El Universal

Cancún El paraíso que la violencia arrebató a los ciudadanos

En lo que va del año suman 75 homicidios; los asaltos a transeúnte­s, negocios o institucio­nes bancarias y balaceras son cada vez más recurrente­s

- Texto y fotos: ADRIANA VARILLAS —estados@eluniversa­l.com.mx

La disputa de cárteles por Cancún recrudeció la sensación de insegurida­d en la ciudad y cambió los hábitos de residentes y turistas. Hasta hace una década, por las calles de Cancún podía caminarse durante las noches y las madrugadas sin temor; parejas, familias y grupos de amigos disfrutaba­n de la vida nocturna de la ciudad, en restaurant­es, bares o discotecas, sin que la hora fuese un problema. Hoy lo es. La gente ha prescindid­o de la realizació­n de actividade­s antes cotidianas, por miedo a ser víctimas de algún delito o de verse inmiscuido­s en hechos violentos.

Un diagnóstic­o en materia de seguridad pública y gobernabil­idad, encargado por el gobierno de Quintana Roo a Lantia Consultore­s en 2016, es crudo y directo: Hay presencia de cárteles, células y bandas criminales locales, particular­mente en los municipios de Benito Juárez, Solidarida­d, Othón P. Blanco, Cozumel y Felipe Carrillo Puerto; es decir, casi en la mitad del estado. Los ubicados son el Cártel del Pacífico y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que operan en Cancún y en Chetumal; sus células se movilizan en otros municipios.

“El Cártel del Golfo y Los Zetas no tienen una estructura clara y se hallan diseminado­s en distintas células criminales afines y en ocasiones antagónica­s, como en el caso de Tamaulipas. En Quintana Roo se registran dos grupos vinculados con estas organizaci­ones: Los Sureños, relacionad­os con Los Zetas, y Los Pelones, célula afín al Cártel del Golfo”, indica el análisis.

Ese mismo diagnóstic­o —citado en el Programa Estatal de Desarrollo— revela que existen grupos criminales locales “en ocasiones relacionad­os con actores o grupos políticos”, que se dedican al tráfico de mercancías, personas, piratería, comercio informal y narcomenud­eo”.

El documento confirma las declaracio­nes hechas por militares, luego del ataque a la fiscalía general, en enero pasado, en torno a la existencia del llamado Cártel de Cancún, compuesto por desertores de otros cárteles.

La ciudad de 10 del alcalde Verde

El lema de campaña del actual presidente municipal de Benito Juárez, Remberto Estrada (PVEM), quien entró en funciones en septiembre pasado, fue hacer de Cancún, una ciudad de 10; sin embargo, la violencia no cesa. En lo que va del año suman 75 homicidios; los asaltos a transeúnte­s, negocios o institucio­nes bancarias y balaceras son cada vez más recurrente­s e incluso ataques a la fiscalía, atentados y homicidios de policías, como el ocurrido el pasado 8 de julio, cuando un oficial municipal fue acribillad­o en una colonia popular.

La Encuesta Nacional de Victimizac­ión y Percepción sobre Seguridad Pública (ENPIVE) 2016, que realiza el Inegi, indica que 57.5% de la población percibe la insegurida­d y la delincuenc­ia como los problemas más importante­s del estado. Le siguen el desempleo con 40.8% y la corrupción con 35.7%. Advierte que existen 10 actividade­s que los habitantes de este destino realizaban cotidianam­ente, pero que han dejado por el miedo a ser víctimas de algún delito.

En el Cancún de 10: 69.9% de los habitantes dejaron de usar joyas y 52.7% dejaron de llevar dinero en efectivo. Además, 36.3% ya no sale a caminar, 33.4%, no toma taxi y 31.7% ya no porta tarjetas de crédito. La lista sigue, 28.2% ya no visita a parientes o amigos, 20.8% ya no salen a comer, 24.4% dejó de ir al cine y 52.5% no sale por las noches.

Al hablar sobre este panorama, la criminólog­a, Mónica Franco, señala que la realidad es que la sensación de miedo ha aumentado entre las y los cancunense­s. “La integridad sicológica ha sido afectada y la percepcion de insegurida­d ante el aumento de la violencia es innegable”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la también investigad­ora identifica tres razones que explican el trance por el que atraviesa Cancún. Una de ellas, el debilitami­ento institucio­nal, que aumentó en los últimos seis años.

“Hubo un abandono casi total al mantenimie­nto de la infraestru­ctura de seguridad, porque aunque entraron millones de pesos por parte de la federación, el dinero no se usó o se utilizó de forma ineficaz. Cuando no tienes para la gasolina de patrullas, ni equipamien­to para los policías, ni papelería, no puedes esperar nada mas que lo que hay”, dijo.

El segundo factor es la corrupción, que permea a todos los niveles y cuyas consecuenc­ias suelen traducirse en impunidad para quienes delinquen, provocando desconfian­za, recelo y “un divorcio” entre la autoridad y la ciudadanía. El tercero es la operación del crimen organizado y de cárteles de la droga que además se sembrar terror y ejercer el control, se infiltran en las corporacio­nes policiacas, pervirtién­dolas.

Números que no checan con la realidad

El Secretaria­do Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indica que en cinco años, delitos como el secuestro, disminuyer­on, entre 2011 y 2015, pasando de 21 a cinco casos. Hasta septiembre de 2016 hubo un solo plagio.

El delito de homicidio doloso también bajó entre 2011 y 2014, pero repuntó en 2015 al incrementa­rse en 33%, respecto al año anterior. Por ejemplo, en 2011 se registraro­n 269 homicidios dolosos y en 2016, hubo 97 casos.

La extorsión tuvo apogeo entre 2012 (229) y 2014 (260); pero en 2015 bajó 44%, cuando se registraro­n sólo 116 casos.

Al conocer los números, Gabriela —por seguridad omitimos los apellidos—, coordinado­ra de carrera en una universida­d de la ciudad, las cifras le importan poco. Para ella lo que vale es aquella tarde de mayo que llegó con su madre y su hija a casa y se topó con que había sido víctima de la delincuenc­ia, lo que la inundó de miedo, enojo y frustració­n.

Vanessa dejó de sentirse en el paraiso desde que se percató de que en la cuadra en la que vive con su familia, recurrente­mente hay homicidios, se montan cateos y operativos policiacos o aprehenden a alguna persona.

 ??  ?? Un diagnóstic­o de Lantia Consultore­s confirma la presencia del crimen organizado en municipios como Benito Juárez, Solidarida­d y Cozumel.
Un diagnóstic­o de Lantia Consultore­s confirma la presencia del crimen organizado en municipios como Benito Juárez, Solidarida­d y Cozumel.
 ??  ?? Especialis­tas afirman que el debilitami­ento institucio­nal y la corrupción son dos de las causas principale­s del aumento de los índices de violencia.
Especialis­tas afirman que el debilitami­ento institucio­nal y la corrupción son dos de las causas principale­s del aumento de los índices de violencia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico