Aunque ya les conté de mis aventuras en París por la Semana de la Alta Costura, no puedo dejar de compartirles la experiencia que tuve en las celebraciones de una de mis firmas favoritas, Dior.
Pues sí, estuve en la fiesta de Dior. Se llevó a cabo en el jardín del Museo Les Arts Décoratifs, entre la explanada del museo de Louvre y la plaza de la Concordia. ¡Imaginen lo espectacular de la locación! Los invitados que llegaban eran recibidos por los acordes de un quinteto en vivo, mientras las botellas de Moët desfilaban llenando nuestras copas sin parar, al tiempo que disfrutábamos de la puesta del sol y a lo lejos se asomaba la Torre Eiffel. Es una de las fiestas más maravillosas a las que he tenido el gusto de asistir.
Entre los invitados pude identificar a Natalie Portman, Karlie Kloss, Cara Delevinge (que traviesamente se asomaba por una de las ventanas del museo), al enigmático Mr. Brainwash (si me siguen en IG seguro vieron el story de la selfie que me hice con este mega personaje). También me topé con el mismísimo Bernard Arnault, Jennifer Lawrence y Bella Hadid, solo por mencionar algunos.
La elección de la sede del evento no fue casual. En este museo se presenta la espectacular exposición “CHRISTIAN DIOR, COUTURIER DU RÊVE” que celebra el 70 aniversario de la creación de la Maison. La exposición es una maravilla: un mágico e ilustrativo recorrido por todas las mentes maestras que han estado detrás de las creaciones de la firma en las primeras siete décadas, desde su fundador hasta la nueva directora creativa Maria Grazia Chiuri. Si van a París antes de el 7 de enero de el 2018 no dejen de visitarla.
Dior, sin duda, ha sido una de mis marcas predilectas desde pequeña. Como buena amante de los zapatos, me he hecho por lo menos de un par por colección en los últimos años y los atesoro bastante. Me gusta y aprecio la evolución que ha tenido la marca a lo largo de estas décadas. Mis directores creativos predilectos al frente de la Maison han sido John Galliano y, por supuesto, ¡Raf Simons!
Lloré un poquito junto con él en su desfile de despedida que, además, fue románticamente nostálgico. Para mi gusto, Simons catapultó la marca hacia un nuevo mercado llevando las ventas a su máximo y colocando la Alta Costura en otra dimensión, sobre todo en el tema de accesorios: se puso en la mira de un mercado más joven e internacional, ávido de consumir sus creaciones; Haute Couture al alcance de ‘casi’ todos los bolsillos y gustos.
Hoy, con la entrada de Maria Grazia, vemos un Dior distinto, probablemente al que no estábamos acostumbrados. Sin embargo, en esta, su segunda colección de Alta Costura, veo una línea más clara y apegada al ADN de la marca sin dejar de la propuesta fresca de la diseñadora: apreciamos piezas clásicas, con toques masculinos, inspirados en los viajes del mismísimo Christian Dior por el mundo.
Ahora sí me despido de París. Espero sus comentarios en redes. Con cariño, Gina.