“Trajeron maíz de EU y bajaron las ventas”
Lorenzo dice que no hay infraestructura para igualar a las empresas estadounidenses
Con aire de resignación, Lorenzo Ibarra Mireles afirma que aunque la relación con Estados Unidos y el Tratado de Libre Comercio afecten a los campesinos “no nos podemos echar para atrás”.
Mientras recorre sus maizales, recuerda que todo lo que sabe de la tierra lo aprendió de su padre, desde niño comenzó a trabajar la tierra en San Miguel Topilejo, al sur de la Ciudad de México, de donde es originario.
Comenta que el trabajo agrícola es una “herencia familiar”, su padre le enseño todo lo que sabe de cultivos, por lo que Lorenzo también le inculcó a sus hijos “el gusto por el campo”; el hombre de 55 años se dedica a la siembra de maíz, espinacas, cilantro, zanahorias y elotes.
Señala que los campesinos han sido los más afectados durante los más de 22 años de vigencia del TLC, pues no cuentan ni con extensión ni infraestructura para competir con los productores de Estados Unidos.
En el caso del maíz, menciona las tortillerías compran maíz estadounidense, que es más barato, pues su precio ronda los 5 pesos por kilo.
“Sí nos afectó el TLC, en el caso del maíz, trajeron de Estados Unidos, nos afectó mucho porque bajaron las ventas, bajaron los costos de la producción. Se siembra el maíz aquí para la manutención de las familias, pero para vender en tortillerías ya no porque ya no es negocio, no nos conviene. De allá es muy barato, yo lo tendría que poner a 5 o pesos para que más o menos salga unos 8 o 9 pesos el kilo, sembrar una hectárea cuesta 25 mil pesos”, dice.
Indica que el TLC sólo benefició a los grandes productores, mientras que a los campesinos “los empobreció”, dado que todas las semillas están a valor del dólar, “cuando sube el precio, los costos de semillas, fertilizantes y demás insumos para la siembra suben y aunque ahorita bajó el dólar ya no nos bajan las semillas se queda a ese precio, el libre comercio si ha beneficiado a los industriales, pero a los campesinos no”.