El Universal

El domingo pasado llegué a París. Esta ciudad siempre me dibuja una sonrisa de oreja a oreja tan pronto pongo un pie por acá. ¿Será que la ciudad por ella misma emana una vibra y una luz indescript­ible? Tal vez es el típico allure francés que encanta hast

- GINA ORTEGA Creadora del blog High On Fashion Instagram / Twitter / Snapchat @high_onfashion gina@highonfash­ion.me highonfash­ionblog.com

Les tengo que contar que estuve backstage en la pasarela de Iris Van Herpen. ¡Increíble! Para comenzar, las modelos no tenían la ‘belleza típica’ que estamos ‘acostumbra­dos’ a ver en los desfiles de alta costura; al contrario, las podría definir como exóticas y un tanto conceptual­es. El lead makeup artist de este desfile fue Terry Barber, quien trabajó con el equipo de M.A.C Cosmetics para crear el look, inspirado en una mujer que emerge del agua: piel desnuda, hidratada e iluminada, labios sin color y máscara de pestañas abundante que asemejaba a las pestañas pegadas (el artista me contó que no las enchinó y las dejó naturales). Aplicó mucho producto para buscar el feeling de esta mujer acuática y cuyo maquillaje no luce perfecto; sin embargo, ella luce radiante.

El venue fue el Circo de Invierno de París, que está en uno de los distritos más cool de la ciudad, Le Marais. Al entrar al recinto había unas peceras, nos pidieron a todos apagar nuestros celulares y quedarnos en la penumbra. No sabíamos lo que presenciar­íamos.

Dentro de las peceras se encontraba un quinteto de Dinamarca que cantaba y tocaba diversos instrument­os... ¡bajo el agua! Aún, días después, sigo preguntánd­ome cómo lograban interpreta­r todas las melodías estando sin respirar continuame­nte. Al compás de esta exótica y particular música, las modelos comenzaron a salir y caminar en la rotonda del circo mientras las peceras hacían un juego muy interesant­e entre lo que veíamos y escuchábam­os bajo una luz un tanto lúgubre. La belleza de los claroscuro­s: las piezas totalmente sui generis, en modelos enfundadas en tacones de filamento metálico y tercera dimensión, ¡una verdadera locura! Iris, sin duda es única en su clase, nadie hace algo similar a su propuesta y eso la hace aún más icónica. En esta presentaci­ón justamente, se cumplen los 10 años de la marca.

Saliendo del desfile caminamos un poco y llegamos hasta el mercado ‘des Enfants Rouges’. Si vienen a París y quieren comer en un lugar con muchas opciones y a un precio accesible, se los recomiendo ampliament­e. En él encontrará­n de todo un poco y también a muchos personajes interesant­es que gustan de hacer sus compras ahí. Quesos deliciosos, aromático café y buenos vinos son el plus, además de un par de puestos de flores y de fotografía vintage. Nos leemos el próximo sábado con más historias de mi estadía en ‘la ciudad de la luz’, todavía tengo mucho que contarles. Con cariño, Gina.

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