Cáncer de mama y el derecho a saber más
Un elemento de relevancia cuando se analiza en Inai la queja de un ciudadano ante la respuesta recibida a una solicitud de información, es el contexto del tema. Sin éste, sería imposible entender la importancia que puede tener para la sociedad el que un sujeto obligado responda una solicitud de la mejor forma posible. El contexto también nos permite presentar en sesiones públicas temas que promueven la reflexión, la discusión y el diálogo.
Recientemente presenté un posicionamiento acerca de la petición de un particular a la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para conocer datos acerca de la licencia de funcionamiento del equipo de rayos X de la Unidad Médica Móvil de la Mujer.
Si bien se buscaba saber información específica, ésta debe observarse desde un contexto amplio para entender su trascendencia. Inspiraba aún más el abordarlo si se considera que octubre es el mes de la sensibilización contra el cáncer de mama, esto es, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, un tiempo dedicado a fomentar el aumento de atención y apoyo prestado sala detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos de esta enfermedad.
Una de las aristas de interés del tema es su liga con el derecho a la salud de las mujeres. En ese sentido, conviene retrotraernos a la Declaración de Beijín de 1995, suscrita por 189 países miembros de las Naciones Unidas. En ésta se estableció que las mujeres deben gozar de los más altos estándares de salud a lo largo de su vida, y para ello los Estados habrían de incrementar los recursos para la investigación y atención de problemáticas de la salud femenina. Esta premisa establece por derecho propio la necesidad de atender la solicitud, ya que potencia el ejercicio de otras prerrogativas sociales que debe garantizar el Estado.
Pero si eso no resulta suficiente, conviene familiarizarse con estadísticas que aborden directa o tangencialmente el tópico. Por ejemplo, alertar que cada año muere cerca de medio millón de mujeres a causa de cáncer de mama en el mundo y que 70% de estas muertes sucede en países de bajos o medianos ingresos. O que todos los años se detecta cerca de un millón y medio de casos de este tipo de enfermedad a nivel mundial. Incluso es pertinente entender el foco local que puede tener el tema: conocer, por ejemplo, que Colima, Campeche y Aguascalientes son los estados en donde más prevalencia de cáncer de mama existe en la República, al registrar 90 casos por cada 100 mil habitantes. Con este último dato en mente, ya que la solicitud alude a una unidad médica móvil de la mujer, responderla de manera adecuada cobra relevancia por la posibilidad que puede tener Cofepris para ordenar esfuerzos de atención en las entidades que más lo necesiten. Además, obtener la respuesta abona a conocer mejor la calidad con la que las y los mexicanos recibimos atención médica.
Finalmente, entender la dimensión justa del tema, ayuda. Sabemos que, aunque 20% de los casos detectados de esta enfermedad se realiza mediante autoexploraciones, el restante 80% depende del uso de nuevas tecnologías. De ahí que conocer el estado de la licencia de funcionamiento del equipo de rayos X sea importante.
Sumar todo lo anterior clarifica que responder una solicitud de información, por específica que esta sea, puede abonar a generar mayor equidad en el acceso a las oportunidades y al bienestar de la población, en este caso, al presentar datos de relevancia relativos a los servicios de promoción de la salud, así como a la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Así se fundamentó la instrucción a Cofepris para modificar la respuesta otorgada y buscar los datos existentes al respecto; en caso de encontrarlos, entregarlos, y en caso de no contar con ellos, avisar por los medios pertinentes de su inexistencia.
Los mexicanos y mexicanas tenemos en el acceso a la información una herramienta con la cual, al atender nuestras necesidades de información, auxiliamos a develar contextos de interés para muchos más y a la rendición de cuentas. No dejemos de aprovecharla.