Blindaje deportivo
¿Se imaginan ustedes qué sería de nuestro México si las políticas económicas, sociales, fiscales, culturales o en este caso deportivas se mantuvieran sexenio a sexenio sin importar los colores de quien ocupe los altos cargos federales? ¿Qué sucedería si los partidos adversos consideraran positivo darle continuidad a ciertos programas que hayan funcionado, aunque estos no les puedan ser adjudicados?, si bien no todas las políticas son exitosas o de efectividad probada, tampoco son bien evaluadas.
Cada cambio de poderes todo se modifica, en el afán de marcar direcciones distintas y dejar en claro que hay un nuevo mando.
El deporte en México ha carecido de una evolución, rebasado por los intereses políticos de sus directivo. Algunos de los programas establecidos lograron sobrevivir, tal es el caso de la Olimpiada Nacional creada por Ernesto Zedillo con la finalidad de descubrir grandes talentos nacionales en las disciplinas olímpicas y que con el tiempo éstos se convirtieran en los atletas que conformaran las delegaciones que participaran en los eventos deportivos internacionales.
Con la llegada de Alfredo Castillo a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte todo cambió, hasta el presupuesto, el cual se tuvo que adecuar y tender la mano al sector privado para poder poner en marcha uno de los programas más caros en la historia del deporte nacional: las Academias CONADE, las cuáles a través de distintos institutos estatales del deporte buscan en todo México a los mejores en las disciplinas de box, beisbol, basquetbol, tenis, artes marciales mixtas y ciclismo llevándolos de la mano y canalizando su talento en manos de los mejores en el CNAR.
Al alto rendimiento deportivo mexicano le hace falta elevar los estándares de competitividad y esto dependerá del nuevo proyecto y su expansión a otros deportes. La ACADEMIA CONADE tiene poco tiempo para lograr cometidos a corto plazo.