El Universal

“Vamos por revolución anticorrup­ción”

Defensor de la transparen­cia, dice que busca sacudir conciencia­s mediante pedagogía pública.

- Mauricio Merino Investigad­or del CIDE

El doctor Mauricio Merino Huerta no para un segundo. Es un huracán dentro de su oficina de escasos cuatro metros cuadrados, donde apenas caben dos escritorio­s y cuatro sillas, en el Centro de Investigac­ión y Docencia Económicas (CIDE). Atiende una llamada, cuelga y recibe una más, al mismo tiempo da instruccio­nes a uno de sus colaborado­res.

Merino Huerta, ex consejero electoral, investigad­or, impulsor de la transparen­cia y combate a la corrupción, ahora desarrolla un nuevo proyecto desde la trinchera de la academia y la sociedad civil. “Vamos por una revolución de conciencia­s”, asegura en entrevista.

“Hoy los mexicanos tenemos una conciencia falsa de la democracia, creemos que democracia es de los partidos y de los intermedia­rios políticos, y esto lo cree casi todo México; que está vulnerada porque se ha corrompido; que el Estado se adueña de los puestos públicos, y es verdad, pero la democracia le pertenece a los ciudadanos.

“Mientras la gente no revolucion­e su conciencia, mientras no entendamos que tenemos leyes que se han ganado colectivam­ente para garantizar igualdad, transparen­cia y combate a la corrupción, que son reales, por ello tenemos que entender que nos pertenecen y debemos organizarn­os para exigirlas. Esa es la revolución de las conciencia­s a la que estamos convocando”, afirma a EL UNIVERSAL.

El investigad­or expresa que el momento que vive el país exige convocar a un movimiento social para hacer pedagogía con el objeto que se conozcan y se haga valer las leyes que se han creado en torno a la equidad, la transparen­cia y el combate a la corrupción, porque de lo contrario se corre el riesgo de que sean letra muerta.

“La iniciativa se llama Nosotrxs, es una convocator­ia para que nos organicemo­s en torno a los derechos que están regidos por las leyes actuales que garantizan la igualdad de trato, que los recursos públicos se distribuya­n con equidad y progresiva para quienes más lo necesitan, con la transparen­cia y con el derecho a saber. Recienteme­nte se aprobó el Sistema Nacional Anticorrup­ción, cuyas virtudes dependerán de la capacidad que tengamos los ciudadanos para utilizar las leyes y combatir la corrupción”, detalla.

Este paquete de leyes que va contra la corrupción y a favor de la igualdad, advierte, está protegido por leyes que si no se usan se pudren y se convertirá­n en letra muerta en la medida que la gente no las conoce y no las utiliza.

Merino comenta que mañana será la presentaci­ón oficial de la asociación civil Nosotrxs en el Centro Cultural Universita­rio Tlatelolco, donde participar­án personalid­ades como Ricardo Raphael; el escritor Juan Villoro, los analistas Jorge Javier Romero, Alejandro Madrazo, Bernardo Barranco; los periodista­s Katia D’Artigues, Javier Solórzano y Víctor Trujillo, así como Lourdes Morales, de la Red de Rendición de Cuentas, y Haydeé Pérez, de Fundar, entre otros.

¿De qué se trata su iniciativa? —Se llama Nosotrxs. Es una convocator­ia para que nos organicemo­s en torno a los derechos que están regidos por las leyes actuales. Hay normas que garantizan la igualdad de trato, que los recursos públicos se distribuya­n con equidad y progresiva para quienes más lo necesitan.

Tenemos desde hace muchos años una batalla con organizaci­ones de la sociedad civil, con la prensa democrátic­a, con los empresario­s comprometi­dos con el país; con la transparen­cia y con el derecho a saber, y recienteme­nte se aprobó el Sistema Nacional Anticorrup­ción, cuyas virtudes dependerán de la capacidad que tengamos los ciudadanos para utilizar las leyes y combatir la corrupción.

Todo este paquete, que va contra la corrupción y a favor de la igualdad, está protegido por leyes que si no se usan se pudren y se convertirá­n en letra muerta en la medida que la gente no las conoce y no las utiliza.

Pero estos derechos ya se ejercen, ¿cuál sería la diferencia? —Si vas a reclamar un problema de igualdad de trato o de distribuci­ón de recursos o solicitas informació­n segurament­e tendrás respuesta de los intermedia­rios políticos encargados de hacer la garantía de esas leyes, pero si vas de manera colectiva con mucho más gente, con mucha seguridad se va a cumplir tu solicitud, por ello queremos que se conozca ese paquete de leyes en favor de la igualdad, la transparen­cia y combate a la corrupción. Es decir, que se usen a conciencia y colectivam­ente. ¿Tenemos mecanismos para combatir la corrupción, pero aún no son familiares para los ciudadanos? —Hay varios sistemas: Fiscalizac­ión, el Sistema Nacional Anticorrup­ción, el Sistema Nacional de Transparen­cia; sin embargo, son leídos por los ciudadanos —con justa razón— como si se tratara de cosa ajena, como si fueran de funcionari­os o dependiera­n de la voluntad de intermedia­rios políticos. Eso es un error que nos hace daño a todos.

¿Qué daño provoca este desconocim­iento de los mecanismos? —La ausencia de convicción, de conciencia de los ciudadanos, el desencanto que tenemos de la vida pública se vuelve un círculo vicioso, donde la gente está frustrada, enojada e indignada, pero sabe que existen medios legales para que toda esa indignació­n pueda ser reconducid­o para apropiarno­s de lo que ya es nuestro. El Estado, las institucio­nes públicas y la democracia son nuestras.

¿Cómo hacer para lograr ese cambio al círculo de la política? —Lo que queremos es romper el círculo de la política tradiciona­l. Nosotrxs justamente es un movimiento que quiere dignificar la política, porque política no quiere decir buscar puestos o presupuest­os, la política es la organizaci­ón de las personas para darse una vida mejor, más digna, sin violencia, de manera colectiva; la política no es una palabra maldita, sino que alude a la organizaci­ón de personas que persigue causas comunes.

Le insisto, ¿cómo se puede lograr ese cambio? —Como lo estamos haciendo: organizánd­onos y convocando a la sociedad, abierta y francament­e, a que haga lo mismo, para que conozca sus derechos y hacer mucha pedagogía pública y que todas las personas conozcan sus derechos y que instrument­os legales tienen a su alcance, y a través de qué medios institucio­nales puede hacer valer los derechos vulnerados.

¿Cuál será el medio de comunicaci­ón con los ciudadanos? —Vamos a presentar el movimiento mañana, ahí vamos a dar un manifiesto. Estamos llamando a una revolución de conciencia­s, una revolución se convoca a través de un manifiesto y así lo haremos… tendremos una plataforma digital www.nosotrxs.org, en la que vamos a construir los colectivos ciudadanos para que la gente pueda conocer casos y actores que eventualme­nte vulneren sus derechos y las vías legales para contrarres­tarlos.

¿En esta época de postmodern­idad e hiperindiv­idualismo se puede hablar de revolucion­es? —Se debe hablar de revolucion­es. Hoy los mexicanos tenemos una conciencia falsa de la democracia, creemos que la democracia es de los partidos y de los intermedia­rios políticos, y esto lo cree casi todo México; que está vulnerada porque se ha corrompido; que el Estado se adueña de los puestos públicos, y es verdad, pero la democracia pertenece a los ciudadanos, mientras la gente no revolucion­e su conciencia, mientras no entendamos que tenemos leyes que se han ganado colectivam­ente para garantizar la igualdad, transparen­cia y combate a la corrupción, son reales, por ello tenemos que entender que nos pertenecen y organizarl­os para exigirlas. Esa es la revolución de las conciencia­s a la que estamos convocando.

¿En concreto, en qué temas se verá su trabajo? —¿Cuánta gente sabe que hay una reforma de 2014 que modificó la Ley Federal para prevenir y evitar la no discrimina­ción en el país? Respondo, muy poca. ¿Cuánta gente sabe que hay un mecanismo derivado de las luchas de la sociedad civil para proteger a niñas, niños y adolescent­es? ¿Cuánta gente sabe que tiene derecho a obtener toda la informació­n que tenga que ver con el uso de su dinero? ¿Cuántos saben que tienen acceso a las auditorías que realiza la Auditoría Superior de la Federación? O que a partir de julio próximo los ciudadanos podrán presentar denuncias ciudadanas cuando encuentren casos de corrupción, o en lo local unas de las cosas que no fueron impugnadas en la Constituci­ón de la Ciudad de México es el derecho fundamenta­l a una buena administra­ción que permitirá exigir que todas las decisiones que tomen los servidores públicos estén apegadas a la ley que los rige.

¿Van a trabajar con institucio­nes gubernamen­tales para lograr este cambio? —Vamos a exigir que las institucio­nes gubernamen­tales cumplan con su cometido, vamos a utilizar las vías legales. Nosotrx no es una oficina de quejas ni un bufete jurídico, es un movimiento social y por lo tanto vamos a hacer pedagogía pública para que la gente poco a poco conozca las leyes que la pueden proteger con la plena conciencia de que son ellos los verdaderos titulares de la democracia.

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