A los pies de Claudia
De ella se ha hablado mucho desde que, a los 17 años, un agente de modelos la descubriera en una discoteca. De él, y su marca, se ha hablado un poco menos, pero a unos cuantos años de crear zapatos bajo su propio mando se ha anotado a un gran número de fanáticas alrededor del mundo. Nos referimos a Claudia Schiffer y Edgardo Osorio —creador de Aquazzura—, quienes unen sus talentos para una colaboración que promete hacer historia.
De acuerdo con el propio Osorio, la oportunidad de conocer a uno de sus ídolos sucedió en una cena en Londres. Como suele pasar en este tipo de reuniones, la top alemana y el diseñador colombiano se encontraron por casualidad y se declararon admiración mutua. “La sinergia que tuvimos y el talento de Edgardo lograron que el proceso de esta colección fuera un placer. Estoy segura de que las clientas de Aquazzura tendrán esa sensación”, dijo en un comunicado.
El resultado de este encuentro es una línea con ocho estilos, en los cuales se combinan lo mejor de ambos talentos: de Edgardo, las líneas sensuales y detalles artesanales que han dado fama a su calzado en el mundo entero; de Claudia, la practicidad y una estética muy refinada, las cuales le permitieron crear modelos para situaciones específicas de cada mujer.
Por curioso que parezca, uno de los modelos que más ha atraído la atención no es un par de stilettos, sino unos flats de terciopelo azul me- dianoche con delicados bordados de lunas y estrellas llamado Cloudy Star, así como las botas vaqueras Kentucky, inspiradas en una de las primeras campañas de Schiffer.
La transición de Claudia del estrellato a una vida más tranquila ha sido mucho más paulatina que la de sus contemporáneas: después de ser una de las supermodelos originales y ser una de las pocas musas de Chanel que sigue fascinando a Karl Lagerfeld al día de hoy, Schiffer se casó con el director Matthew Vaughn y, sin retirarse del todo, ha realizado apariciones esporádicas en campañas y pasarelas. La última de ellas se viralizó, pues fue parte del lineup de top models de los noventa que cerraron el desfile de Versace hace unas semanas.
La rubia ha probado suerte en el pasado como diseñadora, con líneas para la casa de tejido de punto TSE y con su propia línea de maquillaje. Con esta colaboración, que ya está a la venta, demuestra que durante su larga carrera se entrenó en aspectos de diseño que hoy le permiten desarrollar nuevos talentos.