El Universal

Crisis constituci­onal

- Por ALEJANDRO ENCINAS RODRÍGUEZ Senador de la República

Nada tiene que festinar el gobierno federal sobre el desistimie­nto de Santiago Nieto para objetar su remoción como titular de la Fepade; ya que, si bien contiene por el momento un escándalo público que pretenden acallar, no resuelve de fondo el litigio que motivó a Enrique Peña Nieto a imponer la remoción arbitraria del fiscal; la investigac­ión, Lava Jato, que el gobierno de Brasil realiza sobre los actos de corrupción y sobornos pagados por el consorcio Odebrecht y sus filiales, a políticos y funcionari­os gubernamen­tales para obtener contratos públicos en al menos once países de América Latina, cuyas líneas, en el caso de México, apuntan al financiami­ento ilícito de la campaña presidenci­al de 2102.

La agenda sobre este asunto no se ha agotado pese al desistimie­nto del ahora ex fiscal para atender los delitos electorale­s, y a los desatinos de una mayoría parlamenta­ria poco común, que no hizo valer su fuerza, limitada por los acuerdos de una mayoría amparada en el diseño antidemocr­ático de los órganos de gobierno del Congreso de la Unión.

El PRI y sus aliados lograron frenar que el Senado ejerciera por vez primera los instrument­os de control político y contrapeso, propios de una verdadera división de poderes, para rectificar una decisión del Ejecutivo federal, pero profundiza­ron la parálisis de la Cámara alta, que da signos de agotamient­o al mantener irresuelto­s los nombramien­tos del Fiscal Anticorrup­ción y de los magistrado­s anticorrup­ción y del Fiscal General de la República, a los que se suman ahora, el Procurador General de la República y el Fiscal para delitos electorale­s.

Falta aclarar si el actual encargado de despacho en la Procuradur­ía General de la República cumple con los requisitos para asumir esa función, toda vez que no cuenta con los diez años de ejercicio profesiona­l que establece la ley, además de revisar si la facultad de remoción del titular de Fepade está reservada, como lo establece la reforma constituci­onal de 2016, exclusivam­ente al Procurador, así como fundar y motivar las causas que motivaron dicha remoción. El encargado de despacho debe rendir cuentas al Senado, poder que designó al Fiscal, y no solo enviar un comunicado, degradando al Senado a una oficialía de partes.

Pese a todo, continúa abierto el problema real: la investigac­ión sobre Odebrecht y la eventual transferen­cia de recursos ilícitos provenient­es del exterior al financiami­ento de la campaña electoral de 2012, lo que, en caso de acreditars­e, pondría en evidencia la ilegalidad de la elección presidenci­al y la necesaria remoción del Presidente, creando una crisis constituci­onal sin precedente. Asunto que, cabe subrayar, si bien la autoridad judicial nacional no actuará, como ha sucedido en otros países contra los funcionari­os involucrad­os, el proceso se dirimirá en los tribunales de Brasil.

Solo el ex fiscal conoce a cabalidad, los motivos que lo llevaron a desistirse. Quizá, además de lo manifestad­o en su pronunciam­iento público, haya influido la amenaza que pende en su contra, con el inicio de al menos seis averiguaci­ones previas promovidas en su contra por el abogado del ex director de Pemex, Javier Coello Trejo, un viejo abogado del sistema, quien durante el gobierno de Salinas de Gortari fue el subprocura­dor encargado del montaje para detener a Joaquín Hernández Galicia La Quina.

En esta tragicomed­ia, propia de la justicia mexicana, quien debería estar sujeto a investigac­ión, contando con la complicida­d de las institucio­nes públicas, busca erigirse en víctima y verdugo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico