Crear, criticar o enaltecer
La indumentaria folklórica mexicana ha sido, a últimas fechas, la inspiración de famosos diseñadores internacionales. También conocido como el estilo Mexican Riviera, toma como base detalles étnicos nacionales, integrando estampados con aires aztecas, acentos marcados por el tejido y accesorios al más puro estilo de la idiosincracia nacional. Pero atrás de este estilo hay una confrontación entre la tribu fashionista del país: que si la moda mexicana no debe limitarse a cortar y pegar motivos artesanales en la prenda, que si la mayoría de los diseñadores que siguen este estilo alteran completamente los textiles y los bordados originales para ponerlos en telas importadas o, bien, que si sus creadores imitan los diseños autóctonos de los artesanos y encargan que se los fabriquen en China, son algunas de las constantes críticas hacia este estilo y sus hacedores.
La diseñadora Carmen Rión, por ejemplo, constantemente menciona que ella nunca corta las telas por respeto a los diseños indígenas originales que fabrican artesanos del estado sureño de Chiapas.
En los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la crítica en las redes sociales dividió al país porque la delegación mexicana usó en la ceremonia inaugural diseños folklóricos de Armando Mafud, a pesar de que la BBC elogió al grupo por el colorido del uniforme, proclamando a la vestimenta de nuestra delegación como la mejor de la jornada.
¿Cómo podemos reconocer este estilo?
Cuando se combina joyería brillante decorada con motivos indígenas, prendas de encaje de algodón, algo que nos recuerde a Frida Kahlo, una paleta de color que incluya morado, verde, rojo, elementos como flores y frutos, bordados, símbolos aztecas, sarapes, rebozos, motivos charros o, bien, estampados autóctonos, aunque no debemos olvidar la creatividad revolucionaria que incluye el fusil y el sombrero de palma.
¿Quiénes exaltan este movimiento?
Así las cosas, nos guste o no, algunos de los máximos exponentes en este momento del estilo mexicano y su folklor son Lydia Lavín, Pineda Covalin, Carmen Rión, Alejandra Quesada, Dalia Pascal y María Luisa D’Chávez.
Apostar por lo auténtico y la originalidad es parte de las convicciones de estos diseñadores. Tener un estilo propio sin forzosamente seguir tendencias, lograr que los textiles típicos mexicanos tomen formas más propositivas en prendas y objetos decorativos en los que la modernidad y la sofisticación salten a la vista, ha sido uno de sus grandes retos.
La queja constante de nuestros diseñadores ha sido que solamente se les busca, entrevista y recuerda durante el mes patrio.
Y, a propóstito, ¿tú ya pensaste en tu atuendo para hoy?