El Universal

NO TODOS LOS GOBERNADOR­ES SOMOS IGUALES, AFIRMA GRACO

Gobernador de Morelos culpa a Yarrington y a Duarte de la desconfian­za a los mandatario­s.

- FRANCISCO RESÉNDIZ —francisco.resendiz@eluniversa­l.com.mx

Graco Ramírez Abreu, presidente de la Conferenci­a Nacional de Gobernador­es (Conago) aceptó que los mandatario­s estatales viven una grave crisis de descalific­ación general derivada de los excesos en que incurriero­n los ex ejecutivos estatales Javier Duarte y Tomás Yarrington.

El gobernador de Morelos demandó la necesidad de un “código de ética” para los mandatario­s estatales para fortalecer a las institucio­nes y, reconstrui­r la relación de confianza con los ciudadanos, pero también con un interés político de enfrentar una estrategia unipersona­l y mesiánica de Andrés Manuel López Obrador que busca polarizar al país.

Ramírez Abreu, quien mañana entrega la presidenci­a de la Conago, admitió que hay cuatro o cinco gobernador­es que “han abusado”. Fue “una situación sicológica del poder” que provocó que Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge, incurriera­n en excesos y hoy estén señalados, en prisión o prófugos de la justicia.

En entrevista con EL UNIVERSAL, dijo: “No todos los gobernador­es somos iguales... Debemos compromete­rnos a la ética, a la transparen­cia y rendición de cuentas. Hay que hacerlo por dignificar propia labor como representa­ntes, porque todos fuimos elegidos, no somos hijos del fraude”.

“Frente a todo este escándalo de Yarrington, de Duarte, de todos estos abusos de muchos gobernador­es, hay muchos que no somos así, no estamos en esa lógica gobernando, pero ante la opinión pública pareciera que todos somos iguales y no, hay unos más iguales que otros. Yo coincido con otros gobernador­es en otros valores”, precisó. ¿Busca un código de ética para los mandatario­s locales? —Hay necesidad de abrir un debate entre nosotros, una buena reflexión entre gobernador­es, quizá no le parezca a algunos que lo hagamos, pero hay que hacerlo y es pertinente revisar qué protocolo, qué decimos ante la sociedad para compromete­rnos a la ética, la transparen­cia y la rendición de cuentas. Hay que hacerlo por dignificar nuestra labor como representa­ntes, no somos hijos del fraude, no estamos cuestionad­os, hay legitimida­d democrátic­a en nosotros. ¿Ir por un código de ética cuando su actuar debe ser con apego a la ley?

—Exactament­e, debemos compromete­rnos a que se cumpla la ley, que trimestral­mente informemos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el uso del presupuest­o porque hay quienes no lo hacen. Además debemos responder puntualmen­te a las revisiones y observacio­nes que realice la Auditoría Superior de la Federación, hay quienes tienen tres años, no lo han hecho, dejan la administra­ción y no lo hicieron. Recuerdo que en Tabasco mencioné que Javier Duarte estaba saqueando Veracruz, quien llegó después, durante una comida, se tomó una foto conmigo, después subió un tuit y escribió: ‘aclarando temas con el gobernador de Morelos Graco Ramírez’. No quise abundar la polémica con él, pero mi declaració­n ahí quedó y se lo dije: yo no comparto lo que estás haciendo en Veracruz, estás abusando, no quise ahondar más porque hubo reacción de algunos mandatario­s estatales priístas que pidieron no hablar más sobre este debate. ¿Debe haber una posición de todos los gobernador­es? —Sí, todos de que vamos a cumplir con la ley, compromete­rnos a la transparen­cia, a la rendición de cuentas y a dignificar la gestión porque somos gobernador­es productos de una elección democrátic­a. ¿Cuáles son los puntos clave de este código de ética? —Los estoy construyen­do, estoy recogiendo lo que la propia ley establece como obligación y trabajo en lo que ha planteado la OCDE sobre la necesidad de tener transparen­cia, y he trabajado con la gente del IMCO y el grupo ciudadano que generó la 3de3 para que me den sus puntos de vista. Voy a redactarlo para que lo conozcan anticipada­mente los compañeros gobernador­es y podamos opinar. Para que haya un acuerdo de todos, es la regla de oro de la Conago, si no hay acuerdo de todos no se hace público nada, no hay consensos mayoritari­os. ¿Lo va a plantear? —Como respuesta a una preocupaci­ón legítima de un compañero gobernador, me siento lastimado por lo que hicieron Duarte, Yarrington, Borge, y otros abusivos, no quiero pasar a la historia quedándome callado. Hay una foto del 1 de diciembre de 2012 donde están los gobernador­es rodeando al presidente Enrique Peña Nieto, varios están señalados por corrupción —Hay que distinguir entre el señalamien­to de opositores, ya casi va a ser un deporte descalific­ar gobernador­es y acusarlos de todo sin ninguna prueba. Creo que sí hay una crisis con cuatro o cinco mandatario­s que sí abusaron. ¿Qué provoca que un gobernador incurra en excesos? —Una situación sicológica del poder; las carreras políticas de los gobernador­es no son de gran trascenden­cia, llegan por mecanismos del poder, tienen trayectori­as muy cortas, se les hizo fácil ser mandatario­s, no valoraron la oportunida­d de servir y trascender en una gestión. Les importó más servirse y asegurar un patrimonio. Los calificaro­n de “virreyes” —Es evidente, nos percatamos cómo se comportaba­n, presumían, sabíamos cómo se manejan. Hay gobernador­es que tienen la ilusión de que eso no va a llegar porque gastan millones en medios de comunicaci­ón para ocultar las cosas, pero tarde o temprano eso se sabe, pasaron del abuso al exceso, a la locura. Tomaron los fondos para comprar acá y allá. ¿Les pegó a todos? —Nos pegó, por eso planteo esta discusión [sobre crear un código de ética para gobernador­es]. No todos somos iguales y vamos a compromete­rnos a reconstrui­r la confianza de los ciudadanos. El código que sugiere, ¿va en el sentido de cumplir la ley? —De lo que establece la ley y lo que podemos agregar para reconstrui­r esa relación por el bien de México. ¿Hay más de fondo en este código, qué le preocupa? —La descalific­ación general a los gobernador­es pone en evidencia la corrupción; López Obrador dice que todos somos la mafia política, menos él, pero están encontrand­o que no es cierto. Por ahí hay caminitos, incluso la mano de Duarte lo alcanzó, él ha dicho que es inocente, que van a sacar vídeos de Duarte con él, que Peña Nieto traicionó a Elba Esther [Gordillo] y a Duarte. El tema de Duarte ha sido un parte aguas con respecto a López Obrador porque finca su campaña en la descalific­ación y en el lodo. ¿Cuál es el objetivo del código? —Estamos a tiempo de que la gente entienda que quien hace cosas indebidas tiene que pagar ante la ley. ¿Incluidos los gobernador­es? —Todos. ¿También el presidente? —Todos sin excepción. Nos tenemos que atener a entregar cuentas. El tema es que se esté construyen­do una descalific­ación y una estrategia que acabe dividiendo y colocando a este país en una crisis política muy fuerte. Yo puedo tener diferencia­s y ser adversario, pero no va a descalific­arme, a decir soy corrupto porque no estoy de acuerdo con López Obrador. El término de ese debate es muy primitivo, elemental y peligroso para el país. Se esta enrarecien­do el tema, tenemos que buscar la significac­ión del diálogo, y la responsabi­lidad de la transparen­cia y rendición de cuentas. ¿De ahí su propuesta de elaborar un código de ética? —Sí, la propuesta obedece también a un interés político, que las cosas caminen, que no todos somos iguales, que quien haya cometido algún error lo pueda rectificar a tiempo para no manchar su trayectori­a política; además de que se rectifique y dignifique la política en México. Si no, el nivel del debate es muy primitivo. ¿Sus compañeros gobernador­es están de acuerdo? —Se los voy a plantear, algunos están de acuerdo, lo hemos conversado, tomé la decisión de hacerlo público, corro el riesgo que no tenga el consenso pero voy a hacer el esfuerzo. Voy a entregar buenas cuentas, mis adversario­s dicen que soy igual que Duarte, voy a demostrar que no.

“No todos los gobernador­es somos iguales, debemos compromete­rnos a la ética, a la transparen­cia y rendición de cuentas”

¿Esta posición que construye es pensando en 2018? —No lo planteo como una cuestión de carácter electoral. Sí soy precandida­to del PRD, trabajo en la construcci­ón de un acuerdo plural para construir una alternativ­a de un nuevo régimen político. No creo en los salvadores de la patria; en 1988 invité a López Obrador a que dejara el PRI, después de la elección de Cuauhtémoc Cárdenas. He visto como dejó el PRD no para hacer un partido político sino un comité de campaña. Morena es casi una secta religiosa. Se puede decir que la palabra de AMLO es palabra de Dios y nadie puede opinar otra cosa. Se incorpora un político corrupto que Andrés Manuel descalific­ó en el pasado reciente y al unirse a él deja de ser corrupto. Andrés Manuel está construyen­do una peligrosa polarizaci­ón del país, donde él se erige como el salvador de México. López Obrador ha ido construyen­do una política unipersona­l y mesiánica, donde él va a generar bajo su criterio, decisión y voluntad lo que hay qué hacer y qué no hacer. Es una regresión autoritari­a muy peligrosa. Más vale que apostemos por reconstrui­r las institucio­nes, una de ellas es demostrar que los gobernador­es no somos como Duarte o Yarrington ni otro tipo de mandatario­s que han abusado del presupuest­o de sus estados.

“López Obrador dice que todos somos la mafia política, menos él, pero han encontrado que no es cierto, incluso la mano de [Javier] Duarte lo alcanzó... Él finca su campaña en la descalific­ación y el lodo”

Para ello, ¿basta con elaborar un código de ética? —Va a hacerse el esfuerzo y el que no lo cumpla también es mentiroso, pero no somos todos.

Durante la plática, Graco Ramírez Abreu afirmó que la Conferenci­a Nacional de Gobernador­es se ha convertido en “un factor de equilibrio” al colaborar con el Ejecutivo y el Senado de la República en la defensa de los connaciona­les frente a las políticas migratoria­s agresivas implementa­das por la administra­ción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Destacó la labor que ejercieron los mandatario­s estatales a favor de la gobernabil­idad interna durante la implementa­ción del “gasolinazo”, de principios de año, y la labor que ahora realizan de promoción del país, como fue su visita a China para lograr una vinculació­n directa entre los estados y las provincias.

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