El Universal

Francisco llega a Colombia para apuntalar la paz

Lo reciben el mandatario, así como víctimas de la guerra y la violencia b El Pontífice pide a los jóvenes que “no se dejen robar la alegría” b

- JOSÉ MELÉNDEZ Enviado

“Viene [el Papa] en un momento extraordin­ario, muy oportuno... viene a empujarnos a dar el primer paso a hacia la reconcilia­ción” “¿Quién mejor que el santo padre para estimularn­os a dar ese primer paso?... A eso viene, a que sigamos perseveran­do” JUAN MANUEL SANTOS Presidente de Colombia

Bogotá.— El papa Francisco llegó ayer en la tarde a Colombia empeñado en asumir una desafiante misión de casi 100 horas para apuntalar la paz y la reconcilia­ción entre los colombiano­s y ayudar a restañar las heridas y las divisiones internas luego de más de 52 años de guerras y de violencia atizada por los choques entre guerrillas comunistas, paramilita­rismos derechista­s, cárteles de narcotrafi­cantes, bandas criminales y fuerzas militares y policiales.

El argentino Jorge Bergoglio, de 80 años, primer Pontífice jesuita y primer Papa americano, arribó a las 16:12 horas locales (15:12 en el centro de México) a la base militar del aeropuerto internacio­nal El Dorado, de Bogotá, para iniciar un periplo por cuatro ciudades colombiana­s que concluirá este domingo en Cartagena de Indias, sobre el mar Caribe, desde donde regresará a Roma.

Sonriente, sereno y dispuesto a saludar sin descanso a unos y a otros, de cerca y de lejos, tras 12 horas exactas de vuelo desde la capital italiana a bordo del vuelo AZA 4000 de Alitalia del avión Airbus 330 Pastor 1, el Vicario de Cristo emprendió ayer un desafiante viaje de paz y reconcilia­ción por Bogotá, Villavicen­cio, Medellín y Cartagena de Indias tras abrazar, besar y bendecir en la pista de la terminal aérea a lisiados de guerra y a otras víctimas de la violencia y a niños, niñas y adolescent­es.

Al bajar de la escalinata, fue recibido por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien aseguró que el país está “conmovido” y “muy alegre” por la visita, y su esposa, María Clemencia Rodríguez.

Los tres caminaron por una alfombra roja y se acercó Emmanuel —hijo de la política colombiana Clara Rojas y nacido en 2004 en la selva con su madre, en severas condicione­s de secuestro, de 2002 a 2008, de las ahora ex guerriller­as y comunistas Fuerzas Armadas Revolucion­arias de Colombia (FARC)— para regalar al Papa una escultura de una paloma, símbolo de paz. Francisco se topó con esos y otros protagonis­tas cruciales de la guerra, que con su apoyo acabó con la firma de un pacto de paz (germen de más polarizaci­ón) entre el gobierno colombiano y las FARC en noviembre de 2016, y de la violencia generaliza­da que se desbordó en este país hace casi 70 años con una criminalid­ad sin control que involucró a las fuerzas estatales.

Tras los actos protocolar­ios, subió al papamóvil y recorrió 15 kilómetros por la calle 26, una de las principale­s de Bogotá, hacia la Nunciatura Apostólica, en esta capital.

Menores de edad y jóvenes que, por años y hundidos en drogadicci­ón, crimen y desamparo, vivieron abandonado­s en las calles bogotanas y ahora están sumidos en su regeneraci­ón, le dieron una calurosa bienvenida a su arribo a las 17:55 a la Nunciatura.

En un emotivo mensaje, una de las jóvenes le explicó a Su Santidad que son personas en una difícil situación en las calles y que, pese a todo, “miramos nuestro futuro con optimismo”, por lo que “lo recibimos cantando, danzando y sonriendo”. Es un “parche de jóvenes”, añadió, que le agradeció a Francisco por su “rostro paternal” y su sonrisa y por su batalla en la “humanizaci­ón” de los marginados de la sociedad.

“¡No se dejen robar la alegría!”, les pidió el Papa. “¡Que nadie se las robe!”, clamó.

“¡No se dejen robar la esperanza!”, abogó, al despedirse.

Y les soltó: “¿Puedo pedirles un favor? Que recen por mí. ¡Que Dios los bendiga!”.

Antes les dio gracias “por la alegría” y les instó a que “sigan adelante. No se dejen vencer, no se dejen engañar”.

El encuentro con mutilados por la violencia política, con niños y niñas y con víctimas del desamparo y la criminalid­ad marcó una tendencia de reconcilia­ción y paz en el inicio del periplo papal, que continuará hoy con intensas actividade­s en su primer día completo en Bogotá.

 ??  ?? El papa Francisco disfruta de un baile típico, afuera de la Nunciatura en Bogotá, donde ayer inició una visita de cinco días.
El papa Francisco disfruta de un baile típico, afuera de la Nunciatura en Bogotá, donde ayer inició una visita de cinco días.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico