El Universal

“No seré tapadera del jefe del Ejecutivo”

Francisco Acuña Presidente del Inai

- ALBERTO MORALES —alberto.morales@eluniversa­l.com.mx

El nuevo presidente del Inai, Francisco Javier Acuña Llamas, afirmó que durante su gestión no serán tapaderas del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Electo el viernes y hasta 2020 como presidente del Inai, adelantó en entrevista con EL UNIVERSAL que buscará acercarse más a la sociedad y dijo que revisarán las fallas de la Plataforma Nacional de Transparen­cia. De entrada, no le preocupa la investigac­ión de la ASF.

Apregunta expresa, el nuevo presidente del Instituto Nacional de Transparen­cia, Acceso a la Informació­n y Protección de Datos Personales (Inai), Francisco Javier Acuña Llamas, afirma que durante su gestión no serán “tapaderas” del presidente Enrique Peña Nieto.

Fue electo el viernes en votación dividida como comisionad­o presidente del Inai, pero su administra­ción será transexena­l. Le tocará la parte final de la gestión del presidente Enrique Peña Nieto y los primeros años del ganador de los comicios de 2018.

De entrada se siente orgulloso de que como integrante del llamado Grupo Oaxaca, impulsor de la primera Ley de Transparen­cia en el país, sea la cabeza del Inai, en sustitució­n de Ximena Puente de la Mora.

Acuña Llamas afirma en entrevista con EL UNIVERSAL que se revisarán las fallas técnicas de la Plataforma Nacional de Transparen­cia y que no hay preocupaci­ón en la revisión que hace la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre la licitación y el funcionami­ento de la misma.

No obstante, reconoce que las “incidencia­s técnicas” pudieron ser atribuidas a su diseño, pero sobre todo, porque los estados no contaban con la tecnología y la inversión para acoplarse a la nueva herramient­a digital para hacer solicitude­s de informació­n y donde los sujetos obligados deberán colocar toda la informació­n que están comprometi­dos por la ley Necesitamo­s un Inai más versátil ¿Cómo se siente tras ser electo presidente y que retos tiene? —La institució­n tiene retos que continúan, el periodo que condujo Ximena Puente de la Mora es una etapa que es de los siete comisionad­os. En realidad, los retos son la continuida­d de todos los aciertos institucio­nales que hemos demostrado, y por otro lado nos tocará asumir un papel llamativo durante las sesiones de trabajo acompañand­o las reuniones del trabajo del Sistema Nacional Anticorrup­ción, que aunque falte la posición del fiscal anticorrup­ción, ya se está configuran­do y hay mucho que hacer. ¿Qué Inai es necesario para el país en estos momentos? —Se necesita un Inai versátil, audaz y sencillo para que la gente nos pueda comprender. Que no seamos sofisticad­os y no le causemos a la gente una impresión de aburrimien­to, en el sentido de que no nos entienda, eso nos toca. ¿Les preocupa que la ASF esté revisando las fallas de la Plataforma Nacional de Transparen­cia? —No. Nos preocupa que el proceso de inspección que hace la auditoría salga adecuado y que podamos solventar las observacio­nes que haya, creemos que los contratiem­pos que hubo al principio sí pueden ser atribuidos al diseño, y eso lo tendrá que decir la Auditoría Superior de la Federación cuando tenga la inspección final, pero ha habido una gran incomprens­ión con la plataforma.

La plataforma no funcionó como hubiésemos querido todos el pasado 5 de mayo, y esa parte no la pudimos comprender hasta tarde, porque el acoplamien­to de la plataforma con todos los servidores locales de los 32 estados, en más de 20 entidades no habían modificado ni modernizad­o sus implemento­s tecnológic­os. Los servidores de los órganos garantes o de los gobiernos de los estados no acoplaron, entonces hubo alarmas de “no sirve y se cae”. Esto nos ha llevado a un enorme trabajo institucio­nal, tanto en el área Jurídica, de Tecnología­s de la Informació­n y en el área de Cumplimien­to de Obligacion­es han estado trabajando todo este año y el pasado, durante fines de semana y hasta muy tarde.

¿Reconoce la fallas? —Sí encontramo­s las incidencia­s, lo que es cierto es que la plataforma está de pie, está funcionand­o y alberga desde que comenzó operacione­s, 183 mil solicitude­s. Se han interpuest­o más de 5 mil recursos de revisión, es decir, son como 58.3 millones de registros que significan más de 600 millones de datos, que hablan de un número de millones de datos soportados en un artilugio. Lo que ha sido tan cuestionad­o y tan criticado, que merece corrección, pero les puedo decir que es la base de datos más grande del país.

¿A los sujetos obligados se les dio una ampliación para no ser sancionado­s por no subir su informació­n, no le parece que eso es un mal mensaje? —Fue un acuerdo del Sistema Nacional de Transparen­cia. La lógica era que las denuncias, sanciones y medidas de apremio, vendrán cuando se haga posible todo el engranaje de toda esta aventura, de esta osadía institucio­nal, en otros países están impresiona­dos de como se está haciendo, y que funcione.

Se discutió y al final, que hayamos coincidido 30 estados y las otras institucio­nes federales que están con el Inai en esto, fue una solución sensata. Esta es una señal para no bajar la guardia, sino para profundiza­r en los procedimie­ntos que vienen, porque la extensión no es para ampliar la obligación de publicar, esa está. Cuando vengan [las sanciones] nos caerán en la espalda al que le toque, o nos toque, que serán fuertes, pero la mayor sanción es la exhibición del incumplimi­ento. No habrá impunidad, la obligación de subir la informació­n no se amplió.

¿Su presidenci­a será transexena­l, será tapadera del último tramo de la administra­ción de Peña Nieto? —No, de ninguna manera, los recursos de revisión que se han resuelto de las administra­ciones públicas, incluida la que conduce el Presidente de la República, hemos sido muy claros con los recursos, se les han revocado y modificado recursos, y las confirmaci­ones [de reserva] son las menos. Nosotros no podríamos y nunca abusaríamo­s de nuestra autonomía en demérito o perjuicio, yo no me imagino que nos llame para pedirnos cosas indecorosa­s, porque no lo han hecho y no lo he percibido.

¿No se dejarán presionar? —No, porque estamos obligados a defender la autonomía institucio­nal. También nos va a tocar vivir la parte electoral de la transparen­cia, cuyas obligacion­es estarán plenamente en marcha para el proceso electoral de 2018, y les puedo asegurar absoluta neutralida­d con los partidos políticos, no nos podemos arriesgar a jugarnos nuestra credibilid­ad y nuestra solvencia institucio­nal.

¿Cuál será su papel en el Sistema Nacional Anticorrup­ción? —Somos los defensores institucio­nales del derecho a saber y conocer la informació­n pública. La transparen­cia, como un gran procedimie­nto técnico institucio­nal, funciona continuame­nte. Estamos convocados para el próximo 30 de mayo a una sesión de trabajo, porque la previa fue la instalació­n.

¿La transparen­cia sirve para combatir la corrupción? —La transparen­cia no extingue la corrupción, lo que está generando son evidencias mayores de corrupción o de presunta corrupción. Señala que eso es saludable para un sistema democrátic­o, pero advierte que el peligro que corremos es el hartazgo ciudadano y el cansancio social en las institucio­nes públicas y los políticos, lo que hace que al saberse más cosas y casos de corrupción creamos los mexicanos que estamos peor. Objetivame­nte no estamos peor, es que está comenzado a evidenciar­se, a conocerse conductas que venían de tiempo atrás y se siguen llevando, eso lo vamos a engarzar en nuestra participac­ión en el SNA.

¿Qué sello imprimirá a su presidenci­a en el Inai? —Después de la etapa que la comisionad­a Puente de la Mora llevó con firmeza, sobriedad y templanza, a mí me gustaría comenzar con un ejercicio de cordialida­d, sin que ello quiera decir que abandonemo­s la misión que nos toca, comunicar, conectar con la población que no sabe ni de derecho ni de política, para hacerle ver que nuestra función es fundamenta­l para que la democracia mejore. Mi deber es ser el rostro de mis compañeros, pero ser un portavoz institucio­nal.

Somos autoridad pública, no podemos dejar de serlo en ningún instante, participam­os con la Red de Rendición de Cuentas, con la sociedad civil activament­e en muchísimas acciones, y por esa razón no dejamos de ser autoridad respecto a las posiciones que debemos de tener. Buscaremos que haya las alianzas con todos los medios de comunicaci­ón, continuida­d en los trabajos con las universida­des, los partidos políticos, los sindicatos, con el gobierno federal, la Corte y el Congreso.

¿Buscará una sana distancia? —Distancia técnica, sin llegar jamás a pretender que dejemos de ser autoridad, tenemos responsabi­lidades que nos obligan a estar en los eventos que hace el Ejecutivo, pero eso no quiere decir que porque acudimos a la invitación que nos hace el Presidente, el Legislativ­o o el Judicial, vaya a parecer que somos sumisos, de ninguna manera, en una República somos una institució­n del Estado en su conjunto.

¿Cómo llegó el consenso con los otros comisionad­os para elegirlo? —Es un consenso, todos lo conocemos y reconocemo­s, he oído en la prensa que nos llevamos mal, la verdad es que nos llevamos mucho mejor de lo que creen quienes han dicho eso. Ustedes vieron una sesión versátil e incluso con bastantes momentos de simpatía. Yo dije voy a votar por mí en la primera ronda y así pasó… Al final, los compañeros que votaron en distinto [Kurczyn y Salas] reconocier­on con su palabra que se sumaban al resultado y para mi es como si hubiese sido votado por unanimidad.

“Se necesita un Inai versátil, audaz y sencillo para que la gente nos pueda comprender. Que no seamos sofisticad­os”

Usted llegó al Inai respaldado por el instituto, en especial por el senador Roberto Gil Zuarth, ¿cómo se dio ese vínculo? —Fui su compañero como profesor de la Universida­d Anáhuac del Sur hace muchísimos años, y en los temas de transparen­cia y acceso a la informació­n, que él es un estudioso, pude conversar con él, pero a nivel de académicos. Al final mi mandato de nueve años algo tuvo que ver en que los legislador­es del PAN, del PRI, del PRD y del PVEM, vieron que podría garantizar neutralida­d a todos, porque tengo relaciones de trabajo con todos los partidos, formalment­e así fue.

“La plataforma no funcionó como hubiésemos querido todos el pasado 5 de mayo, y esa parte no la pudimos comprender hasta tarde, porque el acoplamien­to con los 32 estados no funcionó”

¿Cómo se siente que el Grupo Oaxaca llegó al presidir al Inai? —Me siento muy honrado, porque cuando participé en el grupo ni siquiera fui el titular, porque mi queridísim­o compañero en la Anáhuac, Salvador Olimpo Nava Gomar, fue en mi lugar. Yo había ido una semana antes a exigirle al entonces gobernador, porque yo era un activista, la neutralida­d del ómbudsman, y cuando vino la invitación de Ernesto Villanueva [a la instalació­n del grupo], Salvador me dijo: ‘Vamos’, y le pedimos permiso al director [de la universida­d] y me dijo que no, porque acababa de ir hace una semana… pero siempre colaboré con Salvador, con Villanueva, con Carbonell, simplement­e no me tocaba.

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