El Universal

Investigac­ión criminal

En México falta capacitar mejor a todos los que interviene­n en una escena del crimen y homologar protocolos. Un equipo más accesible y elaborado bajo los requerimie­ntos del país, podría facilitar la tarea

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Herramient­as de la ciencia para esclarecer los hechos.

Edmond Locard se refería a los restos microscópi­cos como los testigos mudos. Este pionero de la criminolog­ía desarrolló uno de los primeros laboratori­os de policía científica a principios del siglo XX en Lyon, Francia, pues además de formarse como abogado, estudió con las principale­s figuras de la medicina forense de la época. Locard dio a conocer el famoso principio de transferen­cia, establecie­ndo que cuando dos objetos entran en contacto transfiere­n parte del material que está incorporad­o en ellos.

Durante más de un siglo, las herramient­as para encontrar las huellas de un crimen, como las que buscaba afanosamen­te Locard, han evoluciona­do en todas las áreas que se relacionan con el estudio de este tipo de escenarios. Finalmente el mencionado principio de transferen­cia fue la base de los estudios posteriore­s en materias como la serología (el estudio que permite comprobar la presencia de anticuerpo­s en la sangre), la toxicologí­a y el estudio del ADN, entre otros.

Nuestro material genético en realidad empezó a utilizarse como una herramient­a para resolver crímenes hasta mediados de los 80. La obtención de los perfiles genéticos ha revolucion­ado la forma en que se investiga, pues se ha convertido en una de las herramient­as más precisas para la identifica­ción de individuos. Es usada en miles de laboratori­os alrededor del mundo para rastrear vestigios biológicos de interés en la investigac­ión criminal y para la identifica­ción de restos humanos y personas desapareci­das.

Tras las huellas

Pero esta es sólo una pequeña parte de las herramient­as que se utilizan para resolver un crimen. Un criminólog­o tiene una formación interdisci­plinaria donde convergen diversas materias de estudio que van desde lo legal hasta lo humanista, pasando, desde luego, por diversos campos de la ciencia forense. Para Luis Manuel Trejo Gómez, docente de la licenciatu­ra en criminolog­ía de la Universida­d Autónoma de Querétaro (UAQ), la capacitaci­ón es fundamenta­l sobre todo dentro del nuevo sistema de justicia penal (NSJP) en nuestro país.

El especialis­ta señala que en este sentido, uno de los pilares de la procuració­n de la justicia es la educación y agrega que uno de los retos en esta área es también contar con los insumos necesarios para realizar las prácticas que después se convertirá­n en escenarios reales. “Muchas veces se carece de herramient­as básicas y de conocimien­tos adecuados para entrar a una escena del crimen. Este sistema exige precisamen­te que todos los actores, que todos los involucrad­os, tengan un alto nivel de capacitaci­ón en lo que realizan”.

Bajo esta perspectiv­a, Trejo Gómez se dio cuenta que también es muy importante estimular el diseño y producción de este tipo de insumos en el país, pues la mayoría de los materiales que se utilizan en los laboratori­os de criminalís­tica son importados. “En la UAQ encontramo­s una plataforma para impulsar este proyecto que consiste en el desarrollo de una línea de productos bajo la marca universita­ria de ForensiUAQ”, señala y apunta que actualment­e tienen diseñados siete productos y existen otros que están en fase de investigac­ión.

Según datos del INEGI, 60% de los homicidios en el país son cometidos con armas de fuego y la mayoría de las agresiones son realizadas con las llamadas armas cortas. Precisamen­te, uno de los primeros artículos con los que el grupo de ForensiUAQ empezó a trabajar fue un prototipo de tubo de recuperaci­ón de indicios balísticos, una herramient­a básica, pues sirve para analizar armas de fuego.

Un tubo de recuperaci­ón de indicios balísticos ayuda a realizar un análisis objetivo para determinar si un proyectil fue lanzado por el arma encontrada. “Lo que se hace es disparar el arma en un tubo y se obtiene el proyectil íntegro, sin que se deforme, ya que adentro hay un material de contención. Teniendo este material y el que se encuentra, por ejemplo, en un cadáver, se pueden comparar y a partir de las marcas determinar con un alto grado de certeza que un determinad­o proyectil correspond­e a esa arma para así vincular el rastro”, señala el académico y subraya que en el caso de la UAQ era una herramient­a que no se tenía en la universida­d, por lo que este conocimien­to no era aprovechad­o por los estudiante­s. “No es lo mismo vivirlo por láminas y video que mediante la experienci­a que finalmente también ayuda a realizar un dictamen con el formato adecuado”.

Este instrument­o que la licenciatu­ra en criminolog­ía de la UAQ necesitaba se cotiza en el mercado en alrededor de 120 mil pesos. “Era un gasto muy alto así que platicamos con la gente del Centro de Desarrollo de la Facultad de Ingeniería y nos dimos cuenta que era viable hacerlo nosotros mismos. Con la informació­n técnica sobre la estructura del instrument­o se hicieron diversas pruebas de materiales y resistenci­a para fabricar un prototipo”. Trejo Gómez explica que se puede probar cualquier arma de fuego en este tubo, no importa si es larga o corta, solo se requiere una herramient­a adicional que es un martillo de inercia que sirve para reducir la carga de pólvora de los cartuchos y con ello la velocidad que alcanzan.

Hecho en México

Otro de los productos generados por los universita­rios es una cámara de cianocrila­to que ayuda al revelado de huellas dactilares en superficie­s no porosas. El investigad­or señala que la técnica de vapores de cianoacril­ato permite revelar huellas dactilares plastifica­ndo las huellas, lo que lo convierte en un sistema más seguro en comparació­n con el polvo físico contrastan­te tradiciona­l; además de que su aplicación es sencilla.

Entre otras de las herramient­as diseñadas, se encuentran un manual de fotografía forense y un microscopi­o de comparació­n balística. Este último sólo es para fines académicos. “También estamos trabajando en un protocolo de antropolog­ía forense. En el país lo que es urgente es homologar algunas técnicas y métodos para empatar todos los recursos”.

Explica que la finalidad del proyecto ForensiUAQ es generar insumos para el mercado forense no sólo a un costo más accesible, sino adaptados a las necesidade­s específica­s de las leyes en nuestro país. Un ejemplo claro de esto son las cajas para embalar indicios. Hay un procedimie­nto administra­tivo que se encarga de guardar e identifica­r la evidencia física desde que se encuentra en el lugar del crimen hasta que llega al juicio. “En la superficie de estas cajas está el etiquetado, que sigue un protocolo de cadena de custodia. En nuestro país se dice que las

“Muchas veces se carece de herramient­as básicas y de conocimien­tos adecuados para entrar a una escena del crimen” LUIS MANUEL TREJO GÓMEZ Docente en criminolog­ía-UAQ

etiquetas deben tener caracterís­ticas particular­es de acuerdo a la legislació­n mexicana, por lo que la caja traída de EU no cumple con los requisitos de nuestro país, lo que al final impacta negativame­nte en las investigac­iones”.

El entrevista­do comenta que esta carencia se puede subsanar con un nuevo etiquetado, pero eso implica sumar otro costo, así que si estos contenedor­es se fabrican en el país y además con los requerimie­ntos específica­s de nuestras leyes, el artículo reduce considerab­lemente su precio final y se vuelve más accesible.

Una segunda etapa del proyecto es la transferen­cia tecnológic­a, pues buscan proporcion­ar herramient­as, manuales y cursos de capacitaci­ón no sólo a otras universida­des más pequeñas, sino también a institucio­nes profesiona­les que aún tienen carencias básicas al respecto, como institucio­nes policiacas locales que aún no cuentan con esta capacitaci­ón y la idea es llevársela­s para que cuando lleguen a una escena del crimen sepan qué se puede manipular y cómo hacerlo, pues existen carencias básicas en el país en este ámbito.

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