Hablemos de Slow Fashion…
Todos nos hemos enfrentado más de una vez a una terrible batalla entre “lo que se queda y lo que se va”. Así es, esa tediosa situación de una limpieza de armario y un montón de ropa “vieja” que probablemente compraste hace un año. Blusas, jeans y zapatos fuera de tendencia o que ya cuentan con pequeños hoyos, a pesar de las pocas puestas que podrían tener.
Una tarea fastidiosa que seguramente ha llevado a muchos de ustedes a cuestionarse, ¿dónde quedaron aquellos tiempos en los que la ropa duraba años hasta convertirse en una pieza vintage? Básicos y accesorios que tu mamá o tu abuela tienen desde hace 10 o 20 años. Respuesta que solo puede ser contestada con una simple pero triste oración: actualmente, la industria de la moda se enfrenta a una lamentable crisis. Pocas son las marcas que siguen pensando en la calidad y la duración de sus diseños.
En este mundo de aceleración máxima, la moda se ha convertido en una tendencia tras otra.La gran velocidad de la moda ha provocado que los diseñadores realicen al menos cinco colecciones al año, las cuales, deben tener nuevos conceptos, y, sobre todo, la misma calidad que distingue a las marcas.
Por eso no es raro ver prendas hechas de poliéster y materiales más baratos, que cumplen con todos los aspectos del estilo del mes, recrean los looks preferidos de las pasarelas y también del Street Style.
A esta estrategia de venta se le llama Fast-Fashion, término que ha existido desde hace muchos años, pero que con la llegada de las bloggers de moda y las tiendas de ropa de bajo costo ha proliferado a cantidades industriales, literalmente. Pero, ¿has oído hablar del Slow Fashion? Es la representación opuesta a la descripción anterior. Una filosofía de consumo responsable de ropa, donde los consumidores toman conciencia del impacto de las prendas de vestir en el medio ambiente y la sociedad, así como el agotamiento de recursos.
Muchas de las tendencias en la industria que se han manifestado últimamente , por ejemplo, el uso del vintage, involucran al Slow Fashion como una alternativa de consumo preocupada por tener una mayor capacidad de saber e informarse sobre cómo nuestra ropa es consumida y utilizada. Las prendas hechas en talleres o de una manera artesanal poseen una mayor calidad y son parte de esta vía para comprometernos a utilizar piezas sutentables y duraderas.
Revive las piezas de calidad.
Esos exquisitos zapatos de piel que levantan cualquier outfit, los jeans de corte clásico, las chamarras de colores neutros que nunca pasan de moda y los sweaters de algodón o cashmere que duran mucho tiempo sin romperse o hacerse feos. Y es que, si lo piensas, la ropa debería estar diseñada para usarse una y otra vez sin que se le hagan hoyos o le salgan manchas, ya que son artículos que se pueden reducir a una simple necesidad diaria.
Pero, ¿qué pasa si empiezas a comprar tus básicos en tiendas que producen sus productos con materiales de mucha mayor calidad? Notarás una gran diferencia en la condición y la duración de tu ropa. Eso sí, la idea no es convencer a nadie de que llene su clóset con piezas neutras, timeless y de calidad. Se trata de tener buenos básicos que combines con prendas en tendencia. No hay nada de malo en regresar a la época donde las prendas te duraban años.