Fórmula letal que amenaza a México
Explicar la realidad social a través de fórmulas matemáticas no es tarea fácil, sin embargo, la ecuación que proponemos para detallar lo que le pasa a México es: c+i5=fl; es decir: la suma de corrupción más las 5 íes (impunidad, injusticia, inseguridad, inequidad e inacción) genera una combinación mortífera que amenaza la viabilidad y existencia del país. Así de contundente y dramático.
De esta forma se explica el pasado y el actual panorama de la nación. De no actuar con rapidez para desarticular las variables que apuntamos, el resultado se hará patente a una velocidad extraordinaria que nos provocará un patrón irreversible y peligroso. Veamos cada uno de los elementos y la dinámica que advertimos en cada caso.
Corrupción: Confesión de parte, relevo de prueba. Al señalar que la corrupción es un tema cultural, el Presidente dejó ver que su legado más importante será una fascinación y dedicación grupal para lograr beneficios patrimoniales propios a costa del erario nacional y la población en general. Como ejemplo, la destitución de Santiago Nieto, quien a cargo de la FEPADE, cometió la ofensa capital de cuestionar el origen del financiamiento de la campaña de Peña Nieto y su conexión con las maniobras de Odebrecht (con intermediación de Emilio Lozoya).
Impunidad: La corrupción no sería un problema de no ser porque las conductas que infringen la ley no se sancionan. El no asegurar que las instituciones funcionen como deben es el peor ingrediente si la misión es la de procurar tener un verdadero Estado de Derecho. Esta perversión no puede seguir así si aspiramos a tener un país de leyes en el que éstas realmente funcionen. Pero actualmente, delinquir paga y paga bien. Lo malo cuenta y cuenta mucho.
No podemos seguir como si nada ocurriera, ni apostar a que una persona sola podrá revertir la tendencia. Se requiere un esfuerzo colectivo
Injusticia: Tanto por cifras oficiales como por percepción, sabemos que en el país se respira una profunda falta de justicia. La alternancia que llegó en 2000 no trajo consigo la corrección de deficiencias y abusos de un sistema corporativista.
Inseguridad: El no saber si uno va a regresar a su casa sin ser asaltado, extorsionado, secuestrado o privado de la vida, es una preocupación asidua entre los mexicanos. Si bien la situación es distinta en zonas geográficas del país, ya son muy pocas las demarcaciones en las cuales se respira seguridad. La constante es la zozobra total y la nula batalla contra la delincuencia.
Inequidad: La carencia de un balance entre disponibilidad, previsibilidad de justicia, seguridad, educación, trabajo, salud y cultura, ha generado una polarización excesiva y la ruptura de los más elementales rubros de sana convivencia social.
Inacción: La intolerancia, complicidad, encubrimiento, frustración y apatía son varios de los fenómenos que, en conjunto, abonan a que no haya movimientos contestatarios o de corrección institucional.
Fórmula Letal: Todos los ingredientes nos llevan irremisiblemente a un final trágico: una nación que, de seguir así, encontrará un problema estructural serio y una crisis de la cual no pueda darse un retorno sencillo.
No podemos seguir caminando como si nada ocurriera, ni apostar a que una persona sola podrá revertir la tendencia. Se requiere un esfuerzo colectivo en el que se apueste decididamente a la fortaleza de las instituciones; a la transparencia y rendición de cuentas; a la intolerancia ante abusos y corruptelas; a la participación ciudadana constante. En resumen, a la construcción diaria y permanente de un verdadero Estado de Derecho.
La coyuntura está dada para que el proceso electoral de 2018 gire en torno a analizar lo que las distintas fuerzas políticas y candidatos ofrezcan y se comprometan a hacer en la materia. Solamente con una confirmación de su compromiso, y un arreglo institucional con métricas y procesos permanentes de evaluación, es que podremos contar con elementos de convicción de quienes merecen nuestro sufragio. Nada de promesas huecas o sistemas sin monitoreo y gestión efectiva de resultados. Requerimos concreción, eficiencia y visibilidad.