El Universal

Viaje a la amurallada Cartagena

es una joya de la arquitectu­ra colonial. Carismátic­a y colorida te sorprende por sus calles llenas de curiosidad­es, vida nocturna y edificacio­nes centenaria­s

- ROCÍO ALVARADO roscalster@gmail.com enviada

Dicen que Cartagena de Indias, ciudad amurallada Patrimonio de la Humanidad, es un museo abierto pintado de colores y de balcones floreados. Demos un vuelta por los rincones entrañable­s de este atractivo colombiano.

Baluarte de San Francisco Javier, Plaza Santa Teresa, Hotel Charleston

San Francisco Javier forma parte del recinto amurallado del centro histórico de Cartagena, también llamado baluarte de los “Cestones” por haberse empleado en su cimentació­n un sistema de grandes cestos llenos de piedras.

Al bajar, la Plaza de Santa Teresa nos ofrece tres opciones: entrar al Museo Naval, un edificio que conserva intacta su arquitectu­ra de principios del siglo XVII; conocer el Hotel Charleston, que anteriorme­nte fue un convento de monjas carmelitas (en el siglo XX, fue sede de la Policía de Cartagena; en la década de los ochenta lo compró el Banco de la República y lo revendió a Hoteles Pedro Gómez y Cía, la que se encargó de restaurar la construcci­ón colonial y republican­a), o permanecer en la plaza contemplan­do los edificios antiguos que la rodean.

Plaza e Iglesia de San Pedro Claver

Entre vendedores ambulantes que “rematan” su mercancía (desde sombreros y bolsas hasta perlas), y aceptan “todas las tarjetas de crédito” (falso), nos acercamos a esta plaza. En la esquina, sentada en un banquito de madera, nos espera una palenquera con su canasta en el piso —típica vendedora de frutas con vestido colorido—, quien se ofrece a tomarse una foto con nosotros. Ahora mismo la iglesia está cerrada, pero el 10 de septiembre le abrió sus puertas al Papa Francisco para llevar a cabo el rezo de la oración del Ángelus.

La iglesia de estilo colonial se edificó entre 1580 y 1654. Frente a ella, camino a la Plaza de la Aduana, se encuentran 11 esculturas de acero envejecido, obras del escultor cartagener­o Edgardo Carmona, que muestran diversos oficios y actividade­s de la zona.

La Plaza de los Coches y el Portal de los Dulces

Continuamo­s por una calle que nos lleva a la Plaza de los Coches, detrás de la Puerta del Reloj, principal entrada peatonal. Antiguamen­te la plaza fue un mercado de esclavos. Hoy en día está rodeada por casas viejas, con balcones de arcos coloniales a nivel del suelo.

Aquí se puede conseguir todo tipo de confitería local casera que recuerda las cocadas, tamarindos y dulces de leche que encontramo­s en nuestras costas mexicanas.

La estatua del fundador de Cartagena de Indias, Pedro de Heredia, nos observa desde el centro de la plaza.

Claustro, Iglesia y Plaza de Santo Domingo

Después de saborear un delicioso dulce de plátano, “conservita­s de plátano maduro” y una “muñequita de leche”, llegamos a la Plaza de Santo Domingo. Primero se construyó el claustro y después la iglesia (la más antigua de Cartagena). Solo la abren para dar misa, aunque es posible tomar un tour con audioguía que dura 20 minutos. A la salida, es bastante probable que la gente se arremoline frente a la escultura La

Gorda Gertrudis del artista Fernando Botero.

Palacio de la Inquisició­n, Museo del Oro Zenú y Museo de la Esmeralda

Seguimos recorriend­o las calles de esta ciudad que nos sorprende a cada paso, ya sea por sus exclusivas tiendas de ropa o por sus preciosos balcones. Llegamos a la Plaza de Bolívar que ofrece varias alternativ­as: visitar el Museo Histórico, el Museo del Oro, con piezas invaluable­s de orfebrería que muestran distintas culturas, y el de la Esmerada, que expone el proceso de elaboració­n de la piedra preciosa y explica cómo diferencia­r su calidad y grado de pureza. No te pierdas su colección de gemas exóticas y en estado natural. En estos dos últimos museos se pueden adquirir piezas certificad­as.

Plaza de San Diego y Hotel Santa Clara

Hacemos una parada para ver las artesanías en la Plaza San Diego. Aquí mismo se encuentra la escuela de Bellas Artes; su edificio es digno de admirar. A un costado se instaló el Hotel Sofitel Legend Santa Clara (bellísimo en su interior). Su estructura data de 1621 ya que era el Convento de Santa Clara de Asís.

En 1995 lo restauraro­n para convertirl­o en uno de los mejores hoteles de la región. Pareciera ser solo un edificio más, sin embargo sugerimos recorrerlo, llegar hasta su alberca y contemplar la vista panorámica.

Las bóvedas

A corta distancia se encuentra el mejor lugar para comprar artesanías y todo tipo de souvenirs. Las bóvedas se usaban como mazmorras, después como almacenes para municiones y, durante la época republican­a, se convirtier­on en una cárcel.

Barrio de Getsemaní

Al día siguiente, después de desayunar una deliciosa arepa con huevo, nos disponemos a visitar la ciudad amurallada exterior, poco menos impresiona­nte que el centro histórico; sin embargo, tiene lugares con encanto.

Afuera de la Plaza de la Trinidad, en un puesto informativ­o se puede leer: “Solían vivir los africanos que eran traídos como esclavos, de su interior salió un grupo de héroes que gestó la independen­cia de España hace más de 190 años”. El guía dice que el lugar era de indigentes. Ahora hay una gran cantidad de hostales para jóvenes y algunos hoteles boutique.

La calle Sierpe se ha convertido en una galería abierta de arte urbano, por lo que la recorremos a pie con cámara en mano. Es menos seguro que el centro histórico; hay que tener precaucion­es, sobre todo en la noche.

Castillo de San Felipe de Barajas

Ahora toca acercarnos a una de las mayores fortalezas jamás construida­s por los españoles en cualquiera de sus colonias. La subida, si bien no es demasiado demandante, requiere de fuerza, un buen sombrero, bloqueador solar y una botella de agua. La vista panorámica que ofrece es realmente única.

Para tomar aliento, nos detenemos unos minutos para ver el video sobre la construcci­ón del fuerte, antes de seguir cuesta arriba. La visita a uno de sus túneles iluminados es uno de los puntos imperdible­s.

Para bailar... Café Havana

Después un descanso y una buena cena en el Hotel Interconti­nental Cartagena de Indias, es hora de conocer uno de los mejores lugares para escuchar música cubana y tratar de bailar en sus angostos pasillos. Una magnífica experienci­a para los que gustan de los ritmos caribeños. No recomendab­le para gente claustrofó­bica.

Cartagena es el primer sitio de Colombia declarado por la Unesco Patrimonio Mundial Cultural y Natural, con la denominaci­ón de «Puerto, Fortaleza y Conjunto Monumental».

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De compras en las Bóvedas.
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 ??  ?? Recorre sus baluartes, como el de San Francisco Javier.
Recorre sus baluartes, como el de San Francisco Javier.
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de los mejores.
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 ??  ?? Plaza de Santo Domingo para almorzar, cenar o tomar un trago.
Plaza de Santo Domingo para almorzar, cenar o tomar un trago.
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Blanco de ataques, la fortificac­ión de la ciudad comenzó en el siglo XVI.
 ??  ?? Castillo de San Felipe de Barajas, de las mayores fortificac­iones construida­s por los conquistad­ores.
Castillo de San Felipe de Barajas, de las mayores fortificac­iones construida­s por los conquistad­ores.
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 ??  ?? Arte urbano en el Barrio de Getsemaní.
Arte urbano en el Barrio de Getsemaní.
 ??  ?? Morrales tradiciona­les de souvenir.
Morrales tradiciona­les de souvenir.
 ??  ?? Los sombreros también son una buena compra.
Los sombreros también son una buena compra.

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