Tras 19-S, aplicar la ley, el reto
Ayer el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, anunció la modificación del Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México, con el objeto de hacer más estrictas las normas de seguridad estructural de las nuevas edificaciones, así como la reestructuración de los inmuebles afectados por el terremoto de 7.1 del pasado 19 de septiembre, que dejara sólo en la Ciudad 228 personas fallecidas, 38 edificios colapsados y la necesidad de demoler por lo pronto 13 más.
Propiamente, los cambios que se efectuarán al reglamento no se dieron a conocer, por lo que habrá que estar atentos a la reunión que el mandatario capitalino anunció sostendrá el próximo lunes con colegios de arquitectos, ingenieros y estructuristas.
Tres semanas es lo que, según Miguel Mancera, deberemos esperar para la “publicación inmediata” del reglamento con las modificaciones realizadas.
Tras los sismos de septiembre, revisar y cambiar lo necesario en el Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México es algo que evidentemente debe realizarse, para hacer obligatorias todas las medidas preventivas posibles desde el punto estructural y arquitectónico. Sin embargo, voces como la del presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Gustavo Arballo, se pronuncian también, acertadamente, para que antes de modificar el Reglamento de Construcción se revise a fondo qué pasó el 19de septiembre con algunas construcciones. Diversas voces piden además que se tomen en cuenta las afectaciones en edificios dañados por el sismo de 1985 para elaborar el nuevo reglamento, con las particularidades y efectos del sismo del 19-S. Por su parte, de manera puntual, Arturo Tena Colunga, profesor de Estructuras de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), enfatiza que las reglas deben ser endurecidas sobre todo en la parte de la supervisión de proyectos estructurales.
En suma, las modificaciones al Reglamento de Construcciones deben garantizar, con toda la tecnología disponible hoy, la seguridad de los inmuebles. Pero además, en paralelo, debe revisarse y reforzarse también toda la estructura gubernamental encargada de supervisar, sancionar, y aprobar o no determinada edificación, para que en efecto se revise, se sancione, y se clausure toda edificación que incumpla la norma. Pero aquí el tema la corrupción se hace presente.
Porque como se ha dicho hasta el cansancio, el problema y la causa principal de derrumbes tras el trágico 19-S no fue la ausencia, total o parcial, de reglas para construir de determinada forma y evitar derrumbes en un temblor, sino la violación, casi podríamos decir generalizada, de dichas reglas. En otras palabras, el principal reto es lograr que se aplique la norma.