Información, la ausente en #19S
El viernes 29 de septiembre, la organización Artículo 19 publicó en su sitio web el documento “Información oficial: la gran ausente después del sismo” en donde afirman que las estrategias de comunicación que desplegó el gobierno federal y el de la Ciudad de México, no garantizaron el derecho a la información de la sociedad y de las personas afectadas. Los esfuerzos de comunicación del gobierno, se apartaron de los estándares internacionales sobre los deberes del Estado en contextos de desastres naturales, señalan.
“En la Norma Humanitaria Esencial en materia de calidad y rendición de cuentas, y las Directrices operacionales del IASC sobre la protección de personas en situaciones de desastres naturales, se establece que en una situación de desastre o de crisis humanitaria las personas ubicadas en dichos contextos deben recibir cierto tipo de información de una manera adecuada, oportuna, precisa, clara y veraz sobre aspectos como situación de vulnerabilidad y riesgos que de la misma puedan derivar, zonas de riesgo, procesos de evacuación y desalojo”.
Lejos de informar, el gobierno buscó controlar y administrar la información. Inclusive algunas instituciones oficiales –destaca Artículo 19- incurrieron en la desafortunada distorsión de los hechos, por ejemplo la improvisada ficción de Frida Sofía. “El caso de la niña inexistente Frida Sofía, supuestamente atrapada en el derrumbe de la Escuela Enrique Rébsamen, ilustra de modo claro la falta de rigor con que las autoridades mexicanas difundieron información a los medios y a la población”.
El terremoto de 8.2 grados el 8 de septiembre de 2017, exhibió a un gobierno que no había reparado en la importancia de contar con una verdadera estrategia de comunicación en Internet para dar efectiva respuesta a la ciudadanía en caso de desastre. El sismoel 19 de septiembre desafortunadamente lo confirmó.
Los esfuerzos realizados por algunas secretarías de Estado, carentes de estrategia, fueron intuitivos, improvisados. Frente a la tragedia, la Coordinación de la Estrategia Digital Nacional se desempeñó como espectador. Resultó evidente que no hubo coordinación:
“Si bien diversas secretarias de Estado difundieron información a través de sus redes sociales sobre las acciones de rescate, lista de albergues, centros de acopio, programas sociales o recomendaciones para la detección de grietas en hogares, las estrategias de comunicación social de las autoridades se han dedicado a promover la imagen del gobierno y a generar mensajes que exaltan el patriotismo y el heroísmo en lugar de proveer información pertinente y adecuada que garantice la vida y la integridad de las personas”.
La ciudadanía mostró, una vez más, ser mucho más eficiente en situaciones de desastre que las instituciones gubernamentales especializadas.
Este gobierno sistemáticamente ha despreciado el sentido de la comunicación social. Las costosas campañas de imagen hechas por afamados publicistas, no consiguieron remediar los bajos niveles de aceptación del presidente.
Ante los desastres registrados el 8 y 19 de septiembre, el gobierno sencillamente no supo cómo ni qué informar a la ciudadanía. La conclusión de Artículo 19 es contundente: “en el marco de una crisis de violaciones graves de derechos humanos el Estado acostumbra desplegar una política de ocultamiento y censura. Dicha política se acentúa, a la luz de la evidencia mostrada en este documento, en un contexto de desastre natural”.