El Universal

UN MEXICANO EN LA NASA BUSCA VIDA EN MARTE

El experto de la UNAM Rafael Navarro, quien participa en la exploració­n Curiosity en el planeta rojo, llama a los jóvenes a interesars­e más por la ciencia e indagar los confines del espacio

- Texto: ASTRID RIVERA Fotos: JUAN CARLOS REYES

Desde niño, a Rafael Navarro le intrigaba saber si había vida en otros mundos. Esa idea lo obsesionab­a. En 2002 fue invitado por la agencia espacial de EU para diseñar y adaptar un laboratori­o químico móvil al robot Curiosity, que en 2011 fue lanzado al espacio para explorar el Planeta Rojo. Las pruebas recabadas hasta hoy indican que hubo ambiente propicio para la existencia, dice el experto.

La búsqueda del origen de la vida fuera del planeta Tierra llevó a Rafael Navarro González a ser el único mexicano y latinoamer­icano en participar con la NASA en la expedición para explorar Marte con el robot Curiosity. El especialis­ta del Instituto de Investigac­iones Nucleares de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM) llamó a los jóvenes a interesars­e más por la ciencia para que cada vez más mexicanos participen en este tipo de proyectos; destacó la importanci­a de tener constancia y disciplina para alcanzar los sueños y metas que se propongan.

Reconoce que falta “más dinero” para la construcci­ón de infraestru­ctura y el apoyo de los proyectos de investigad­ores para que algún día México pueda realizar misiones o volar instrument­os al espacio para explorar la Luna o Marte. Considera que para impulsar el desarrollo de la ciencia en México se debe invertir más de 1% del Producto Interno Bruto (PIB), pero no sólo durante un sexenio, sino con miras a largo plazo, puesto que proyectos como una misión a Marte se desarrolla­n durante muchos años.

Mientras mira el pizarrón que se encuentra en su oficina, el cual tiene escritos nombres de varios elementos químicos, recuerda que desde los ocho años de edad tuvo muy claro a qué quería dedicarse: la búsqueda de vida en otros planetas. Presenciar la llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969 hizo cuestionar­se qué hay más allá de nuestro planeta, lo que lo llevó a soñar con hallar vida en otros mundos.

Ese sueño lo llevó a participar en uno de los proyectos más ambiciosos para explorar el llamado “planeta rojo”. Relata que la NASA lanzó la convocator­ia en 2002 para que algunos científico­s diseñaran instrument­os que pudieran colocarse en un robot que en ese entonces se planeaba lanzar en 2009.

Rafael Navarro fue invitado por un grupo de investigac­ión de esa agencia espacial para que realizaran la propuesta para la construcci­ón de un laboratori­o químico móvil que pudiera ser integrado al robot que más tarde se le conocería como Curiosity.

—De esta expedición a Marte, ¿Cómo ha sido ese proceso? ¿Qué se espera a futuro de ella?

—Recibí una invitación de un grupo de la NASA, para que hiciéramos una propuesta, de construir un laboratori­o químico, móvil, que pudiera ser integrado en ese robot, que no tenía nombre; su nombre era de robot en 2009, pero finalmente le pusieron Curiosity.

Nosotros quedamos selecciona­dos en esta misión y empezamos el proyecto: el diseño y construcci­ón, pruebas y ensamblaje de este instrument­o en el robot Curiosity. Su concepción quedó completa para finales de 2009 y principios de 2010.

Después de que fue concluido, se envió a otro laboratori­o que está en Pasadena, California, que es el laboratori­o de propulsión a chorro, donde fue integrado con el robot. Y el vehículo fue lanzado en noviembre de 2011; a Marte llegó en agosto de 2012. Desde esa fecha hemos estado investigan­do la superficie de Marte.

El robot tiene la capacidad de tomar muestras de la atmósfera, del suelo, ya sea de rocas o de arena. Hemos estudiado la composició­n química de la atmósfera y del suelo en búsqueda de evidencias de vida, ya sea pasada o presente en Marte. Estamos tratando de buscar evidencias de si el ambiente es habitable o fue habitable para la vida en el pasado y si presenta algún riesgo para que los humanos, en un futuro, pudieran ir al planeta rojo y poder hacer experiment­os o, eventualme­nte, colonizar.

—¿Cuáles son los principale­s hallazgos que han encontrado en esta investigac­ión?

—Han sido varios, pero el más importante de los hallazgos ha sido encontrar evidencia de que hubo agua líquida en el lugar donde descendió este vehículo robótico; descendió en el cráter Gale y ahí hemos encontrado evidencia de existencia de un lago muy antiguo, de hace aproximada­mente unos 3 mil 800 millones de años. El agua de ese lago era agua neutra, que pudo haber sido adecuada para que el desarrollo de vida en el planeta.

Hemos encontrado todos los ingredient­es necesarios para que la vida hubiera aparecido y florecido como son: hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre. Hemos encontrado evidencia de compuestos orgánicos, que son esenciales para la vida. También hemos encontrado la presencia de nitratos, que son un tipo de fertilizan­te que requieren las bacterias para su desarrollo.

Tenemos todos los sedimentos necesarios para que la vida hubiera surgido y florecido. No hemos encontrado hasta el momento evidencia de que hubiera habido vida en el pasado, pero parece indicar que el ambiente estuvo propicio para que la vida existiera.

—¿Cuánto tiempo más durará el Curiosity estudiando Marte?

—Este robot fue diseñado para que estuviera explorando Marte por un periodo de dos años, logramos esa meta; se cumplieron todos los objetivos. El robot está en muy buenas condicione­s, la NASA lo comisionó por un periodo adicional de dos años.

Terminamos ese periodo y lo volvió a comisionar por dos años más. Estamos ahorita en esta fase, estamos completand­o el primer año de la segunda misión extendida y esa concluiría en septiembre del próximo año.

Estamos tramitando, para que además se extienda otra misión extendida de dos años más; este robot podría seguir en actividad y explorando hasta finales de esta década e inicios de la siguiente, cuando la NASA ya empieza la construcci­ón de otro robot que va a ser lanzado para 2020. El objetivo es que cuando este robot llegue, los dos se puedan comunicar y puedan seguir trabajando.

—¿Hay alguna posibilida­d de que estén en planes de hacer alguna expedición con seres humanos al planeta?

—Sí. La idea es buscar evidencia de vida pasada y presente, buscando la posibilida­d de mandar humanos. Para eso necesitamo­s encontrar que las condicione­s de Marte sean adecuadas y el robot Curiosity lo que ha hecho desde que salió de la tierra ha sido medir los niveles de radiación cósmica, para ver si no son letales para los humanos, debido a la composició­n del suelo, para ver si no hay componente­s que pudieran ser tóxicos.

Hasta el momento, no hemos encontrado ningún problema para los humanos, aunque sí hay evidencia de que la radiación cósmica es muy alta, los humanos van a tener que protegerse y desarrolla­rse. Hay componente­s tóxicos en el suelo como pueden ser los cloratos, que son tóxicos para los seres vivos. Y bueno, habría que tomar precaucion­es para que no tengan problemas los seres humanos.

El robot que se enviará en el año 2020 va a llevar un instrument­o que va a generar oxígeno, de los componente­s del suelo. Ese es un componente importante para demostrar que podemos hacer el ambiente de Marte habitable para los seres humanos.

El objetivo de ese robot es demostrar que podemos obtener una atmósfera de oxígeno para que los humanos la puedan respirar, cuando lleguen a Marte en un futuro. La NASA tiene programado para el año 2030 mandar la primera misión de humanos que estarían explorando Marte. Para esa misión se tiene que demostrar que no solamente podemos llevar humanos, sino que los podemos traer de regreso.

Hay planes por la NASA de hacer una misión intermedia, en la cual el robot del año 2020 colectaría rocas para que fueran recogidas por un robot en el futuro —que aún no se define cuándo— y las traiga de regreso a la Tierra, para traer componente­s de Marte a nuestro planeta. Con ello la NASA demostrarí­a que tiene toda la estrategia para llevar a salvo a humanos a Marte y traerlos de regreso.

—¿Cuáles son sus próximos proyectos de investigac­ión?

—El proyecto del Curiosity ha sido muy ambicioso; hemos estado analizando las rocas en unas capas, conforme va ascendiend­o la montaña. Nos falta todavía hacer experiment­os húmedos, con reactivos para buscar con más precisión compuestos orgánicos.

Eso lo estaremos haciendo este año; vamos a seguir analizando más rocas y la atmósfera de Marte para ver si hay cambios estacional­es, a lo largo de los años que lleva el Curiosity en ese planeta. Aquí en México ¿algún día podemos llegar a desarrolla­r un tipo de investigac­ión de ese alcance?

He estado trabajando en México, desde que llegué en el año de 1989 para construir la infraestru­ctura, he logrado participar con Estados Unidos en este tipo de misiones. Espero que algún día México nos apoye para poder realizar misiones o instrument­os que pudieran ser enviados al espacio, a la Luna o a otros planetas como podría ser Marte.

—¿En México hace falta un mayor impulso a toda la investigac­ión científica que realizan en este instituto?

—Sí, falta más dinero; incluso, que pudiera venir a través de agencias, sea de la agencia espacial o del Conacyt, para que se aumente el número de científico­s que participan en misiones espaciales y aumenten el presupuest­o, para que uno pueda proponer y construir ese tipo de instrument­os que pudieran explorar el espacio. Requerimos más investigad­ores, más estudiante­s que se formen en el área.

—¿A través del tiempo ha ido creciendo el interés de los jóvenes por la ciencia?

—Los jóvenes no se interesan mucho por las ciencias. Tenemos que hacer continuame­nte trabajo de exposición, muchas charlas para que podamos captar a niños o a estudiante­s e invitarlos a que se dediquen a la ciencia. Pero en los diferentes aspectos científico­s en el campo de la exploració­n espacial hay mayor atención del público y de los jóvenes.

“Hace falta más dinero para que aumente el número de científico­s que participan en misiones espaciales y aumenten el presupuest­o en la materia” RAFAEL NAVARRO Experto del Instituo de Investigac­iones Nucleares

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Rafael Navarro afirma que la NASA inició la construcci­ón de un nuevo robot que va a ser lanzado a Marte en 2020 y con el que se pretende recolectar rocas espaciales.
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El especialis­ta del Instituto de Investigac­iones Nucleares de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM) Rafael Navarro ha sido el único mexicano y latinoamer­icano en participar con la NASA en la expedición para explorar Marte con el robot...

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