ENFRENTAR UN SISMO
¿Cómo saber si tu vivienda será capaz de resistir un terremoto? Entérate aquí de algunos puntos clave.
Lo ocurrido el pasado mes de septiembre nos ha puesto a pensar no solo en la calidad de las construcciones, sino también en la posibilidad de edificar una vivienda segura ante eventos sísmicos. Nos dimos a la tarea de platicar con el doctor en geofísica Carlos Miguel Valdés González, director general de Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) para hablar de las zonas sísmicas; y con el ingeniero Oscar Trejo, consultor en ingeniería estructural, quien nos develó la realidad acerca de si es factible construir una edificación que sea segura en un temblor.
El suelo
De acuerdo con el doctor Valdés, se debe conocer el terreno donde está nuestra vivienda “hay que saber la zona sísmica donde vivimos. En la Ciudad de México existen las zonas I, II, III a, III b, III c y III d. La subdivisión de estas áreas obedece al tipo de suelo a partir de lo que originalmente era el Gran Lago de Texcoco. Eventualmente este lago cambió y se empezó a construir en la parte del centro, que era donde se encontraba la zona más profunda del lago y había mayor sedimento, mayor arcilla, lodo, por lo tanto es un suelo muy suave; sobre eso se edificó la zona centro de la Ciudad de México.
Este terreno, clasificado como zona III, está subdividido en III a, III b, III c y III d, en donde “d” estaría más o menos ubicado en el aeropuerto. Esta área tiene un comportamiento parecido a lo que sucedería si nosotros colocamos en un extremo de una mesa un recipiente con una gelatina y golpeamos el otro lado. Al dar un golpe a la mesa, lo que nosotros vemos es que la gelatina no brinca una vez, sino que se queda oscilando. Es un medio semisólido que queda balanceándose por unos cuantos segundos.
“Lo mismo sucede con esta zona de terreno blando cuando ocurre un sismo; las ondas sísmicas se amplifican e inclusive duran más que en los terrenos intermedios —que sería el equivalente a la orilla del lago—, y que en los terrenos duros, como pueden ser la zona del Pedregal de la Ciudad de México, o el área que está al poniente del Periférico, como Conscripto y zonas aledañas; también la parte que va hacia Lomas y Santa Fe.
Estas últimas áreas conforman la zona I, es decir la más dura. La II es la zona de transición, que es una franja angosta, y finalmente están las zona que se ubican propiamente en lo que fuera el Lago de Texcoco, la III a, III b, III c y III d”.
La cimentación
“El diseño de construcciones sismoresistentes es el resultado del trabajo de un grupo interdisciplinario. En la arquitectura se define la condición estética y de funcionalidad de las edificaciones y con la ingeniería estructural se realizan diseños que provoquen el buen comportamiento del sistema estructural; ambas especialidades, en comunión, darán como resultado que una edificación no solo sea bonita y cómoda sino que, además, satisfaga las condiciones de seguridad y estabilidad estructural exigida por los nuevos estándares de diseño.
Indudablemente, la base (cimentación) del edificio es fundamental para el buen comportamiento de la superestructura. En el caso de estructuras sismoresistentes, los conocimientos y tecnología actuales permiten, a través de los estudios que se realizan, proponer las bases o cimentaciones que mejor se desempeñen ante las condiciones particulares del sitio y de acuerdo con la exigencia de la edificación”, asegura el ingeniero Oscar Trejo.
En la arquitectura se define la condición estética y de funcionalidad de las edificaciones y con la ingeniería estructural se realizan diseños que provoquen el buen comportamiento del sistema estructural
Los materiales
En cuanto a este tema, el experto en estructuras opina que todos los materiales ofrecerán la resistencia y seguridad requeridas siempre y cuando se utilicen las metodologías de diseño que cumplan con los estándares establecidos. Asimismo, “en la medida en que aquellos sean menos pesados, las edificaciones serán más ligeras y, por consiguiente, tendrán mejor comportamiento ante este tipo de eventos”. En algunos casos, edificaciones de madera, o madera con estructura de acero, pueden producir buenos resultados. También hay otros materiales para construcción compuestos, denominados SIP's (Structural Insulated Panels), que son ligeros y permiten construir rápidamente. Construcciones de mayor importancia o muy altas pueden complementarse con sistemas de disipación de energía o en otros casos, cimentaciones con aisladores de base”.
Estructuras resistentes
“No hay construcción antisísmica”, comenta el ingeniero Trejo, “no se diseña o se construye para contrarrestar el efecto del sismo, se edifica a partir de las especificaciones de un diseño estructural, resultado del cumplimiento de la normatividad, que en el caso de la Ciudad de México es el Reglamento de Construcciones, el cual asegura que las estructuras tengan una resistencia suficiente para salvar las vidas de sus ocupantes. Las normas de construcción son fundamentales para diseñar y construir estructuras seguras”.
A prueba de terremotos
Entonces ¿sí hay manera de construir una casa o un edificio de departamentos a prueba de terremotos? “Sí, y como se comentó anteriormente, las edificaciones se diseñan para que tengan un buen comportamiento ante estos eventos, aceptando que pueden sufrir daños, pero sin colapsar. El concepto básico de diseño es considerar que la estructura puede liberar energía a través de la deformación, así que se diseñan estructuras flexibles, hasta cierto límite.
Los criterios de diseño están muy bien definidos en la normatividad vigente y en la medida en que se dé cabal cumplimiento a ésta, tendremos como resultado una vivienda segura”.