COWBOYS POR FIN ENCADENA TRIUNFOS
Dallas pinta estrella en la frente de Redskins y se consolida en el segundo lugar del Este de la Nacional
Landover, Maryland.— Poco a poco, los Cowboys recuperan la confianza en sí mismos y se meten a la lucha por los Playoffs, a los que no llegar sería un rotundo fracaso, si se toma en cuenta el talento que reúne el equipo entrenado por Jason Garrett.
Ezekiel Elliott corrió para 150 yardas y dos anotaciones, en un partido en que los texanos capitalizaron los errores de los Redskins de Washington para imponerse con facilidad (33-19).
Los Cowboys bloquearon un gol de campo y lo devolvieron casi hasta las diagonales. Aprovecharon también tres balones perdidos por Washington y se colocaron en solitario como segundos de la División Este de la Conferencia Nacional, la cual es liderada por los Eagles de Filadelfia (7-1).
Bajo una intensa lluvia en el FedEx Field, lo que dificultó controlar y lanzar el ovoide, Dak Prescott completó 14 de 22 pases para 143 yardas. Fue otro buen partido de su quarterback, quien comprobó estar listo para duelos importantes, porque el de ayer era por el segundo lugar de la División, además de que era en la casa del acérrimo rival de su equipo.
Por si fuera poco para los Redskins, los Cowboys atendieron el mensaje que Elliott utilizó en su calzado: “Alimenten a Zeke”.
Un día antes de una audiencia sobre el castigo de seis partidos por violencia doméstica que le ha impuesto la NFL y que se encuentra en suspenso, Elliott contó con el suministro de balones que solicitaba, y no lo desaprovechó. Aca-
rreó el balón 33 veces, logró dos touchdowns por segundo encuentro consecutivo y rebasó las 100 yardas por tercera ocasión seguida. No hay duda de que es uno de los corredores más desequilibrantes en toda la liga.
El partido cambió en el segundo cuarto, cuando Tyrone Crawford, de Dallas, bloqueó un intento de gol de campo de Nick Rose. Orlando Scandrick devolvió el balón 86 yardas, lo que preparó la escena para un acarreo de Elliott hasta la zona de anotación.
En vez de que los Redskins (3-4) tomaran la delantera por 16-7, los Cowboys quedaron arriba por 14-13 y nunca volvieron a mirar atrás. Hicieron gala de ese manejo de partido que les ha faltado en anteriores años, bajo la siempre cuestionada conducción de Garrett, quien empieza a soñar en grande.