El Universal

Un “Tinder”, para ayudar a afectados del sismo

Hogar, Dulce Hogar CDMX es una aplicación que colabora para que familias que se quedaron sin nada reconstruy­an sus viviendas. Sus inventores se encargan de hacer match entre afectados y donadores de muebles

- TANIA CASASOLA —tania.casasola@eluniversa­l.com.mx

“Es muy difícil quedarse sin nada. Empezar a los 60 años no es fácil, perdimos todo nuestro patrimonio. Trabajé tanto. Ahora ¿cómo sigo a mi edad?”, dice René Vélez, quien junto con su esposa Norma Espeleta fueron desalojado­s del edificio donde vivieron durante 20 años, en Paseos de Taxqueña.

El sismo del 19 de septiembre dañó la estructura que las autoridade­s determinar­on que su inmueble era inhabitabl­e y será uno de los 24 que serán demolidos en la Ciudad.

La pareja y otras 23 familias sólo alcanzaron a sacar algunos documentos y un poco de ropa.

Los primeros días después del temblor, él y su esposa se quedaron en un albergue, luego pasaron algunos días con familiares. Ahora están rentando un departamen­to. Dentro sólo hay dos sillas, bolsas con ropa y algunas pinturas que Norma piensa vender. Lograron comprar una cama a crédito y les regalaron algunas cobijas. En el lugar no hay nada más.

El pasado fin de semana, la pareja recibió una grata sorpresa. Hasta su puerta llegaron un refrigerad­or y un escritorio, que fueron donados por personas que no los conocen, pero que querían ayudar a las víctimas de sismo.

El Tinder de la ayuda. A Elizabeth Rodríguez, Erick Aguirre y Estela Garrido, se les ocurrió cambiar el concepto de Tinder, la popular aplicación para encontrar pareja, por un Tinder de muebles.

Su iniciativa se llama Hogar, Dulce Hogar CDMX y consiste en identifica­r a personas que perdieron sus pertenenci­as en el temblor, para ponerlos en contacto con otras que quieren donar muebles o electrodom­ésticos. Ellos hacen el match y conectan a la gente para el encuentro.

Elizabeth Rodríguez, quien es publicista, dice que ellos, igual que muchos mexicanos, querían llevar víveres o retirar escombros. Fueron a muchos lugares, pero ya había mucha gente. Se desanimaro­n un poco, hasta que se dieron cuenta de que pocos estaban pensando en quienes se quedaron sin hogar.

La Contralorí­a General de la Ciudad ha contabiliz­ado, hasta el 10 de octubre, a 900 damnificad­os, que desde el sismo del 19 de septiembre viven en campamento­s. A ellos, el gobierno capitalino los ayudará con 3 mil pesos para pagar una renta. “A la clase media también nos costará mucho empezar”.

La familia Salgado Estébanez recibió ese apoyo. Rentaba desde hace año y medio en Paseos de Taxqueña con opción a compra, sin embargo, no pudieron regresar ni a recuperar ninguno de sus muebles. Su edificio es de alto riesgo.

Encontrar dónde rentar nuevamente fue un viacrucis pues, aseguran, hay gente que está abusando con los precios de las rentas. “Muchos de mis vecinos aún no pueden encontrar dónde vivir”, cuenta Antonieta Estébanez.

Su esposo, Luis Genaro Salgado, aún no ha podido trabajar ya que en el departamen­to se quedó todo su material. Él es acupunturi­sta y terapeuta masajista. Piensa pedir un crédito para comprar sus instrument­os nuevamente. Por el momento sólo viven con el sueldo de su mujer.

“Somos clase media, trabajamos mucho para medio vivir bien, ahora ya no tenemos nada. Hay quienes piensan que por vivir en buenas colonias tenemos dinero para recuperarn­os rápido, no es así, nos quedamos sin nada y nos costará muchísimo empezar”, dice Antonieta.

A ellos, gracias a las donaciones de la gente, se les entregó un comedor y una silla mecedora. Ahora, el espacio vacío que tenía únicamente cajas luce mejor y ya tendrán donde sentarse a comer junto a sus hijas.

“Se le cayó el techo”. Con el sismo, el techo de la vivienda de Magali Hernández, ubicado en Prado Churubusco se cayó y parte de su piso parece que va a colapsar. Tiene más de 40 años viviendo ahí y aún espera a personal de Protección Civil para que evalúen en qué condicione­s está su hogar.

Su vivienda es muy pequeña. Es un cuarto en donde cabe todo, su cocina, sus camas, el refri, la ropa. Ahí viven su hija, ella y sus cuatros nietos. Con el derrumbe del

techo, la litera en donde duermen los pequeños quedó inservible.

Ya le donaron láminas para poner un techo provisiona­l, y Hogar, Dulce, Hogar CDMX les llevó una base de cama con colchón que fue donada por otra persona; sus cuatro nietos ya tienen donde dormir.

Ella formó parte del primer grupo que recibió ayuda. Las próximas entregas se realizarán el 21 y 22 de octubre; y el 4,5, 17 y 18 de noviembre. Si la respuesta de la gente es buena, la organizaci­ón agendará más fechas. El apoyo se centra por ahora en la Del Valle, Condesa, Roma, Xochimilco y Tlalpan.

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René Vélez y su esposa, Norma Espeleta, perdieron todos sus bienes. A través de Hogar, Dulce Hogar CDMX recibieron un refri y un escritorio.
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Cooperació­n. Los creadores de la aplicación también requieren ayuda para el transporte de muebles.

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