Se acabó la innovación en teléfonos
“There is no safety, there is no comfort, there is no security for you in this life anymore, unless when you're walking down the street you can feel a hard rectangle in your pants.” Jerry Seinfeld.
Es hora de dejar de decir que las iteraciones en la tecnología en las cámaras de los celulares, o la forma en la que entregan el sonido, o al hacer una mezcla con los mejores elementos de todos los celulares que existen en uno nuevo son avances o parte del progreso. Desde hace un par de años se venía incubando la pregunta ¿qué tanto tiempo, en verdad, se puede mantener el paso de la innovación en los teléfonos tras diez años de un incesante ritmo? No había forma de que los fabricantes pudieran reinventarse cada año.
Hoy la única razón para comprarte un teléfono nuevo es si tu smartphone se rompe y no tiene reparación; ya pasó a la lista de teléfonos que no reciben actualizaciones de software; o se descompuso y la marca no tiene centro de servicio en tu país. Y esta capacidad de poder reparar un teléfono suma al importantísimo tema de la sustentabilidad que podría ser algo que realmente movería la aguja en la innovación de los celulares y en el que la modularidad en los dispositivos sería clave, pero aún no estamos ahí.
Si hay algo que nos queda claro a todos con el lanzamiento del Samsung Galaxy Note 8 y el iPhone 8, así como el anuncio del iPhone X y el Pixel 2 es lo siguiente: todos los teléfonos (insignia de arriba de 600 dólares) son iguales ahora. Lo que parece que cambia a la hora de elegir es: poderosos teléfonos con actualizaciones de sistema Android lentas (Samsung), el restrictivo pero funcional y todavía (en cierta forma) deseado iOS, y Android puro en el Pixel de Google. Lo que realmente tenemos que elegir hoy no es un teléfono, es el sistema operativo del ecosistema al cual te acomoda pertenecer, y sí, un poco la imagen que quieres dar; sin olvidar el tipo de cargador que vas a estar buscando en las reuniones, eventos públicos de más de cinco a ocho horas, etc.
Pongamos rápidamente al Pixel 2 contra el iPhone 8:
Ambos sin entrada para audífonos. Audífonos bluetooth Pixel buds para el Pixel 2 y AirPods para el iPhone.
Los dos incluyen la modalidad retrato o portrait mode, también herramientas de realidad aumentada, el de Google con Augmented reality STICKERS y Apple con iMessage stickers. Asimismo las dos marcas mejoraron la cámara y ofrecen Motion Photos y Live photos respectivamente. Los equipos son resistente al agua y llegan en dos tamaños el Pixel normal y XL y el iPhone normal y Plus.
Las diferencias, además de que uno utiliza Android y el otro iOS es que el primero cuenta con USB-C y el segundo puerto Lightning, además el Pixel 2 puede apretarse para abrir apps (squeeze).
Entre las funciones nuevas que vienen con el iPhone X estarán los emojis animados, que no tiene botón ni bordes y, claro, que se desbloquea con el rostro con sensores diferentes a los de otros teléfonos con esta opción. Del Pixel 2 vemos que la función de apretar para abrir apps puede ser interesante, pero eso ya lo trajo el HTC U11. Tal vez de ahí la inversión de Google para adquirir una parte de HTC por mil cien millones de dólares, incluyendo equipos de ingenieros.
Es así que entre todo este #ruidoblanco de funciones, característica y plataformas, ya no se trata de qué teléfono es el mejor, sino que se empieza por ¿qué opción prefieres?
•