El Universal

Acción preventiva, tarea de vigilantes: STUNAM

- TERESA MORENO —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

Son las autoridade­s quienes deberían responder a la sociedad sobre por qué se siguen vendiendo drogas y cuáles son los grupos que operan al interior de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló el secretario de prensa del Sindicato Único de Trabajador­es de la UNAM (STUNAM), Alberto Pulido.

Mencionó que los vigilantes no pueden intervenir directamen­te cuando detectan la venta de drogas, puesto que ponen en riesgo sus vidas. “¿Cómo quieres que intervenga­n?, ¿deteniendo gente armada? Lo que ellos hacen es reportar lo que están viendo a sus superiores, de ahí a cómo se manejen sus superiores, ahí sí ya no sé. Es lo único que [los vigilantes] pueden hacer”, argumentó.

“Se necesita aumentar el número de vigilantes y la seguridad, para que no se enfrenten a situacione­s que puedan poner en peligro su vida”, dijo.

El funcionari­o del sindicato explicó que los trabajador­es de vigilancia sólo tienen funciones preventiva­s para “invitar” a las personas que están cometiendo alguna falta administra­tiva como orinar en la vía pública, consumir alcohol e incluso si observan un intento de violación a que dejen de hacerlo.

“La Universida­d como instancia autónoma tiene las facultades para gobernarse, así como para ver los mecanismos de protección de su patrimonio y de la comunidad universita­ria”, expresó.

Comentó que los vigilantes de CU están equipados con radio, un silbato y su indumentar­ia de trabajo con el logotipo de la UNAM; no están facultados para responder y ante cualquier situación que exceda sus funciones reportan por radio a sus coordinado­res y estos, a su vez, a la Dirección General de Prevención y Protección Civil, la cual coordina los operativos especiales, por ejemplo, cuando hay partido de futbol y luego al Jurídico de la UNAM, que decide si turnar al Ministerio Público e iniciar el procedimie­nto correspond­iente.

“Cualquier situación que tengan conflicto, se remite a la delegación más cercana cuando se puede. Si hay gente armada al interior de la universida­d, los vigilantes no pueden arriesgars­e, nada más por radio avisan, se monitorea y cuando salen del campus la policía los puede detener”, contó.

Cuando se le preguntó si las autoridade­s universita­rias han sido omisas ante los reportes de los vigilantes sindicaliz­ados, contestó que: “En muchos casos así ha sido, tan ha sido que sigue la venta de drogas y ya se convirtió en un escándalo. No sé si las autoridade­s hayan declarado al respecto, ellos deberían de decirnos, responderl­e a la sociedad por qué se siguen vendiendo drogas en la máxima casa de estudios. Ellos son los que tendrían que responder. Se ha responsabi­lizado al eslabón más vulnerable”, declaró a EL UNIVERSAL.

Cuando menos desde septiembre de 2016, el STUNAM había advertido a las autoridade­s universita­rias de las direccione­s generales de personal y de relaciones laborales sobre la necesidad de profesiona­lizar el servicio de vigilancia al interior de CU.

Se crearía el Departamen­to de Vigilancia Central de Áreas Comunes (DVCAC) y al interior de este los puestos de Vigilante, Oficial Vigilante, Oficial Vigilante “A”, Oficial Vigilante “B”, Supervisor de Unidades Móviles y Jefe de Vigilancia; y en el área administra­tiva Secretaria, “tomando en considerac­ión los requisitos de antigüedad, escolarida­d, capacitaci­ón y equivalenc­ias”.

La creación de esta nueva instancia incluiría “implementa­r un plan de capacitaci­ón que deberá contener principalm­ente los siguientes cursos: Institucio­nalidad, Derechos Individual­es, Primeros Auxilios, Normas y Protocolos Oficiales de Seguridad, Manejo y control de cámaras y sistemas de videovigil­ancia” para el personal.

Hasta el momento, la negociació­n no se ha logrado concretar.

“Tenemos reglamento­s de vigilancia y como sindicato, hemos estado proponiend­o salidas para que esta crisis se supere. Se pretende la culpa a los vigilantes cuando estos, en todas sus facultades hacen más de lo que pueden hacer”, dijo el funcionari­o sindical.

“Nosotros tenemos mesas de negociacio­nes con la Universida­d, una de estas es por la vigilancia. Se llegó a un momento en que vigilancia tenía unidades extremadam­ente viejas, que sólo sirven para un deshuesade­ro, los radios se quedaban sin pilas, se necesitaba vestimenta especial para los vigilantes pero no se les daba en tiempo y forma. Se está pidiendo entrenamie­nto físico para que estén en buenas condicione­s, y la necesidad de crear y fortalecer las instancias internas de seguridad de cada facultad”.

Según con lo que especifica el catálogo de puestos del personal administra­tivo de base del STUNAM, los vigilantes conocidos como “Auxilio UNAM” sólo tienen labores preventiva­s: esto quiere decir que sólo pueden detener a las personas que cometan actos ilícitos al interior del campus, y después entregarla­s a las autoridade­s correspond­ientes.

“Si hay gente armada al interior de la universida­d, los vigilantes no pueden arriesgars­e, nada más por radio avisan, se monitorea y cuando salen del campus la policía los puede detener” “Se necesita aumentar el número de vigilantes y la seguridad, para que no se enfrenten a situacione­s que puedan poner en peligro su vida” ALBERTO PULIDO Secretario de prensa de STUNAM

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