Llueven elogios al autor inglés y a su obra
• Escritores e intelectuales en Europa celebran con satisfacción la noticia después de que el premio en 2016 fuera para el cantautor Bob Dylan
Madrid. —La noticia de que el ganador del Nobel de Literatura 2017 es Kazuo Ishiguro generó gran satisfacción en el mundo literario europeo. Las razones son tres: Ishiguro es un autor apreciado por sus colegas y encuadrado dentro de la tradición literaria británica a pesar de haber nacido en Nagasaki (1954); tiene un gran éxito comercial y; por último, ha sido recibido como un grato regreso al orden el hecho de que el ganador del premio vuelva a ser un escritor, en contraste con el de 2016 al cantautor folk Bob Dylan.
En esta línea y con sentido del humorística se pronunció Salman Rushdie, considerado compañero generacional de Ishiguro junto a Martin Amis, Ian McEwan, Julian Barnes o William Boyd: “Muchas felicidades a mi viejo amigo Ish, cuyo trabajo he amado y admirado desde que leí Pálida luz en las colinas. ¡Y además toca la guitarra y escribe canciones! Una paliza a Bob Dylan”, escribió en un mensaje al diario The Guardian.
En España, Mario Vargas Llosa reafirmó la idea en El País: “Se trata, sin duda, de un premio mejor que el del último año, al músico Bob Dylan, y pone en valor a un novelista de primera línea en la tarea de renovación de la literatura en lengua inglesa, y sobre todo británica, abordada por excelentes narradores de estas últimas décadas a los que él pertenece”.
“Se trata, sin duda, de un premio mejor que el del último año, al músico Bob Dylan, y pone en valor a un novelista de primera línea en la tarea de renovación de la literatura en lengua inglesa, y sobre todo británica” MARIO VARGAS LLOSA Escritor y Nobel 2010
Jorge Herralde, el editor que publicó por primera vez a Ishiguro en español y que reúne en su catálogo de Anagrama las ocho novelas del nuevo Nobel, aseguró que en su editorial están “felicísimos” por un galardón “tan inesperado” como “merecido”. Herralde, que apostó por el escritor cuando aún no había alcanzado el éxito internacional con Los
restos del día (1989) destacó que Ishiguro es de “una sutileza, elegancia y profundidad asombrosas”.
En declaraciones a EFE comentó: “Es un autor magnífico, de trabajo lento. Desde el anterior libro hasta El
gigante enterrado (última obra) han pasado siete años. Me recuerda el caso de Patrick Modiano, que siempre había publicado como en sordina libros excelentes y cuando le dieron el Nobel la secretaria que leyó el fallo dijo que ‘era el triunfo de la gran literatura’. En el caso de Ishiguro eso se redobla”.
Stephen Page, editor de Ishiguro en la casa británica Faber & Faber, dijo que es un “escritor singular”: “Tiene una fuerza emocional combinada con una curiosidad intelectual que encuentran siempre gran cantidad de lectores. Sus obras son exigentes a veces, y extensas, pero por su fuerza emocional tiene un eco en los lectores. Es un escritor literario muy leído en todo el mundo”.
Will Self, también compañero generacional de Ishiguro y uno de los autores más irreverentes de las letras británicas, lo felicitó a su estilo: “Se trata de un buen escritor y, por lo que yo he presenciado, de un hombre encantador, pero para la singularidad de su visión es un regalo muy dudoso el recibir esos laureles ajados (del Nobel)”.
Más comedido, Andrew Motion, reconocido autor británico, destacó que “el mundo poético de Ishiguro tiene la gran virtud y el valor de ser simultáneamente muy individual y profundamente familiar: un mundo de perplejidad, aislamiento, vigilancia, amenaza y admiración”.
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