“Trump pagará el muro; y les voy a cobrar cover”
El fundador de Botellita de Jérez se destapa por la Presidencia 2018 Afirma que los políticos se han ganado a pulso la mala imagen
“Yo tengo un plan para que México sea parte de la Organización de las Mansiones Unidas y voy a hacer una casa más grande que la Casa Blanca” “Yo soy el único que la verdad le puede ganar a López Obrador, por mi honestidad; o sea, nadie es más honesto. Para mí los 500 mil pesos para Eva Cadena son muy poquito” SERGIO ARAU Músico, pintor y cineasta
Sergio Arau Corona se destapa con EL UNIVERSAL. Afirma que va por la Presidencia de la República en 2018.
El artista (músico, cineasta y pintor) radicado en Los Ángeles adelanta uno de sus proyectos: cobrarle cover a los estadounidenses si el presidente de ese país, Donald Trump, insiste en el muro que divida a ambas fronteras.
El creador de la película Un Día sin mexicanos (2004) e iniciador del grupo Botellita de Jérez, usa su álter ego de candidato a la Presidencia para hablar sobre política con este diario.
Hijo del cineasta Alfonso Arau y líder de la banda de rock Sergio Arau & los Heavy Mex, opina que si los políticos dijeran la verdad, sería más fácil para todos. Por eso su campaña la basará en la honestidad.
Fuera de su zona de confort, la música y proyectos cinematográficos, adelanta que va a ser presidente de la República. “Eso ya está arreglado”, dice sabedor de que en el ámbito político se suele negociar cualquier cargo.
Su propuesta principal: negociar con Trump hacer el muro “y él lo va a pagar y vamos a cobrar cover, una entrada de ingresos fuertes a México, una especie de remesas”.
Dice que no será “independiente”, sino montado en el exceso, será “co-dependiente” del presupuesto.
Siempre basado en su sello, la sinceridad, Arau dice que no va “a robar poquito” como Hilario Ramírez Layín, el candidato a la gubernatura de Nayarit, sino “lo más que pueda”.
De los políticos mexicanos, opina que la mala imagen está ganada a pulso por sus excesos, que contrasta con la pobreza que hay en el país.
Adelanta que buscará que México sea parte de las Organización de las Mansiones Unidas (OMU) y por eso construirá una casa presidencial más grande que la Casa Blanca.
Ya desde ahora planea un reférendum para ver de qué color la pinta: “Las casas blancas no me gustan mucho, tendría más color”.
De otros aspirantes a 2018, dice que están tan desprestigiados, que el único que pesa es Andrés Manuel López Obrador y Morena.
No descarta debatir con el tabasqueño e incluso darle un puesto en el gabinete presidencial, “siempre y cuando me llegue al precio”.
El Bronco no le quita el sueño. Margarita Zavala, del PAN, no le da miedo. Y sobre Eva Cadena La Recaudadora, adelanta que si a él lo llegaran a sorprender con un video, lo deben hacer por mucho más. “¿Cómo 500 mil pesos?”, cuestiona. Del ex gobernador de Veracruz Javier Duarte, considera que si los políticos que lo apoyaron confesaran, “la gente estaría tranquila”.
Mientras se concreta su proyecto político, con su banda, Arau promueve el sencillo Quiero ser presidente, canción de la que emerge este personaje: un pólítico mexicano que busca ser Presidente de la República, “nomás pa’ver qué se siente”. Un arreglo para 2018 Quiero preguntarle el próximo Presidente de la República... —Ya está arreglado eso. Ya hubo un acuerdo en lo oscurito. ¿Por qué crees que la clase política tiene una mala imagen en nuestro país? —Mira, la verdad es que en lo que se basa mi campaña, la honestidad, les falla gacho. Necesitan un asesor de marketing o algo así, no soy muy ducho en eso, pero entiendo que es básico. Si dijeran la verdad sería otra cosa. En eso baso mi campaña. Es una falta de confianza en sí mismos no decir la verdad. Y la verdad vende. ¿Sería el ideal? Sí, porque de tantos sexenios y votaciones que nos engañan, la gente está harta. Los mexicanos estamos hartos. Por eso no digo que voy a robar poquito, no, yo voy a robar lo más que pueda. Y curiosamente la gente me sigue. ¿Tienen algún remedio los políticos mexicanos? —Ellos se han ganado a pulso esa mala imagen, con hechos. ¿Qué opinas del dispendio de la clase política, de estos excesos de los que nos enteramos en las redes sociales y en los medios? —El número oficial es que hay 70 millones de personas en pobreza, yo digo que con todo esto que sale, un día de estos van a venir los pobres por los dueños de todo eso. Y es el peligro que se corre al saberse toda la riqueza en las redes sociales. Como presidente de la República, ¿vas a emitir algún decreto para eliminar los excesos? —Soy un candidato independiente, lo he dicho abiertamente, pero quiero ser co-dependiente del presupuesto. Así, sincero y abierto.
Más bien haría algunos tratos para que parte de todas estas ganancias vengan al patrimonio personal, de eso se trata ser presidente, ¿no?
¿Si no para qué se presidente? Para trabajar mucho? ¡no’mbre! Pero todo será transparente.
Voy a decir para qué voy a usar cada casa. Yo tengo un plan para que México sea parte de la Organización de las Mansiones Unidas y voy a hacer una casa más grande que la Casa Blanca, no sé todavía de qué color la voy a pintar. Voy a hacer un plebiscito para que la gente diga de qué color la pinto, esto es darle atole con el dedo a la gente, siempre abiertamente. ¿Cómo ves a los aspirantes a la Presidencia de los diferentes partidos políticos? —Decidí lanzarme a la Presidencia porque están tan desprestigiados todos, que es el mejor momento.
El único que pesa es Andrés Manuel López Obrador, de Morena, pero la verdad siento que si le preguntas a cualquiera en la calle, es difícil que voten por el PRI o por el PAN.
Yo soy el único que la verdad le puede ganar a López Obrador, por mi honestidad; o sea, nadie es más honesto. Para mí los 500 mil pesos que le ofrecieron a Eva Cadena son muy poquito, por eso no me quemo. A mí si me agarran en un video, ¡tiene que ser por mucho más! El as bajo la manga ¿Cuál sería su principal propuesta para 2018? Su as bajo la manga... — El as que tengo es que estoy en pláticas, estoy negociando con Donald Trump aquí en Estados Unidos.
En Los Ángeles estoy negociando, porque voy a hacer un muro en la frontera, pero Trump lo va a pagar.
Tengo un plan para cobrarles cover a todos los gringos que entren a México. O sea que va a ser una entrada de dinero muy fuerte para México; digamos que van a ser como unas remesas, pero más directas. ¿Qué hay que hacer frente a Dondald Trump? —Es una técnica para irlo sobajando, ahí la llevo. Yo creo que en dos o tres meses más habrá un arreglo. ¿No podrían criticar que viva en Los Ángeles alguien que quiere ser presidente de México? —Yo tengo una vida binacional, biligue; bisexual, todavía no, pero estoy en vías de... estoy investigando. Yo voy muy seguido a México, pero obvio, cuando sea presidente tendré que estar en México más tiempo.
Ahora, ve a Trump, él se la pasa jugando golf en Florida. Yo creo que no hay bronca, puedo venir los fines de semana y ya. Un día sin mexicanos Sergio Arau deja a un lado el papel de aspirante a la Presidencia y contesta ya como él mismo, esa visión que tuvieron para hacer Un Día sin mexicanos, que hoy cobra relevancia por las políticas antiinmigrantes de Trump.
“Resulta que lo que genera el mercado latino en Estados Unidos es 2.1 trillones de dólares. Sería más grande que la economía de la India.
“Entonces imagínate que un día no van a trabajar todos los que laboran en Las Vegas, todos los que laboran en el sistema educativo, en los hospitales y en los ranchos. Te pararía toda la economía. Sería una cosa catastrófica.
“La verdad es que cuando hicimos la película nunca nos imaginamos; estamos contentos por haber aportado algo en la visión de esto que está pasando, pero también muy asustados porque la verdad sigue el maltrato, somos aún invisibles, por ejemplo, para Hollywood. No nos pelan, a pesar de que somos el mercado más grande.
“Estamos preocupados. Con Trump la cosa va mucho más allá de los latinos. Es una acción muy grande contra todos los que no son blancos”, dice.
Sergio Arau considera que pronto debe haber acciones más concretas para frenar los ataques a mexicanos.
Mientras eso sucede, aún no define si como presidente vivirá en Los Pinos o en Palacio Nacional, “aunque en el centro hay mucha gente”, acepta. Pero se lo preguntará a quien debe preguntar: a su primera dama.