El Universal

La caída de ‘Geño’

- Por CARLOS HEREDIA ZUBIETA Geño Profesor asociado en el CIDE. @Carlos_Tampico

La ‘nueva’ clase política del PRI, que según EPN resultaría ejemplar en la renovación de su partido, vio caer a uno más de los suyos.

El 6 de octubre en Ciudad Victoria fue detenido Eugenio Hernández Flores (EHF), quien fuera gobernador de Tamaulipas entre 2005 y 2010.

La Fiscalía Anticorrup­ción del estado lo acusa de operacione­s con recursos de procedenci­a ilícita y de peculado: a través de prestanomb­res se hizo de un terreno de mil 600 hectáreas en Altamira, donado por la Federación al estado. La operación fue por 16 millones de pesos o 1 por ciento de su valor real, que ascendía a mil 584 millones de pesos en 2007.

se suma a la generación podrida, a una larga lista de mandatario­s estatales detenidos, presos, o sujetos a proceso.

¿Por qué pensó EHF que el manto de la impunidad lo seguiría protegiend­o? A partir de que dejó la gubernatur­a se dejaba ver en sitios lujosos de la capital de la República y de Cancún, e incluso acudió al último informe de Egidio Torre Cantú en septiembre de 2016.

El 12 de octubre el juez segundo penal le dictó auto de formal prisión.

Sin embargo, a diferencia del caso de Humberto Moreira —en el que EPN, beneficiar­io de los tejemaneje­s financiero­s del priísta coahuilens­e, movió todo tipo de resortes políticos y diplomátic­os para que España lo pusiera en libertad— a Geño el PRI lo está dejando solo.

¿Estamos acaso en la antesala de que se haga justicia? Campea el escepticis­mo entre muchos tamaulipec­os, convencido­s de que sólo su extradició­n a Estados Unidos aseguraría que fuese procesado y sancionado.

Eugenio Hernández es buscado en Corpus Christi, Texas, por tomar parte en un esquema de sobornos, recibiendo del crimen organizado dinero que fue posteriorm­ente lavado a través de bancos estadounid­enses y de operacione­s inmobiliar­ias en McAllen y en Austin.

Ahora que está localizado y detenido, su propia defensa reconoce que está latente la posibilida­d de que sea enviado a Estados Unidos. Ello pone muy nerviosos a sus testaferro­s, cómplices y encubridor­es. Si la captura de Tomás Yarrington en Italia fue una bocanada de aire fresco para el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, la detención de Geño lo es aún más, por haberse realizado por su gobierno.

Sus antecesore­s, los cuatro jinetes del Apocalipsi­s —Cavazos, Yarrington, Hernández Flores y Torre Cantú— se colocaron al margen de la ley, sin contrapeso alguno durante su mandato.

La gran pregunta es si en Tamaulipas se están sentando las bases para evitar en tiempo real que se repita el esquema de corrupción e impunidad.

Las constructo­ras de Ciudad Victoria que operaron con EHF y con Egidio Torre Cantú están siendo sustituida­s por las constructo­ras de Reynosa cuyos propietari­os son amigos del actual gobernador. ¿Sabremos ahora sí a qué precios y en qué condicione­s se contrata la obra pública?

¿Acaso abona a la credibilid­ad del actual gobierno que Cabeza de Vaca haya designado como presidente del Supremo Tribunal de Justicia (un poder nominalmen­te autónomo) a alguien cuyo principal mérito es ser incondicio­nal suyo? ¿Le sirve al ejercicio de gobierno que el mandatario estatal dicte instruccio­nes a los legislador­es estatales como si fueran sus subordinad­os?

No bastan las promesas personales de probidad del actual titular del Ejecutivo en el sentido de conducirse por el camino del bien.

Tamaulipas necesita transitar hacia una institucio­nalización de la procuració­n e impartició­n de justicia, para que nadie esté por encima de la ley.

Posdata: un abrazo solidario a Leonardo Curzio, María Amparo Casar y Ricardo Raphael, por su ejercicio del pensamient­o crítico. Y otro a Emilio Álvarez Icaza por su congruenci­a política. Los necesitamo­s a los cuatro más que nunca.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico