AMÉRICA SUFRE CON LOS CANES
En el empate, influyen mucho el árbitro Luis Santander y sus asistentes
Tijuana.— América sobrevivió en la frontera. Se aferró a las manos milagrosas de Agustín Marchesín, ese guardián capaz de salvar partidos y aparecer con atajadas cuando todo luce perdido.
El portero americanista fue llamado a la selección argentina. Los méritos los demostró de sobra anoche, porque la zaga de su equipo se desmoronó por momentos, pero mantuvo el 1-1 final.
A Marche, las Águilas se encomiendan de cara a los dos clásicos de la semana entrante, el de Copa frente a Cruz Azul y el Nacional contra Guadalajara, por la Liga.
Además de la actuación del cancerbero emplumado, el futbol mexicano volvió a la poca sana costumbre de saber que el arbitraje juega. Y tiene tan poco talento que es capaz de definir o encarrilar partidos con sus pifias.
Cuando los yerros ocurren en duelos del América, como ayer, ni se diga.
La labor de Luis Enrique Santander y sus asistentes como impartidores de justicia fue la antítesis misma de su oficio.
El polémico silbante, mejor conocido por no marcar un penalti en la última final en favor de Tigres contra Guadalajara, convalidó el tanto de Oribe Peralta en fuera de juego (25’), tras un desborde de Cecilio Domínguez.
Para demostrar que su incapacidad es imparcial, decretó una pena máxima inexistente para los Xolos. Sólo la falla, imperdonable y triste, de Gustavo Bou en el cobro desde los 11 pasos, evitó que el ridículo fuera peor.
El argentino cobró sin fuerza, predecible y con escasa habilidad. Marchesín lo atajó y se creció. Fue un gigante en la segunda mitad. Le tapó dos remates a quemarropa a Bou para dejar inmaculado el arco azulcrema. Figura indiscutible.
Vinieron los momentos duros para los de Coapa. Eduardo Coudet, estratega fronterizo, le dio entrada a Miler Bolaños.
Herrera decidió sacar a Oribe Peralta para debutar a Mateus Uribe (sí, el refuerzo colombiano por fin, apareció en un partido hasta después de medio torneo).
Contraste de movimientos que se notó en la cancha. Tijuana se volcó hacia el frente con valentía y expuesto a los contragolpes capitalinos. La apuesta xoloitzcuintle terminó por emparejar el duelo.
Bolaños aprovechó que quedó sin marca y rumbo al área. Con una definición por abajo pudo derrotar al guardameta águila.
La resistencia emplumada cedió (66’). La igualada apenas puso justicia en el resultado.
Xolos mantuvo la carga ofensiva. Quiso obtener los tres puntos, pero un cabezazo de Luis Ángel Mendoza terminó por ser frustrado por el portero amarillo. Sí, de nueva cuenta, como casi todo el juego.
En ese momento, Tijuana se quedó desconcertado y, posteriormente, con 10 elementos por la expulsión de Damián Musto.
El partido expiró. América sacó el empate para llegar a 17 puntos. Supo que tiene un héroe en el marco, al cual encomendarse cuando las cosas van mal: el siempre eficiente Marchesín.