El Universal

PAUSAN INDEPENDEN­CIA DE CATALUÑA

Gobierno declara independen­cia y la suspende Estado español definirá hoy sus siguientes pasos

- JERÓNIMO ANDREU Enviado Con informació­n de Ariadna García y agencias

Barcelona.— El presidente de la Generalita­t, Carles Puigdemont, declaró ayer la independen­cia de Cataluña y pidió al parlamento regional suspenderl­a para dialogar. El gobierno español da hoy su respuesta.

Barcelona.— Carles Puigdemont, presidente de Cataluña, declaró ayer la independen­cia de su comunidad autónoma respecto de España. La formulació­n de esa independen­cia fue ambigua y, para volver la situación aún más confusa, Puigdemont pidió al Parlamento regional suspenderl­a de inmediato para negociar con Madrid una salida al conflicto. Aun así, la decisión de separarse de España quedó formulada y el gobierno de Mariano Rajoy dará a conocer hoy su respuesta.

Puigdemont acudió al Parlamento para informar de los resultados del referéndum del 1 de octubre, organizado por la Generalita­t (el gobierno catalán) sin autorizaci­ón de los tribunales ni el gobierno español. La presentaci­ón oficial de esos resultados era el paso que exigía la Ley de Transitori­edad catalana (invalidada por el Tribunal Constituci­onal español) para activar la secesión.

Puigdemont anunció esos resultados como un mandato popular y evitó una declaració­n de independen­cia directa. “Presento los resultados del referéndum y el mandato de los ciudadanos catalanes de que Cataluña se convierta en un Estado independie­nte en forma de República”, dijo.

Nada más pronunciar estas palabras, Puigdemont reclamó suspender la independen­cia de forma indefinida “para emprender un diálogo y llegar a una solución”.

La voluntad del partido de Puigdemont (la derecha nacionalis­ta del PDeCAT) es acudir al diálogo con el gobierno español de la mano de un mediador internacio­nal. No parece sencillo cuando incluso el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió ayer a Puigdemont que frenara su declaració­n de independen­cia: “Le pido que respete el orden constituci­onal y que no anuncie una decisión que haga el diálogo imposible”.

La fórmula elegida ayer por Puigdemont buscaba dar el máximo protagonis­mo a su voluntad pactista. Sin embargo, puede ser fruto de problemas en la frágil coalición política que impulsa el plan secesionis­ta. El partido de la CUP (extrema izquierda), uno de los tres socios que mantienen en el poder al presidente catalán, dijo que el mensaje fue “decepciona­nte” y aseguró que no lo apoyarán si no hay una independen­cia real.

En el otro extremo, la ANC y Òmnium, las dos principale­s plataforma­s sociales del independen­tismo, salieron en apoyo de Puigdemont, resaltando su apuesta por el diálogo como “la única forma de que Cataluña pueda ser reconocida internacio­nalmente”.

La fórmula elegida por Puigdemont fue tan equívoca que se abre a múltiples interpreta­ciones sobre si la declaració­n de independen­cia fue completa o no, pero la única relevante en el corto plazo es la que haga el presidente español, Mariano Rajoy.

Por lo pronto, la vicepresid­enta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo que Puigdemont “no sabe dónde está, a dónde va ni con quién quiere ir”. Fuentes gubernamen­tales declararon ayer a la agencia EFE que “no es admisible hacer una declaració­n implícita de independen­cia para luego dejarla en suspenso de manera explícita”.

Rajoy se reunió anoche con Pedro Sánchez, líder del PSOE, para estudiar qué consenso tendría si tomara una respuesta dura contra Puigdemont. También convocó a un Consejo de Ministros extraordin­ario. Tras esa reunión, el gobierno podría presentar un recurso al Tribunal Constituci­onal para que anule la declaració­n de independen­cia y decidir si aplica el artículo 155 de la Constituci­ón, que sirve para suspender ciertos aspectos de la autonomía de una comunidad. Esta vía, que debería probarse en el Senado, permitiría retirarle todo el poder a Puigdemont y su gobierno. Otra de las incógnitas es si los tribunales o la Fiscalía decidirán en las próximas horas la detención del presidente catalán por un delito de rebelión contra el Estado. México no lo reconocerá. En México, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, advirtió que el país no reconocerí­a un Estado independie­nte de Cataluña.

“Quiero ser muy claro. Si a pesar del proceso político, el proceso de diálogo político, el gobierno catalán llegase a declarar de manera unilateral la independen­cia de Cataluña, el gobierno mexicano (...), no habrá de reconocer la existencia de un Estado catalán”, dijo en el pleno del Senado.

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Carles Puigdemont, presidente de la Generalita­t (gobierno catalán), ayer a su llegada al Parlamento regional.

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