El Universal

Así ganaron contratos con Pemex los hermanos Bustamante

- Twitter: @MarioMal Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com Mario Maldonado

Eric y Adrián Bustamante de la Parra se insertaron en la clase alta de Mérida, Yucatán, hace menos de una década. Pasaron de ser dos ingenieros investigad­ores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a prósperos empresario­s del sector petrolero. Hoy, además, están relacionad­os con el negocio inmobiliar­io y se codean con la crema y nata de la sociedad yucateca: políticos y empresario­s con quienes tiran sus mejores

swings en el club de golf El Jaguar, donde también suelen jugar el presidente Enrique Peña

Nieto, su compadre, el secretario de Desarrollo Social, Luis Miranda, y el senador Emilio Gamboa Patrón.

El año pasado, El Jaguar fue reconocido como el mejor campo de golf de México y Latinoamér­ica por los Internatio­nal Property Awards. Mide 7 mil 295 yardas y está diseñado alrededor de ocho lagos y seis cenotes naturales. “Es el único campo con auténticos vestigios arqueológi­cos de la Cultura Maya”, reseñó en julio el sitio Inmobilia.

Adrián Bustamante de la Parra, socio fundador y director financiero de la empresa Operacione­s Internacio­nales de Servicios (OIS), proveedora de Pemex, es quien más se deja ver en Country Club de Mérida, donde está el campo El Jaguar. Aunque en general busca guardar un bajo perfil, quienes lo ven regularmen­te dicen que es ostentoso: “gasta mucho dinero”. Adrián Bustamante también es asiduo a correr los maratones de la ciudad y ahí sí se deja tomar fotos.

En agosto pasado se publicó en esta columna que entre 2008 y 2014 la empresa OIS obtuvo siete grandes contratos con Pemex por un monto total de mil 500 millones de pesos, principalm­ente por la prestación de los servicios de rehabilita­ción a los encabinado­s de turbinas de las plataforma­s y por el arrendamie­nto de equipo para perforació­n terrestre. Todos, adjudicado­s por asignación directa.

Llama la atención el vertiginos­o ascenso de OIS en el negocio petrolero mexicano, pues la empresa se habría constituid­o en 2002 con un capital de apenas 50 mil pesos. En la historia de crecimient­o de la firma hay muchos ex directivos de Pemex que figuran como actores importante­s, pero dos serían los protagonis­tas:

Llama la atención el vertiginos­o ascenso de OIS en el negocio petrolero mexicano, pues la empresa se habría constituid­o en 2002 con un capital de 50 mil pesos. En la historia de crecimient­o de la firma hay ex directivos de Pemex que figuran como actores importante­s

Carlos Morales Gil, ex funcionari­o de la empresa paraestata­l durante más de 30 años, de los cuales 10 fungió como director de Pemex Exploració­n y Producción (de 2004 a febrero de 2014), y Froylán Gracia Galicia, el ex coordinado­r Ejecutivo de la Dirección General de Pemex durante la gestión de Emilio Lozoya.

En 2008, Morales Gil, en su calidad de académico del Conacyt, asesoró el proyecto “El Estado del Arte y Prospectiv­a de la Ingeniería en México y el Mundo” de Eric Bustamante de

la Parra, socio fundador de OIS y director general. Desde entonces, según fuentes que conocen a ambos, estrecharo­n su amistad. Seis de los siete contratos otorgados a OIS por parte de Pemex Exploració­n y Producción se celebraron antes de la salida de Morales Gil de la paraestata­l, por un monto cercano a los mil millones de pesos.

En tanto, hay registros de vuelos de aerolíneas privadas en los que Froylán Gracia y Eric Bustamante viajaron juntos a Houston, Texas, tras la adjudicaci­ón del mayor contrato otorgado por Pemex a OIS por 635 millones de pesos.

De acuerdo con diferentes fuentes del sector y de Pemex, la forma como OIS logró hacerse de siete grandes contratos con la empresa productiva del Estado implicó una minuciosa estructura que incluye la subcontrat­ación de firmas regionales y un presunto sobrecosto de los productos y servicios.

Según las fuentes, OIS subcontrat­aba a la compañía ATCO, con sede en Apodaca, Nuevo León, para que le fabricara la totalidad de los encabinado­s de turbinas, incluyendo la obra electromec­ánica, por lo que la empresa de los hermanos Bustamante sólo se dedicaba a instalarla­s en las plataforma­s marinas.

El costo promedio que pagaba Pemex por cada encabinado era de 4.3 millones de dólares, mientras que el costo real de estos era de menos de la mitad: alrededor de 2 millones de dólares.

Es decir que Pemex pudo haber contratado directamen­te al fabricante ATCO o a otras compañías dedicadas al mismo rubro. El negocio, por supuesto, era adjudicar directamen­te los contratos a OIS, una empresa poco conocida que en seis años se convirtió en multimillo­naria.

En esta trama también salen a relucir los nombres de Marco Antonio Arellano Payán y Javier Hinojosa Puebla, quienes aprobaban las partidas presupuest­ales de los contratos asignados a OIS.

Posdata. Durante la actual administra­ción de Pemex, a cargo de José Antonio González

Anaya, OIS no ha vuelto a ganar un solo contrato, tras haber sido un proveedor “estrella” de la petrolera mexicana. Lo más interesant­e sería saber si Pepe Toño y su equipo también están investigan­do estos casos… además del multicitad­o asunto de corrupción de Odebrecht.

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Eric Bustamante de la Parra.
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