Confirman a Lighthizer como representante comercial de EU
El funcionario es partidario del proteccionismo y de la aplicación de aranceles contra firmas que importen a su país
Washington, DC.— El Senado de Estados Unidos confirmó a Robert Lighthizer como representante comercial del país, un nuevo paso para aclarar el camino hacia la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La ratificación de Lighthizer, aprobado por una amplia mayoría (82-14), despertó las reticencias de un par senadores republicanos como John McCain y Ben Sasse, quienes se opusieron por “haber fallado en asegurar que entendía los beneficios económicos positivos del TLC en el país”.
Lighthizer, de 69 años, es un veterano de línea dura, proteccionista y favorable a la imposición de aranceles a empresas que deseen importar a Estados Unidos.
Muy crítico con las políticas comerciales de China y con los tratados de libre comercio, tiene experiencia en la administración de Ronald Reagan, donde fue vicerepresentante comercial en ese gobierno.
Su papel se prevé crucial en el diálogo para el nuevo TLCAN que EU quiere firmar con México y Canadá.
Con la confirmación de Lighthizer se consolida el trío que liderará esas negociaciones. Los otros dos vértices serán el secretario de Comercio, Wilbur Ross, y el asesor económico de la Casa Blanca, Peter Navarro.
La ratificación del nuevo representante comercial de Estados Unidos, que tendrá rango de embajador plenipotenciario, es la superación del que se espera sea el último obstáculo antes de que el Congreso acepte la carta de aviso del gobierno de Trump en la que expresa su deseo de renegociar el tratado comercial.
En una entrevista a The Economist, el presidente de EU, Donald Trump, aseguró que el aviso fue enviado “hace 70 días”, pero que sin un “negociador” [Lighthizer] no podía ser aprobada por el órgano legislativo y poner en marcha el denominado fast-track, fórmula expedita para la negociación de tratados comerciales.
Una vez que sea aceptada, el temporizador empezará su cuenta atrás hacia los 90 días preceptivos antes de que, oficialmente, el gobierno de Estados Unidos pueda sentarse en la mesa para renegociar.