La llamada Peña-Trump: ¿muro por reelección?

No fue una proposición formal ni Peña Nieto le siguió el juego, pero cuando Trump le insistía que dejara de declarar que México no pagará el muro, el estadounidense le planteó: “Yo quiero que seas tan popular que tu gente convoque a una enmienda constitucional para que puedas buscar otros seis años de gobierno”.

Peña Nieto respondió: “Es usted muy amable señor presidente, lo único que yo quiero es que nuestros países mantengan una relación fuerte y amistosa”.

Así consta en la transcripción que publicó ayer The Washington Post de la llamada telefónica de casi una hora que sostuvieron los dos mandatarios a las 7:30 de la mañana del viernes 27 de enero, dos días después de que Trump emitió la orden ejecutiva para la construcción del muro fronterizo, reiteró que México lo pagaría de cualquier forma y dijo que si no había acuerdo en ello, no tenía caso la reunión prevista en Washington para el 31 de enero, por lo que Peña Nieto decidió cancelar el encuentro.

La transcripción, filtrada al Post desde la maraña que es hoy la Casa Blanca, fue dada a conocer justo en el momento en que Trump había asegurado que Peña Nieto lo felicitó por el éxito de su política migratoria en una reciente conversación telefónica, cuya realización desmintió el gobierno de México, lo que obligó a Washington a reconocer que no hubo tal llamada y que los presidentes habían hablado del asunto en el encuentro que sostuvieron en Hamburgo el 7 de julio pasado, en el marco de la Cumbre del G-20.

Pero lo que queda claro con la llamada del 27 de enero es que Trump presionó a Peña Nieto para que ya no dijera que México no pagaría el muro. “Ambos debemos decir” —casi ordenó— que “trabajamos en ello, en lugar de que tú digas no lo pagaremos y yo diga que nosotros tampoco lo pagaremos”.

—Si tú vas a decir no pagaremos el muro, entonces yo no quiero reunirme contigo, porque yo no puedo vivir con eso… En lugar de decir que no pagarás, debes decir lo solucionaremos.

Peña Nieto, que en todo momento se dirige a Trump como señor presidente, le explica que más allá de posiciones personales, es inaceptable que los mexicanos paguemos el muro que piensa levantar en la frontera, aunque le dice que entiende el pequeño margen político que tiene ante lo prometido en su campaña. Le argumenta que él, como presidente de México, no puede aceptar una situación así. Pero finalmente acepta, ante la reiterada amenaza de no dialogar: “Dejemos por ahora de hablar del muro”.

Trump, quien en todo momento se dirige al mandatario mexicano como Enrique, le dice que sabe, que entiende perfectamente bien lo que le está planteando, pero le sugiere que si requiere traductor recurra a él. Aquí el Post hace esta acotación: Peña Nieto habla un inglés fluido (¿?) pero en conversaciones oficiales prefiere hablar en español.

Y el tema dio pie a otros comentarios interesantes de Trump: “Enrique, yo te considero un amigo, y a Luis (Videgaray), que habla mejor inglés que yo, un hombre muy inteligente; su relación con Jared (su yerno) es muy buena; dejémoslos trabajar para que construyan buenos acuerdos”.

Acaso Trump refirió lo de la enmienda constitucional para una eventual reelección, para tentar la vanidad y la ambición. Pero su aserto sólo refleja un desconocimiento total de la realidad política de nuestro país. Muchos ex presidentes de México han explorado, sin éxito, esa posibilidad. Que Peña lo intente parece impensable: su aceptación popular es de las más bajas en la historia. Lo que sí buscará, a no dudarlo, será la continuidad de su proyecto. Y en eso, por lo dicho en la conversación telefónica de marras, cuenta con Trump, quien ya palomeó a Luis Videgaray. Pero éste, desde Japón, dijo ayer que, por decisión personal, no está en sus planes entrar a la carrera presidencial de 2018, porque tiene la encomienda de enfrentar con éxito la renegociación del TLCAN. ¿Será?

1. CABILDEO. Aseguran los enterados que Margarita Zavala, como parte de su precampaña en busca de la candidatura presidencial del PAN, anda como chivo en cristalería, pues ya hasta le pidió ayuda al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para que presione a los magistrados del TEPJF para violar la voluntad de la militancia de Acción Nacional en Campeche. Le cuento: hace algunos días la esposa de Felipe Calderón visitó la Sala Superior del tribunal electoral donde, aseguran, platicó con los magistrados para que ayuden a Jorge Luis Lavalle Mauri, quien perdió la presidencia del Comité Directivo Estatal ante Yolanda Valladares, por una diferencia de 20%. Extrañamente alguien no quiere resolver el diferendo de una elección que se llevó a cabo hace casi un año. El asunto sigue atorado pese al claro triunfo de la señora Valladares y, después de 17 impugnaciones interpuestas por el perdedor, ¿a quién trata de descarrilar la ex primera dama?

2. OTRA DE PANISTAS. El senador Juan Carlos Romero Hicks, aspirante a la candidatura presidencial blanquiazul, publicó ayer en Twitter que está abierto a participar en los spots a que tiene derecho el PAN a través del INE. Dijo que evalúa formato y contenido, y que lo mueve un México de verdad y la unidad partidista como “tercero en concordia” ¿Lo dejarán Ricardo Anaya y Margarita Zavala?

3. ASAMBLEA. La Comisión Nacional de Dictamen de la 22 Asamblea Nacional del PRI, encabezada por Claudia Ruiz Massieu, aprobó por unanimidad los predictámenes que serán llevados a las cinco mesas temáticas que discutirán los documentos básicos del tricolor. Esos predictámenes se discutirán los próximos 9 y 10 de agosto en las mesas a realizar en Campeche (estatutos), Coahuila (declaración de principios), Estado de México (programa de acción), Jalisco (visión de futuro) y Sinaloa (ética y rendición de cuentas).