San Fernando recupera su calma tras siete años
En 2010 se desató una ola de violencia que cobró la vida de cientos de personas; entre las víctimas hubo 72 migrantes que fueron asesinados por Los Zetas, pero en este año recibió 35 mil turistas nacionales y extranjeros
Siete años tuvieron que pasar para que el municipio de San Fernando recobrara su tranquilidad y vida cotidiana, después de que en 2010 se desató una ola de violencia que cobró la vida de cientos de personas, entre ellas la de 72 migrantes que fueron asesinados por el grupo delictivo Los Zetas.
Hoy se cumplen siete años de esta masacre contra los inmigrantes, quienes fueron localizados en una bodega abandonada en el ejido de El Huizachal, de San Fernando: 58 hombres y 14 mujeres, migrantes provenientes de Centro y Sudamérica. Esa situación puso a la ciudad en el mapa mundial por la brutalidad del asesinato; sin embargo, la violencia no paró y meses después fueron descubiertas fosas con más de 280 cadáveres de personas que, en su mayoría, fueron bajados de autobuses que pasaban por San Fernando, municipio colindante con Reynosa, Río Bravo y Matamoros, lugares hacia donde se dirigían, y van, los migrantes que intentan cruzar a Estados Unidos por Tamaulipas.
La situación dejó al municipio como pueblo fantasma: más de 2 mil familias huyeron a otras ciudades. El actual alcalde José Ríos Silva recuerda que la mayoría de los residentes que se atrevieron a quedarse sólo iban del trabajo a su casa. Se impusieron por seguridad un “toque de queda” y después de las 17:00 horas todos estaban bajo llave. Nadie salía.
“Mirábamos muchos eventos de inseguridad, a las cinco de la tarde no salíamos de la casa, teníamos mucho miedo, puesto que perdimos familiares y muchos amigos; quedaron más de 2 mil casas abandonadas”, relata el edil panista.
“Muchos comercios cerraron sus puertas, puesto que los viajeros no entraban a la municipalidad por temor a ser víctimas de los delincuentes foráneos que se apoderaron en su totalidad de San Fernando, y los viajeros, en su cruce por el libramiento, lo hacían sólo de día y a gran velocidad, porque la situación de violencia duró más de cuatro años”.
El edil asegura que en los últimos tres años, con apoyo de las autoridades federales y estatales, han recuperado la paz y ha retornado la seguridad.
Hoy se puede ver mucha gente caminando en sus calles y hay vida nocturna. San Fernando, de 70 mil habitantes y una altura de 40 metros sobre el nivel del mar, está recobrando el turismo.
Durante los dos periodos vacaciones de 2017, la laguna Madre, en sus dos secciones recreativas que son playa La Carbonera y la Barra Boca de Catán, recibió 35 mil turistas nacionales y extranjeros. Y tres de los 10 ranchos cinegéticos que cerraron sus puertas están operando y registraron cupo lleno para la temporada de caza de paloma de ala blanca que inició el pasado 18 de agosto, asegura el alcalde.
De las 2 mil familias que huyeron por la inseguridad, casi mil regresaron; y los comercios asentados sobre la carretera que conduce a Reynosa o Matamoros, que cerraron sus puertas por la violencia, 50% está operando con normalidad, en su mayoría restaurantes.
En 2017 se han registrado hechos de violencia y eso, dice el edil, no lo pueden negar, ni ocultar, pero no es nada en comparado con lo que vivieron de 2010 a 2014.
Sin escoltas ni camionetas blindadas. Pepe Ríos revela que los últimos dos alcaldes tenían que gobernar desde otra ciudad; pero ahora él puede hacerlo desde San Fernando y sin guaruras ni camionetas blindadas. Todos los días, dice, se levanta, se persigna y se encomiendan a Dios para que le permita seguir realizando su trabajo y llevar más obras a las colonias y ejidos.
“San Fernando no está como hace cuatro años, cuando estuvimos muy afectados. Fui parte de esa estadística, puesto que inclusive en mis propiedades fuimos afectados; tenemos línea de transporte de camiones y fuimos afectados, gracias a Dios salimos adelante y ahora estamos para ayudar”, declara.
Recuerda que él fue víctima de dos secuestros y aquí sigue para contarlo. “La gente nos entiende porque sabe que este municipio duró nueve años saqueado y totalmente golpeado por las administraciones pasadas; me duele porque nos conocemos todos aquí, todos somos compañeros, familia, pero vemos que usaron nuestro municipio y no hicieron lo que se tenía que hacer”, fustigó.
“Yo no era político, pero cuando vimos que en el pasado proceso electoral iban a ser las mismas personas los que iban a gobernar, pues empezó a caminar nuestro proyecto.
“Sabíamos que si quedaban los mismos, nos iban a decir que aquí no pasa nada y sí ocurre, eso me dolía porque queremos algo bueno para nuestros jóvenes. Queremos dejarle algo a ellos donde puedan caminar, venir a la plaza en la noche, sobre todo al baile”, declara.
“Estamos demostrando que estamos mejor que antes, que se puede pasear con seguridad, que pueden entrar a disfrutar una rica comida, por que San Fernando tiene el mejor marisco del país y las mejores carnes asadas”, destaca el alcalde.
“San Fernando fue manchado, pisoteado por gente que no era de aquí, y prácticamente fue lo que nos golpeó, lo que hizo que a nivel mundial nos vieran mal. Lo que pasó en 2010 fue un triste aspecto de violencia, pero nosotros somos gente de bien y de trabajo, le estamos echando muchas ganas para que esto cambie”.
En estos últimos tres años hemos visto el crecimiento en las escuelas, están al tope; en un par de años será una ciudad muy grande y tendrá un desarrollo óptimo, augura su edil.
“San Fernando fue manchado, pisoteado por gente que no era de aquí, y prácticamente fue lo que nos golpeó” JOSÉ RÍOS SILVA Alcalde de San Fernando