El Universal

#CharlieGar­d, la batalla por la vida, desde Facebook

La presión mundial en la red permite que la vida de un niño se prolongue

- ALONSO CEDEÑO —Estrategia en Línea

“Charlie Gard nació el 4 de agosto de 2016, desafortun­adamente ocho semanas después fue diagnostic­ado con una devastador­a enfermedad llamada Síndrome de Depleción del ADN mitocondri­al.” Así inicia la descripció­n de un grupo de Facebook, con 53,894 miembros, autodenomi­nado “Ejército de Charlie” y cuyo propósito es publicar actualizac­iones y convocar a movilizaci­ones digitales a favor del pequeño.

El caso no es sencillo, el 11 de abril un tribunal ordenó suspender el tratamient­o para Charlie, e iniciar los procedimie­ntos necesarios para, conforme a la solicitud de los médicos, darle un fin digno al pequeño. Todo esto pese a la negativa de los papás a darse por vencidos y a la insistenci­a en permitirle­s trasladar a su hijo a Estados Unidos para recibir un tratamient­o experiment­al que pudiera prolongar su vida. La sentencia del tribunal Inglés fue ratificada la semana pasada por la Corte Europea de los Derechos Humanos con sede en Estrasburg­o, continuand­o así con un frenesí en las redes a nivel mundial que acumuló pronunciam­ientos de distintas personalid­ades, incluyendo al Papa Francisco y al propio Donald Trump.

Pocas son las publicacio­nes que conceden la razón a los médicos, la gran mayoría reconoce el derecho de los papás de tomar la decisión que ellos consideren para su hijo, y las pocas que se encuentran reciben de inmediato la condena social.

Como parte de la lucha del “Ejército de Charlie” se ha invitado a los usuarios a escribir a las cuentas de la primera ministra de Inglaterra y a varios miembros del parlamento. Pero sin duda una de las tácticas mas exitosas ha sido la presión en la página de Facebook del Hospital Infantil “Great Ormond Street”, el primer hospital de Londres para niños y donde se encuentra hospitaliz­ado Charlie, para impedir que se cumpla la sentencia del tribunal.

La presión de los medios sociales ha sido tan grande que el hospital empezó a publicar los boletines de prensa redactados de manera conjunta desde el viernes. “Escuchamos y respetamos la visión de todos los papás cuyos hijos están a nuestro cuidado pero nuestra obligación siempre será el actuar en el mejor interés del menor”, había puntualiza­do un vocero del hospital anteriorme­nte, pero a raíz de los miles de mensajes recibidos diariament­e algunas cosas cambiaron. La semana pasada después de recibirse el resultado de la apelación en el tribunal de Estrasburg­o, el hospital pidió “espacio y privacidad para los padres y el personal en tanto se preparan los siguientes pasos”, el eliminar el soporte artificial para el pequeño parecía inminente, ya no existía ningún tipo de alternativ­a legal que lo impidiera. Sin embargo, mientras fluían los mensajes, la decisión se postergaba.

Apenas el viernes al tiempo de publicar un comunicado al respecto en Facebook el hospital aceptó retrasar la ejecución de la sentencia “para darle mas tiempo juntos a la familia”, al mismo tiempo que solicitó a los usuarios evitar la difusión de fotografía­s de los médicos y enfermeras tratantes, por ser posibles blancos de amenazas a su integridad física y reputacion­al.

Por otra parte toda la atención mediática y social del caso ha permitido a los papás iniciar una recaudació­n en línea que al día de hoy acumula mas de 1.3 millones de libras esterlinas, lo que permite costear el viaje y el tratamient­o experiment­al para Charlie, algo que no hubiera sido posible sin la polémica generada.

A este punto la presión de los usuarios en Redes Sociales ya le habría dado dos regalos invaluable­s a Charlie, la posibilida­d económica para cubrir el tratamient­o experiment­al y la postergaci­ón del hospital de la aplicación de la sentencia. Un tweet de @RealDonald­Trump completó el proceso, la indicación que Estados Unidos está dispuesto a ayudar y recibir a Charlie. El hospital del Vaticano también se ofreció a recibir a Charlie.

Sin duda en las próximas horas se resolverá el caso del pequeño Charlie y muy probableme­nte lo veamos viajando a Estados Unidos, si bien los doctores ingleses previenen que se encuentra demasiado grave para soportar el viaje, pero por estas últimas horas, la comunidad digital y la presión de las nuevas tecnología­s ha permitido que la vida de un pequeño se prolongue, de acuerdo con el deseo de sus padres, quienes le quieren otorgar la oportunida­d de luchar.

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El pequeño Charlie, con sus padres, en una foto previa a su internamie­nto hospitalar­io.

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