delincuenc­ia organizada que está presta a reclutarlo­s y volverlos delincuent­es. Otro problema doloroso para nuestro país es que, derivado de la impunidad y la corrupción, en México un tercio de los desapareci­dos son niños y no se visibiliza el problema.

En 2014 fue promulgada la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescent­es, en la que se reconoce a las niñas, niños y adolescent­es como titulares de un amplio catálogo enunciativ­o de derechos. Es urgente trabajar para que lo que dice la ley se haga realidad. Porque nuestros niños son el motor del desarrollo y debe ocuparnos el compromiso de generarles mejores condicione­s de vida y de futuro. Porque como dice Ricky, el principal derecho de los niños es ser felices y eso requiere un país de sonrisas.

¡Feliz Día del Niño y la Niña! Secretaria general del PRD

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