Justicia ordena suspender actividades de Instituto Lula
Medida se relaciona con indicios de irregularidades cometidas allí Ex presidente brasileño será interrogado hoy por una de las causas en su contra
Brasilia.— Un juez de Brasilia ordenó ayer suspender las actividades del Instituto Lula, por sospechas de que esa entidad fundada para transmitir el legado del ex mandatario de izquierda sirvió como lugar de encuentro para cometer “varios ilícitos criminales”.
La suspensión de la institución ubicada en Sao Paulo ocurre la víspera de que hoy sea interrogado Luiz Inácio Lula da Silva por el juez Sergio Moro, de Curitiba (sur), por una de las acusaciones de corrupción que pesan contra el ex presidente en el caso Lava Jato, sobre una red de sobornos masivos en Petrobras. Moro busca saber si Lula es propietario de un tríplex que le habría ofrecido la constructora OAS, involucrada en el fraude a Petrobras, en retribución de favores ilegales.
“El Instituto Lula, aunque desarrolla proyectos de carácter social, pudo ser instrumento o al menos lugar de encuentro para la perpetración de varios ilícitos criminales", escribió el juez federal Ricardo Leite al aceptar la medida cautelar solicitada por la fiscalía, según un despacho al que accedió a la AFP. Leite está a cargo de uno de los cinco procesos judiciales que enfrenta Lula, acusado de participar de un plan para comprar el silencio de un ex directivo de Petrobras involucrado en el fraude de la petrolera estatal.
Lula declaró ante el magistrado por esta causa en marzo, cuando admitió que la sede del instituto en Sao Paulo era escenario de reuniones permanentes para tratar diversos asuntos. “No se sabe el tenor de lo que se trató allí, pero por declaraciones y testimonios (...) hay vehementes indicios de delitos criminales que pueden haber sido iniciados o instigados en ese lugar”, añade el escrito del magistrado. La medida contra el instituto, fundado en 2011, no especifica plazos de suspensión.
El juez federal Nivaldo Brunoni rechazó ayer mismo la solicitud de los abogados de Lula de aplazar su audiencia de hoy. La defensa había argumentado que necesitaba más tiempo para examinar las evidencias y documentos con vistas al testimonio que el ex gobernante presentará ante el juez Moro. Brunoni dijo en su fallo que la fecha de la audiencia no puede ser cambiada debido a las medidas de seguridad dispuestas para evitar tumultos en la ciudad de Curitiba.
Cientos de simpatizantes del ex mandatario llegaron ayer a este lugar para apoyar al líder izquierdista. Con camisetas y banderas rojas del Partido de los Trabajadores (PT), llegaron en autobuses o en avión desde todo Brasil. Sólo desde Sao Paulo salieron 100 autobuses, dijo a la AFP el Frente Brasil Libre, que reúne a varios movimientos sociales. “Vinimos porque entendemos que el proceso contra Lula está viciado y es necesario demostrar que el pueblo está atento, que el pueblo está observando”, dijo a la AFP Jo Portilho, una empleada de banco de 54 años, que tomó un avión desde Río de Janeiro para llegar a la capital de Paraná.
De su lado, integrantes del Movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra (MST) empezaron a instalarse en improvisadas carpas para pasar la noche. El inicio del juicio está programado para las 14:00 horas locales.
La seguridad en la llamada “capiral de la Operación Lava Jato” fue reforzada alrededor del juzgado para evitar posibles enfrentamientos entre simpatizantes y detractores del ex mandatario (2003-2010), de 71 años y quien lidera las intenciones de voto de las presidenciales de 2018 al tiempo que concita los mayores índices de rechazo.
Mientras los simpatizantes llegaban, en la ciudad fue colocado un gran cartel que decía: “Bienvenido. La República de Curitiba te espera de rejas abiertas”, acompañado por un dibujo de Lula vestido con ropa de presidiario.
La fiscalía acusa al ex presidente de haber recibido el equivalente a 1.16 millones de dólares de OAS, incluyendo el tríplex ya mencionado en el balneario de Guarujá (Sao Paulo) y el costeo del almacenamiento de sus bienes personales y de su acervo presidencial entre 2011 y 2016.
Lula, quien enfrenta otras cuatro investigaciones por corrupción pasiva, lavado de dinero y obstrucción a la justicia, niega los cargos y asegura que es víctima de una persecución judicial y mediática para que no pueda presentarse a las elecciones de 2018.
Si es condenado, y el fallo ratificado en segunda instancia, el hombre que ganó fama mundial por capitanear el “milagro brasileño” hace una década deberá bajarse de esa elección. “Si ellos no me meten preso en breve, quien sabe si un día yo los hago detener por las mentiras que cuentan”, amenazó Lula el viernes en un mitin.