No todos los grandes son tan grandes
Nahuel Guzmán ha puesto el dedo sobre la llaga y con ello hirió susceptibilidades, el portero argentino pidió reconsiderar la lista de los equipos grandes del futbol mexicano para agregar a ésta a su club, Tigres, sin reparo se atrevió a colocar al equipo regiomontano como uno de los dos mejores de la Liga MX, fundamentadas o no, sus razones no están tan lejanas de una realidad que americanistas, chivas, cementeros y pumas deben comenzar a enfrentar, sobre todo estos dos últimos.
Los equipos grandes suelen ser aquellos con pasados sólidos y que han logrado arrastrar su grandeza al presente, son aquellos que no se han quedado anclados en sus pasadas proezas y han demostrado que su superioridad respecto al resto no es a razón de su popularidad.
En México, el debate se enfunda bajo el contexto de la popularidad, lógicamente para cada aficionado, no existe un equipo más grande que el suyo, así hayan pasado décadas de haber sumado un logro que pudiesen colocar en sus vitrinas y presumir ante las demás aficiones, el mito de los llamados “4 grandes” de la Liga MX cuestiona los argumentos bajos los cuáles se les ha otorgado este calificativo en la actualidad.
¿Cómo puede un equipo que no ha logrado obtener un título en 20 años ser grande? ¿Con qué elementos consideramos grande a un equipo que desde 1999 no ha colocado otro campeón de goleo? ¿Es justo continuar clasificando la grandeza de cada equipo en función de su popularidad? ¿Continuarán siendo las encuestas las que determinen la importancia de cada institución?
Las declaraciones de Guzmán no son tan erradas, pero sí distantes a la realidad de Tigres; sí, los logros recientes son los que deberían determinar qué equipo puede ser o no ser, los números son los que por sí solos deberían hablar para evitar debates. Bajo este razonamiento y sumado al número de aficionados con los que cuentan, América y Chivas tienen bien ganado su lugar, estadísticamente Toluca y sus 10 títulos tendrían que ocupar un sitio especial y desbancar al Cruz Azul, misma lógica para León y su paridad en títulos con la UNAM, y si la pura popularidad entregara grandeza, aguas que el Puebla y el Veracruz se nos andan colando.
Quisiera no quitarle el título de grande a ningún equipo, porque algunos es lo único que ostentan en los últimos años, tampoco quisiera retomar los principios básicos sobre los que los sabios fundamentan la grandeza que recae en la humildad, así que dejemos que la soberbia nos haga odiarlos más y que abrume al más grande de México, mientras que recapitulamos quién más merece integrarse al Club de los Grandes.
•