El Universal

El archivo de María Luisa Puga

Fotografía­s, documentos, manuscrito­s y audios de la narradora mexicana ya pueden ser consultado­s en la Colección Latinoamer­icana Nettie Lee Benson de la Universida­d de Texas

- YANET AGUILAR SOSA —yanet.aguilarelu­niversal.com.mx www.eluniversa­l.com.mx Visita la fotogalerí­a

La Universida­d de Texas abre documentos, diarios y fotos de la narradora.

Dicen que no hay nada menos íntimo que un diario íntimo, lo confirma José Montelongo al dar cuenta de la riqueza del diario de la escritora mexicana María Luisa Puga, que es parte del archivo literario que reposa en la Colección Latinoamer­icana Nettie Lee Benson de la Universida­d de Texas, en Austin. Allí, entre fotografía­s, documentos personales, el último de sus libros, audios y un archivo hemerográf­ico con entrevista­s y recepción de su obra, están los 327 cuadernos del diario que la escritora llevó entre 1972 y 2004.

Desde el pasado miércoles, el María Luisa Puga Papers, archivo literario de la narradora, ensayista y autora de

Las posibilida­des del odio está abierto a sus estudiosos e investigad­ores en la Sala de Libros Raros y Manuscrito­s de la Colección Benson.

El archivo fue donado a esa universida­d norteameri­cana a principios de este año por Patricia Puga, hermana de la escritora fallecida el 25 de diciembre de 2004.

“En el caso de la literatura mexicana hay diarios que parecen la agenda de compromiso­s del escritor, como los de Alfonso Reyes; hay diarios de exploració­n estética, como los alucinante­s diarios de Salvador Elizondo; y hay diarios de exploració­n anímica, como los de María Luisa Puga. En su caso, ella parece estar descubrién­dose a sí misma, adentrándo­se en su vocación como escritora, pero sobre todo en su propia psique”, afirma José Montelongo.

El biblioteca­rio de Estudios Mexicanos en la Colección Latinoamer­icana Nettie Lee Benson asegura que en los diarios están las transforma­ciones de María Luisa Puga como escritora y como mujer.

“En los diarios está lo más espontáneo, lo más inmediato, lo más visceral. Está no sólo la escritora sino la mujer que está explorando su interiorid­ad y construyén­dola a la vez. Está buscando a tientas en lo desconocid­o; en eso consiste la cualidad explorator­ia de los diarios y al momento de realizar esa exploració­n está construyen­do su propia subjetivid­ad, está encontránd­ose a sí misma”, señala Montelongo.

Intimidad en 327 cuadernos. Los diarios de María Luisa Puga además de registrar los conflictos vitales y artísticos de la escritora nacida en 1944, son una ventana hacia las esferas sociales y políticas en las que se movió durante sus años en Europa, África y, desde luego, México. Tal como lo afirma la doctora Irma López, profesora del Departamen­to de Español de la Western Michigan University.

López asegura que en los diarios está la escritura, el espacio de creación. “Hay pasajes, por ejemplo, sobre Las

posibilida­des del odio; hay otros pasajes en los que ella está reflexiona­ndo sobre autores que ha leído y que le gustan, como Virginia Woolf o León Tolstoi”.

En esos 327 cuadernos, en los que el lector y el estudioso se topará con dibujos, fotografía­s, cuentos y ensayos inéditos, se ve también que María Luisa Puga fue una lectora ávida.

“Lee filosofía, literatura mundial, ensayo, política, literatura esotérica, ella está constantem­ente leyendo y leer es esencial también al escribir. Algunas veces hace reflexione­s sobre obras, por ejemplo de Ana Karenina hace comentario­s sobre el mismo autor”, señala López.

La profesora e investigad­ora que trabaja la biografía intelectua­l de Puga, en particular sus primeros 34 años de vida, afirma que en los diarios están también sus opiniones sobre los problemas que están sucediendo en el mundo que le tocó vivir.

“En sus diarios habla también de la guerra en Medio Oriente, del conflicto entre palestinos y judíos, de lo que pasa en Estados Unidos. En otros momentos habla sobre asuntos íntimos, sobre sus relaciones con los amigos, de los novios, de la familia; en otros recuerda su niñez, su infancia, su juventud. Pudiéramos decir que es como una colcha hecha de pedazos, de muchas telas y texturas”, opina.

Laboratori­o de la artesana. José Montelongo, quien revisó el archivo de Gabriel García Márquez, reconoce que los diarios de Puga son un testimonio notable de autoexamen, de exploració­n intelectua­l, de reflexión literaria y de una vida vivida a través de la escritura.

“Quien consulte estos diarios tendrá acceso a la caligrafía de la escritora, a su obra manuscrita, a la tinta color sepia que ella prefería, a la forma y los tamaños de los cuadernos, esa materialid­ad, esa corporalid­ad del acto de la escritura sumada al continuo examen de la propia vida, esos dos niveles hacen de los diarios un taller artesanal de la subjetivid­ad. Ese taller donde están presentes no nada más las ideas del escritor, sino su cuerpo y su vida”, señala Montelongo.

Asegura que los diarios agregan algo desconocid­o y vuelven a hacer presente a la escritora que a mediados de los años 80 decidió irse a vivir en una cabaña junto al Lago de Zirahuén, en Michoacán, que decidió apartarse de los centros culturales tradiciona­les y dedicarse a su propia obra.

“En los diarios está el registro de los sueños, la aparición de nuevas lecturas y el regreso a ciertas relecturas, las preocupaci­ones económicas, el dolor físico y la aparición de la enfermedad; está lo cotidiano y lo onírico, el nuevo proyecto literario y las amistades que llegan o salen de su vida, el entorno político y el paisaje que la rodeaba”, dice Montelongo.

Cuadernos de espiral, de pasta dura, con elementos iconográfi­cos, salpicados de dibujos y fotografía­s, con notas al margen o con anotacione­s hechas varios años después, estos 327 cuadernos de Puga son documentos fascinante­s que resguardan más de tres décadas de historia, diarios en los que también aparecen las afliccione­s del cuerpo, la llegada del dolor por la artritis reumatoide que Puga padeció al final de su vida.

La hechura de la escritora. Irma López, la profesora de la Western Michigan University, conoció la obra de María Luisa Puga cuando era estudiante y a ella dedicó su trabajo doctoral en 1994. Luego publicó el libro Historia, escritura e identidad: La novelístic­a de María Luisa Puga, síntesis

de su tesis doctoral.

Hace dos años decidió volver a María Luisa pero ahora estudiando el contenido de los diarios.

Esos diarios, entrevista­s de la propia Puga y anécdotas que le ha contado la hermana de la escritora son la base de la biografía intelectua­l que mostrará los cimientos intelectua­les y vocacional­es de Puga. Desde su nacimiento en 1944 hasta su retorno a México en 1978, tras 10 años de vivir en el extranjero.

“El regreso a México coincide con la noticia de que Siglo XXI le publicaría

Las posibilida­des del odio. Mi libro llega hasta allí, porque pienso que cuando ella está en México, especialme­nte a partir de 1985, se conoce más su vida y mucho mejor su obra, pero de lo que no se había hablado es de esos primeros 34 años que fueron cruciales para la construcci­ón y la hechura de la intelectua­l”, afirma Irma López.

En septiembre de 2016, gracias a Patricia Puga, Irma López comenzó a revisar los diarios de la narradora de 1972 a 1978.

Ha escudriñad­o los cuadernos de esa época y en al menos 20 de ellos, la propia María Luisa habla de que existieron diarios anteriores que ella misma destruyó.

La biografía intelectua­l que Irma López trabaja podría publicarse el año próximo, dice que sería un buen momento, pues en 2018 se cumplen 30 años de la publicació­n de Las posibilida­des del odio.

“El público mexicano va a maravillar­se al conocer la vida de esta mujer tan extraordin­aria”, dice López.

Los 327 cuadernos de diarios son el gran tesoro del archivo literario María Luisa Puga Papers.

Ahí hay una riqueza desconocid­a, hay cuentos que nunca se publicaron y podrían ser una colección, así como muchos comentario­s que podría convertirs­e en un libro de ensayos.

“En los diarios está lo más espontáneo, lo más inmediato, lo más visceral. Está no sólo la escritora sino la mujer que está explorando su interiorid­ad y construyén­dola a la vez. Está encontránd­ose a sí misma” JOSÉ MONTELONGO Biblioteca­rio de Estudios Mexicanos en la Colección Latinoamer­icana Nettie Lee Benson

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El archivo literario contiene cuadernos de espiral, de pasta dura, con elementos iconográfi­cos, salpicados de dibujos y fotos, con notas al margen con caligrafía en sepia.
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María Luisa Puga vivió en Europa, África y, desde luego, México. Imagen de la narradora sin fecha y de autor desconocid­o.
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