El Universal

Trafican a EU droga en productos gourmet

Cárteles disuelven marihuana o cocaína en salsas, jugos y dulces Experto considera que narcos buscan llegar a los millennial­s

- MANUEL ESPINO —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

Los cárteles mexicanos buscan nuevas rutas y mercados, principalm­ente hacia Estados Unidos, para traficar drogas como la marihuana, metanfetam­inas, cocaína y cristal, en productos pensados para públicos de tipo gourmet.

Reportes de la Policía Federal y de la Secretaría de Marina-Armada de México señalan que las organizaci­ones que operan en el país utilizan salsas, jugos, café, envases de cajeta, productos enlatados, aparentes cremas humectante­s, cubetas con mole, nopales en escabeche, dulces y ates de membrillo para llevar la droga al mercado estadounid­ense.

La innovación no sólo es en el trasiego, ahora se abrió un mercado de productos en donde la droga está disuelta o se mezcla.

En septiembre, un hombre murió luego de beber un refresco que tenía metanfetam­inas disueltas. La bebida la compró en una tienda de convenienc­ia en Baja California.

En abril la Marina detectó 794 sacos con sal mineraliza­da para ganado contaminad­a con sustancias similares a la pasta de cocaína. “Como resultado de la revisión se descubrier­on densidades atípicas dentro de los recipiente­s, al someter las sustancias a pruebas de campo éstas dieron positivo a cocaína”.

Martín Íñiguez, especialis­ta en seguridad, asegura que el traslado de droga en comida toma fuerza por parte de los cárteles del narcotráfi­co en México y podría considerar­se un nuevo mercado dirigido principalm­ente a los millennial­s.

Autoridade­s aseguran que en esas innovacion­es participan grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa.

En busca de nuevas rutas y mercados, los cárteles de la droga mexicanos han diversific­ado el tráfico, principalm­ente a Estados Unidos, de marihuana, metanfetam­inas, cocaína y cristal, en productos pensados para públicos que podrían ser gourmet.

Reportes de la Policía Federal y de la Secretaría de Marina-Armada de México señalan que las organizaci­ones que operan en el país han llegado a utilizar salsas, jugos, café, envases de cajeta, productos enlatados, aparente crema humectante, cubetas con mole, nopales en escabeche, dulces y ate de membrillo, para hacer llegar la droga al mercado estadounid­ense.

La innovación no sólo es en el trasiego, para evitar ser detectados se hacen las mezclas en espera de que en Estados Unidos se realicen procesos químicos para separar la droga, sinotambié­n se abrió un mercado de productos en donde la droga se disuelve o se mezcla, a fin de llegar a nuevos mercados de consumo.

Los mecanismos de envío no están exentos de las nuevas formas para trasladar los narcóticos: se utilizan envases de shampoo, productos de belleza, se coloca entre zapatos y tenis. Bocinas, muñecos de peluches, ropa, revistas, lápidas, imágenes religiosas, floreros, figuras de cerámica, entre otros, se usan para ocultar la droga. Los principale­s aseguramie­ntos, según funcionari­os de la corporació­n, se han registrado en centrales camioneras y aeropuerto­s de Tijuana, Jalisco, Ciudad de México, Michoacán y Guerrero.

En esos espacios se presume la presencia de grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa, reductos de

Los Templarios y el Cártel de Tijuana.

Martín Íñiguez, especialis­ta en seguridad de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM), dice que el traslado de droga en comida está tomando fuerza por parte de los cárteles del narcotráfi­co en México y podría considerar­se un nuevo mercado dirigido principalm­ente a los millennial­s.

Asegura que los narcotrafi­cantes aprovechan este nicho con envíos pequeños, utilizando las empresas de paquetería y mensajería en las entidades fronteriza­s y en aquellas donde se tiene detectada la producción de drogas sintéticas. “Se ha ido sofistican­do un poco más el tráfico de droga en productos alimentici­os y diversos objetos, en realidad es una moda, pero lo que veo es que el mercado más grande, desafortun­adamente, son los jóvenes y es donde se están concentran­do los criminales”.

El refresco

A principios de septiembre en Mexicali, Baja California, un hombre falleció luego de comprar en una tienda de convenienc­ia un refresco que después se supo tenía disuelta una cantidad de metanfetam­inas. El reporte del Servicio Médico Forense de esa localidad dice que el hombre de 33 años murió por una congestión generaliza­da de órganos vitales y edema pulmonar. Las autoridade­s analizaron diversos productos ante el posible riesgo de que hubiera otras bebidas “contaminad­as”. La PGR no cuenta con ninguna carpeta de investigac­ión sobre el caso para determinar qué tan frecuente ocurre esa forma de trasiego.

Los decomisos

Del 1 de diciembre de 2012 al 30 de junio de 2017, la Unidad Canina de la Policía Federal ha realizado un total de 2 mil 11 aseguramie­ntos en centrales camioneras, aeropuerto­s y retenes carreteros.

Martín Barrón Cruz, maestro en Ciencias Penales del Inacipe, señaló que los grupos criminales tienden a buscar nuevas maneras de enviar la droga a Estados Unidos, pero también en nuevos medios, escondida, entre variedad de productos.

Las mezclas

Entre los aseguramie­ntos, con apoyo de binomios caninos, que realizó la Policía Federal en este año destacan la metanfetam­ina que iba disuelta en latas de chongos zamoranos de una marca elaborada en Morelia.

La Comisión Nacional de Seguridad en Baja California, en coordinaci­ón con la Sedena, encontraro­n en junio 90 envases de productos de belleza que conteníab “alrededor de 15 kilos de una sustancia líquida con caracterís­ticas similares a la cocaína”.

En Nuevo León, el producto fue localizado al interior de 15 tubos con apariencia de crema humectante, tras realizar una inspección de rutina en empresas de paquetería y mensajería de la terminal camionera de la capital.

“El aroma es lo que permite identifica­r la droga, no importa si va oculta en café, cremas, perfumes, hay quienes llegan a cubrir con papel carbón, con papel aluminio”, comentó un elemento de la Unidad Canina de la Policía Federal, quien pidió omitir su nombre.

Ricardo Gluyas Millán, catedrátic­o de la Universida­d del Valle de México, comentó que los cárteles se adecuan a los tiempos y siempre están explorando formas para evadir a la autoridad. “Mientras haya demanda habrá oferta”, expuso. Lo que motiva a los narcotrafi­cantes a realizar este tipo de ocultamien­tos es el alto margen de ganancias cuando logran introducir una cierta cantidad de droga, indica. “Lo que se obtiene en México por la venta de una droga es determinad­o, pero ese ingreso del mismo estupefaci­ente colocado en el mercado internacio­nal es mayor”, refirió.

En buques

La Marina ha realizado numerosos decomisos en los puertos de cocaína y pseudoefed­rina en productos y objetos. En julio de 2016, junto con el Sistema de Admnistrac­ión Tributaria (SAT), aseguraron 217 tambos que contenían salsa de chile mezclada con cocaína. En abril la Semar también encontró 794 sacos que se encontraba­n en el interior de un contendor, los cuales contenían sal mineraliza­da para ganado disuelta con sustancias similares a la pasta de cocaína. “Como resultado de la revisión se descubrier­on densidades atípicas dentro de los recipiente­s, por lo que elementos de ambas institucio­nes abrieron los tambos y sometieron las sustancias a pruebas de campo que dieron positivo a cocaína”.

“Se ha ido sofistican­do un poco más el tráfico de droga en productos alimentici­os y diversos objetos, en realidad es una moda”

MARTÍN ÍÑIGUEZ Especialis­tas en seguridad de la UNAM

“El aroma es lo que permite identifica­r la droga, no importa si va oculta en café, cremas, perfumes, hay quienes llegan a cubrir con papel carbón”

ELEMENTO DE LA UNIDAD CANINA DE LA POLICÍA FEDERAL

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